Entrevista
«Sin cuidar el cerebro no hay salud y podemos protegerlo con gestos diarios»
Entrevista a los doctores Jesús Porta-Etessam y José Mª Láinez, presidente y expresidente de la Sociedad Española de Neurología
Las cifras no dejan lugar a dudas: las enfermedades neurológicas son la principal razón de discapacidad y la segunda causa de muerte en todo el mundo. Y España no es ajena, pues se estima que más de 23 millones de españoles padecen algún tipo de enfermedad neurológica, un 18% más que la media mundial. Razón más que contundente para alzar la voz y plantar cara a esta epidemia silente, tal y como han hecho los doctores Jesús Porta-Etessam (J. P.) y José Miguel Láinez (J. M. L), presidente y expresidente de la Sociedad Española de Neurología (SEN), respectivamente, al coeditar el libro «Mantén joven tu cerebro», una obra tan práctica como rigurosa impulsada por la SEN y Adamed.
¿Por qué era necesario un libro así?
J. M. L.: Porque la estimación del crecimiento de las enfermedades neurológicas es tan enorme que ha llegado el momento de ser una parte activa para frenarlas. Por eso proponemos consejos prácticos y sencillos.
J. P.: Vimos que hacía falta un libro para la población general, pero no de autoayuda, sino que refuerce todos los mensajes para que la gente cuide su salud cerebral.
¿Falta concienciación?
J. P.: Las enfermedades neurológicas son tan variadas que eso dificulta su conocimiento entre la población. Hay mucho estigma y se piensa que es cosa de personas mayores y eso hace que la gente, erróneamente, no se plantee la necesidad de prevenirlas.
¿Qué ingredientes debe llevar la receta de promoción de la salud cerebral?
J. P.: Son de sentido común, pero basados en la evidencia científica. Lo primero es cuidar los factores de riesgo cerebrovasculares, como la tensión, la diabetes y el colesterol; evitar tóxicos como el tabaco, drogas o alcohol; reducir la exposición a la contaminación ambiental; seguir una alimentación mediterránea con aceite de oliva virgen, verduras, pescados y legumbres; realizar ejercicio físico periódico tanto aeróbico como muscular; cuidar el sueño; evitar los golpes en la cabeza y estar cognitiva y socialmente activos.
Pero la realidad es que vivimos en un mundo sedentario, con prisas, pegados a una pantalla... ¿Eso juega en contra?
J. P.: Sin duda. Tenemos una sanidad maravillosa, pero nuestra sociedad actual nos hace daño por el abuso de las pantallas, la autoexigencia, el estímulo constante, la sensación de que si no estás trabajando estás perdiendo el tiempo... Todo esto lo ha creado nuestro cerebro, pero va en su contra.
J. M. L.: Hay que decir a los jóvenes que cuanto más inactivos y menos se relacionen, peor será su salud cerebral, y sin ella no hay salud mental ni general. Hace falta interactuar más con los demás, salir al exterior, estimular los sentidos... Todo eso se está perdiendo.
¿Nuestro sistema sanitario está preparado para esa avalancha de futuras enfermedades neurológicas?
J. M. L.: Hay que pelear por añadir vida a los años y no años a la vida. El sistema sanitario ya está aguantando unos niveles de presión muy altos y cuanto más podamos reducir ese impacto será mejor para todos.
En el libro apuntan al «poder» de la actitud positiva. ¿Cómo ayuda?
J. P.: Solemos poner el foco en elementos que no son prioritarios, anticipando lo negativo que, quizá, nunca llegue, pero si tú te centras en las pequeñas cosas buenas que nos pasan cada día y aprendes a relativizar resulta más fácil ser feliz. Hay numerosas conexiones entre el afecto positivo y la salud, ya que esa actitud podría tener efectos a nivel cerebral, contribuyendo a la salud mental, la resiliencia y la toma de decisiones.
La ciencia cada vez conoce más del cerebro. ¿Hay motivos para ser optimistas?
J. M. L.: Muchísimos. Desde la IA hasta las nuevas terapias, pasando por los avances tecnológicos... Vamos por el buen camino.