¿Cuándo preocuparse por los eructos? Un cáncer o una mala alimentación pueden ser la causa

"No puedo dejar de eructar, ¿es preocupante?". La respuesta a esta pregunta solo puede otorgarla un profesional sanitario. Sin embargo, no está de más conocer que los eructos pueden ser el síntoma de enfermedades graves, trastornos digestivos y otros factores vitales como una mala alimentación.

En la mayoría de casos, los eructos no son la consecuencia de una enfermedad subyacente, sino que están provocados por tomar demasiado aire, ingerir refrescos y bebidas carbonatados o comer demasiado. Cada vez que tragamos saliva o alimentos, tragamos aire. Los eructos son la forma que tienen nuestro cuerpo de expulsar el aire del estómago y sirven para liberar el tracto digestivo de esta presión.

A pesar de que los eructos son una función corporal común, cuando alcanzan un nivel que interfiere con la vida diaria se definen como "trastornos por eructos". Según estudios internacionales, aproximadamente el 1% de las personas adultas padece eructos constantes, pero el porcentaje en España y los factores implicados en su aparición suelen ser desconocidos para los profesionales médicos.

Ahora, un estudio científico japonés revela cuáles son las principales causas de los trastornos relacionados con los eructos e invita a tenerlas en cuenta para no desarrollar enfermedades más graves o para detectarlas con la mayor previsión posible.

Qué puede producir un exceso de eructos: el mito de los refrescos

¿No puede dejar de eructar? Los hábitos alimentarios o una enfermedad podrían ser la causa, según la investigación publicado en The American Journal of Gastroenterology. El trabajo se realizó a través de una encuesta realizada por un equipo de la Universidad Metropolitana de Osaka a 10.000 personas adultas japonesas. Sus resultados revelan cuáles son los principales motivos de los trastornos relacionados con los eructos en esta población.

Los resultados mostraron que el 1,5%, es decir, 151 personas, padecían trastornos relacionados con los eructos. La prevalencia a eructar de forma constante y anormal era mayor entre los hombres, las personas que bebían alcohol y las que tomaban medicamentos para el reflujo ácido.

Además, se descubrió que la presencia de enfermedades gastrointestinales o trastornos digestivos, comer hasta sentirse saciado y masticar la comida con una frecuencia extremadamente baja o alta se relacionaron de forma significativa con el desarrollo de trastornos por eructos. Por el contrario y, sorprendentemente, el consumo elevado de bebidas carbonatadas no tenía ninguna relación.

Cómo dejar de eructar de forma constante

Yasuhiro Fujiwara, profesor de la Facultad de Medicina y autor principal del estudio, declara que «el problema de los trastornos por eructos es que su tratamiento lleva mucho tiempo y sólo se practica en un número limitado de centros médicos». En el futuro, espera que «la evaluación del número de veces que alguien mastica y los efectos de la mejora de los hábitos dietéticos en pacientes con trastornos por eructos proporcionará una opción de tratamiento que los pacientes podrán realizar por sí mismos».

Enfermedades relacionadas con los eructos

El estudio da cuenta de que las enfermedades más habituales que provoca eructos son las relacionadas con el tracto digestivo. En especial, el reflujo gástrico, una enfermedad crónica que provoca acidez. Otros motivos por los cuales eructas mucho pueden ser una hernia de hiato o una úlcera gástrica.

De forma extremadamente rara, eructar de forma constante puede esconder afecciones más graves como cáncer de colon, cáncer de esófago o cáncer de estómago. Sin embargo, no es un síntoma común de estas enfermedades y lo más probable es que el trastorno por eructos se deba a otro motivo.

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El estudio también apuntó que comer demasiado y llevar una mala alimentación puede desembocar en un trastorno por eructos. Dentro de los alimentos que pueden causar más eructos o molestias digestivas se encuentran los espárragos, alcachofas, fríjoles, brócoli, coles de Bruselas, repollo, coliflor, champiñones y cebollas. Las legumbres como los guisantes o las lentejas también pueden ocasionarlos. Además, para eliminar los eructos se debe eliminar el consumo de alcohol y también de caramelos o chicles.