El tiempo
¿Cuántos grados de temperatura puede soportar el cuerpo humano?
La actual estimación, una temperatura de bulbo húmedo de 35ºC, se utiliza con mucha frecuencia, pero "es muy conservadora", según indican los autores del estudio
Los últimos meses han sido los más cálidos en 125.000 años y, con toda seguridad, parece que 2023 batirá el récord de temperatura global, según los datos del servicio climático de Copernicus de la Unión Europea y del estudio de Climate Central. La Organización Meteorológica Mundial (OMM) respalda las peores predicciones y, coincidiendo estos días con el inicio de la Cumbre del Clima de Dubái (COP28), ha publicado sus datos.
A grandes rasgos, parece que aún sin contar con las cifras de los dos últimos meses del año, 2023 alcanzó los 1,40 ºC por encima de la temperatura media de la era preindustrial. Nos estamos acercando peligrosamente al límite de calentamiento global (1,5ºC) marcado por el Acuerdo de París como el umbral que no debemos superar. Los científicos han advertido durante décadas que sobrepasar esta línea roja podría tener consecuencias catastróficas e irreversibles en el planeta y sus ecosistemas, así como para la salud humana.
La pregunta que se hace la comunidad científica ahora es la siguiente: ¿hasta qué temperatura puede aguantar nuestro cuerpo? La pregunta ha sido abordada en varias ocasiones este año, siendo quizá la más relevante la publicación de un estudio en la revista Nature, en el que se advirtió que el calor récord alcanzado en el verano de 2022 causó más de 61.000 muertes en Europa, que un estudio español liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona elevó a más de 70.000. Un cifra histórica.
Está claro que las olas de calor tienen graves consecuencias para la salud. Sus efectos han sido noticia en todo el mundo este año, incluso en noviembre, cuando una mujer de 23 años murió de una parada cardiorrespiratoria en un concierto de Taylor Swift en Brasil, ya que ese día, en el recinto del concierto, la sensación térmica superó los 60ºC.
Ahora una investigación publicada en Nature Communications se pregunta cuál sería la temperatura límite a la que los seres humanos pueden sobrevivir. "Durante la última década, hemos estado utilizando lo que llamamos una 'temperatura de bulbo húmedo' de 35 grados centígrados, o 95 grados Fahrenheit, como límite para la supervivencia humana", explica Jenifer Vanos, Científica Sénior de Futuros Globales en el Laboratorio Global de Futuros Julie Ann Wrigley.
El límite de la temperatura del bulbo húmedo para la supervivencia humana indica las combinaciones máximas de temperatura y humedad que los seres humanos pueden tolerar sin sufrir un golpe de calor inevitable durante una duración fija de la exposición. Sin embargo, la investigación demuestra que los límites actuales de temperatura y humedad utilizados para la supervivencia humana no reflejan con precisión los impactos de un planeta en calentamiento en la salud humana.
"La idea es que se puede sobrevivir hasta seis horas con ese nivel de exposición al calor", señala Vanos. El problema es que "esa cifra realmente simplifica en exceso lo que ocurre fisiológicamente en el cuerpo cuando éste se expone a esa temperatura, y no tiene en cuenta otras variables importantes como la edad u otros factores de vulnerabilidad". En efecto: indican que se están subestimando los riesgos.
Por ejemplo, supone que la persona está en el interior o a la sombra, sin ropa y está totalmente aclimatada al calor. Pero estos supuestos no coinciden, en la mayoría de los casos, con la forma en que la humanidad se desenvuelve durante el verano. Por eso, el nuevo trabajo modela escenarios que se ajustan a factores como la humedad, la edad, el nivel de actividad y la exposición al sol, y ofrece una gama de temperaturas seguras en función de las circunstancias.
"En el 99,9% de los casos se produce muerte por insolación"
Los autores del artículo matizan que en el 99,9% de los casos se produciría la muerte por insolación debido a hipertermia o golpe de calor cuando la temperatura central de un individuo excede los 43°C. Y así, el equipo definió el límite de supervivencia como alcanzar 43°C en ventanas de exposición de 3 o 6 horas para permitir la comparación con el supuesto de 35°C (muerte por insolación después de 6 horas).
Este estudio aplica principios fisiológicos y biofísicos para mejorar las estimaciones actuales de supervivencia en los climas actuales y futuros. De hecho, demuestra que las correspondientes temperaturas de bulbo húmero en tiempos secos son drásticamente inferiores. Los límites de supervivencia actualizados corresponden a 34,1 ºC para jóvenes y de entre 21,9–33,7 ºC para personas ancianas, lo que supone hasta 13,1 ºC menos que esos 35 ºC que se utilizan habitualmente. Para las mujeres adultas mayores, las estimaciones son entre 7,2 y 13,1 °C menos que los 35 °C.
Además, los límites de supervivencia a la temperatura del aire se reducen considerablemente con el calor húmedo, y más en el caso de las personas adultas mayores. "No sólo queríamos entender mejor las condiciones en las que la gente podría sobrevivir", explica Vanos. "Queríamos entender las condiciones que permitían a la gente vivir su vida. Si la única forma segura de vivir en una zona es ser completamente sedentario, la gente no querrá vivir allí. Ser capaz de pasar tiempo al aire libre y vivir tu vida sin ver un aumento sostenido de la temperatura central es una métrica realmente importante de entender hoy y a medida que avanzamos hacia el futuro".
"La actual estimación de la temperatura del bulbo húmedo en 35 grados centígrados se utiliza con mucha frecuencia, y un ejemplo es el informe del IPCC", afirma Ollie Jay, autor principal del artículo y director de la Incubadora de Investigación sobre Calor y Salud de la Universidad de Sídney. "Este tipo de informes puede influir en las políticas, pero utilizan un modelo de calor que es una estimación muy conservadora de las consecuencias que tendrá para los seres humanos. Si empezamos a utilizar un modelo más realista basado en el ser humano, los efectos serán más graves. Van a ser más generalizados y van a ocurrir antes de lo que estamos proyectando".
Vanos concluye: "Una de las cosas más importantes que espero que la gente entienda a partir de estos resultados es que las condiciones que son de supervivencia para una persona que es un adulto joven muy saludable pueden ser experimentadas de manera muy diferente por alguien que tiene una comorbilidad o está tomando medicamentos recetados". Y así, "a medida que avanzamos en las condiciones de calor extremo, tenemos que dar a la gente las herramientas que necesitan para hacer que los días no sobrevivibles sean sobrevivibles".
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