Día Mundial contra el Cáncer

Cuando la detección precoz del cáncer en España no es equitativa

Retrasos por la pandemia, pruebas en algunas regiones solo oportunistas, falta de infraestructuras, y edades y particularidades diferentes dibujan un caótico sistema autonómico sin control central

Cribado de cáncer por comunidades autónomas
Cribado de cáncer por comunidades autónomasSandra R. PovedaSandra R. Poveda

A más de 286.000 personas se les detectará un cáncer en 2024 en España: en 44.294 será colorrectal, en 36.395 de mama y en 2.259 de cérvix, tumores para los cuales hay cribado. Es decir, para el 28,93%.

Sin embargo, pese a la importancia de la prevención, urge mejorar el acceso e implementación de los cribados, y eliminar las inequidades; máxime cuando en los últimos años se observa un incremento constante en las tasas de incidencia del cáncer de mama en mujeres y de colon en hombres.

Así, en el de mama, el más frecuente y el más mortal en mujeres en nuestro país, los programas de detección precoz tienen una cobertura superior al 90% de la población objetivo (la oferta, que no la asistencia). Sin embargo, depende de donde uno viva tendrá acceso antes o después.

Solo cinco comunidades autónomas, así como Ceuta y Melilla, ofrecen mamografías a las mujeres desde los 45 años, pese a que en noviembre de 2022 la UE sugirió extender la recomendación actual de 50 a 69 años a 45-74 años. Se trata de Castilla y León (45-69 años), Castilla-La Mancha (45-70), Comunidad Valenciana (45 a 69, aunque desde 2023 se está ampliando de manera progresiva hasta los 74), Navarra (45-69) y La Rioja (45-69), según los datos facilitados a este suplemento por las propias autonomías (no todas).

En el caso de las ciudades autónomas, ambas han ampliado el cribado para las mujeres entre 45 y 69 años, aunque Melilla quiere adelantar la prueba a los 40 años a lo largo de este mismo año.

A ellas hay que sumar Murcia, que desde 2022 comenzó a ampliar progresivamente el rango de edad para llegar en 2025 a todas las mujeres entre 45 y 74 años, y ya en 2023 la región incorporó a las de 47 a 50 años al cribado en 25 municipios.

En Galicia, la ampliación ha sido por arriba. Hacen cribados a mujeres entre 50 y 74 años. En la Comunidad Valenciana desde 2023 se está ampliando la horquilla de manera progresiva hasta los 74 años. La situación se repite en Asturias, donde según los datos facilitados por el Principado, «hasta 2023 era de 50-69, pero este año se incorpora a las de 70 años, en 2025 a las de 71 hasta llegar a las de 74 años». Y en Andalucía, según la Consejería, «es ya de 50 a 71», aunque «la idea es bajar a 47».

Y urge su ampliación por ambos lados, porque el riesgo de cáncer, en general, empieza a aumentar de forma importante a partir de los 45-50 años, y a más años más facilidad de tener cáncer. «La incidencia se estima en unos 200 casos por 100.000 habitantes (entre 45 y 50 años) pudiendo llegar a los 350 por 100.000 habitantes en mayores de 50 años. Estas cifras son muy variables por etnias y poblaciones», precisa Rodrigo Sánchez Bayona, secretario científico de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y oncólogo médico del Hospital 12 de Octubre de Madrid.

En todo caso, un diagnóstico precoz en un estadio inicial, mediante una mamografía bianual, permite disminuir la mortalidad, y contribuye a que los tratamientos sean menos agresivos. La literatura científica estima que el cribado poblacional mediante mamografía reduce la mortalidad en un 20%.

«En España no tenemos datos. Es un desastre. No todas las comunidades autónomas los dan y no miden igual y eso que llevamos años solicitándolos», afirma Marta Blanco, responsable de Asuntos Médicos de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC).

Mención aparte es Navarra, donde el consejero de Salud reconoció a finales de enero «algunos meses de retraso» en el programa de cribado de cáncer de mama por «la pandemia, ajustes técnicos y la falta de algunos profesionales de radiología en el Instituto de Salud Público y Laboral de Navarra».

Respecto al cáncer de colon y recto, como puede detectarse antes de que aparezcan los síntomas con una prueba de sangre en heces, en general, en nuestro país se realiza en personas con entre los 50 y 69 años bianual. Sin embargo, la UE sugiere hacer este seguimiento a las personas de 50 a 74 años. Algo que solo hace La Rioja, según asegura la región en su web.

En el caso de Ceuta, en cambio, el programa, según su web, está dirigido a «todos los residentes de 60 a 69 años». Es decir, menos horquilla aún que la media de España, y a eso hay que añadir la escasa participación, que según denunció a finales de septiembre de 2023 el PSOE, «apenas alcanza 22% de la población diana, la cifra más baja del país, cuando el estándar deseable sería del 65%».

Según datos de la Red de Programas de Cribado de Cáncer, la cobertura en 2017 fue del 44% de la población diana y la participación del 46%, con una elevada variabilidad entre autonomías (19-74%). Cuando «en 2024 se debe llegar a una cobertura del 100% para conseguir la equidad, como se comprometieron las autonomías, así como en los otros dos cribados», dice Blanco.

Canarias es un punto rojo. «Estamos en los últimos puestos del país en cibrado de colon. Solo el 50% aproximadamente de la población diana en Canarias ha sido citada para participar en el programa, y de ellos únicamente lo hace el 44%», explica Fernando Fraile, el presidente de AECC Las Palmas.

Varios son los motivos. El principal, que no tienen suficientes infraestructuras para hacer las colonoscopias en caso de que la muestra de heces dé positivo. Sin embargo, como avanza Fraile, «el Gobierno ya está hablando con la Sanidad Privada para derivarles las colonoscopias».

En otras comunidades, las listas de espera para las colonoscopias han impedido recuperar el programa que se suspendió con el covid. Es el caso de Cantabria, donde como denunció «El Diario Montañés», el cribado no se retomó cuando lo anunciaron en 2023, sino que se hará este año «tras casi cuatro años de parón»

Y en Asturias, el Principado anunció tiempo atrás que haría cambios para aumentar el seguimiento, ya que en 2022, solo el 31% población diana participó.

En Murcia, solo el 54% de la población diana se hizo la prueba en 2022. En Cataluña, ese mismo año, «el 46,6%», según el Departamento de Salud de la Generalitat.

En cuanto al cáncer de cérvix, Blanco explica que «como en principio se instaló un programa de cribado oportunista (que se suele realizar dentro de los servicios de salud a petición del interesado), Sanidad dio de plazo este año para hacer su implantación poblacional (sistemático) del 100% en todas las comunidades autónomas, ya que el cambio se inició en 2019».

Sin embargo, la realidad es bien diferente, a tenor de los datos facilitados por las propias autonomías. A eso se suma que la UE «aconseja la prueba del virus del papiloma humano (VPH) como herramienta de preferencia para el cribado del cáncer cervicouterino de todas las mujeres entre 30 y 65 años al menos cada cinco años».

Pues bien, en España, Sanidad recomienda entre 25-34 años: citología cada 3 años y entre 35 y 65 determinación VPH de alto riesgo «sin especificar si se han tenido o no relaciones sexuales», incide Blanco.

Asturias, en cambio, el cribado se recomienda a residentes que tengan o hayan tenido relaciones sexuales. Lo mismo sucede en Galicia, donde según el Sergas, la Xunta recomienda hacer una citología en mujeres de 25 a 34 años y la prueba en mujeres de 35 a 65 años siempre que hayan tenido relaciones sexuales en algún momento de su vida. Al igual que en Castilla y León, en donde se especifica que para esta prueba han de haber tenido relaciones sexuales y se incide en el apartado qué mujeres no deben participar a aquellas que nunca hayan tenido relaciones sexuales. Se repite el caso en la Comunidad de Madrid, donde este cribado, Cervicam, «en fase de implantación», como explican desde la Consejería de Sanidad, es para mujeres «entre 25 y 65 años que tienen o han tenido relaciones sexuales».

En País Vasco es «para todas las mujeres de 25 a 65 años y otras personas con cuello de útero», pero se especifica que «si nunca se han tenido relaciones sexuales, el riesgo de desarrollar cáncer cervical es muy bajo, por lo que se puede elegir si hacérsela o no».

En cuanto al cribado en sí, en Cantabria «se hace oportunista a partir de los 25 años», especifican desde la Consejería de Salud. En Aragón, «actualmente es oportunista», reconocen desde la Consejería de Sanidad. La situación se repite en Canarias, «donde no existe aún un programa de cribado poblacional», denuncia Fraile.

En Extremadura, el cribado poblacional, según la Consejería de Salud, es de «25 a 34 años, y oportunista entre los 35 y los 65 años». En la Comunidad Valenciana, la Generalitat afirma que desde 2023 están trabajando para su implantación poblacional y que su objetivo es lograr en 2029 una cobertura que se aproximará al 100%

En Baleares, según informó en su día «Diario de Mallorca, «la detección precoz del cáncer de cuello uterino estará en marcha en 2024». En la web oficial, ni rastro.

En La Rioja, en cambio, esta prueba ya alcanza a todas las riojanas de entre 25 y 35 años. Y el siguiente paso es de 36 a 65. Y en Murcia, en 2023 el cribado que se hacía era oportunista.

En Andalucía la población diana es de 25 a 65, pero hoy solo es un «programa piloto en Cádiz», aunque «en julio se amplía a toda» la región, aseguran desde la Consejería.

En Cataluña, si bien, «a partir de los 30 años» se hace una prueba de detección del VPH como aconseja la UE.

«Al no haber datos recopilados no podemos saber dónde hay que poner el foco para mejorar la participación. En todo caso, es necesario que el personal sanitario traslade los beneficios de estos cribados y despejar dudas porque encontrarse bien no quiere decir que uno esté bien», recuerda Blanco.

«Es crucial realizar evaluaciones periódicas de los programas de cribado para identificar áreas de mejora y ajustar las estrategias según sea necesario», añade Sánchez Bayona, que recuerda que «es fundamental educar a la población sobre la importancia de los cribados de cáncer y los beneficios de la detección temprana», y «se deben eliminar las barreras que impiden el acceso a estos cribados», así como «implementar sistemas de recordatorios automáticos».

Los hombres piden al menos concienciación

A la espera de que se aprueben cribados de pulmón, próstata y gástrico, los hombres solo tienen opción de someterse al de colon y recto. «Nunca nos incluirán en cáncer de mama por la incidencia. Además, en nuestro caso serían ecografías, no mamografías, al no tener volumen. Por eso pedimos que al menos se incluya el cáncer de mama en hombres en las campañas de concienciación. En todo caso, ya que se hace la PSA a los 50 años, al menos se podría hacer una revisión mamaria y enseñar al hombre a explorar su mama y al menos decir que esto existe», pide Màrius Soler, presidente de la asociación de hombres afectados por cáncer de mama INVI.