¿Dónde está el 7% prometido por Sánchez para Sanidad?

En los últimos años la Sanidad pública ha sufrido un deterioro que terminó de eclosionar con motivo de la pandemia de Covid-19. Desde entonces, el número de pacientes en lista de espera no ha parado de crecer y cada vez se retrasa más la llegada de medicamentos innovadores que salvan vidas o mejoran la calidad de vida de los enfermos.

¿Cuál es el detonante de esta situación? Algunos expertos apuntan a un modelo de gestión obsoleto, aunque la mayoría lo atribuye a la falta de presupuesto. En estos momentos, España dedica un 6,7% del PIB a la Sanidad, un porcentaje que dista mucho del 8% que vienen aportando otros países y que en cualquier caso se aleja también del 7% que prometió Pedro Sánchez a comienzos de la legislatura pasada, cuando negociaba la formación de Gobierno con el entonces líder de Podemos, Pablo Iglesias.

Lejos de cumplir su palabra y de arreglar el desaguisado, la situación perdurará en 2024, aunque no se descarta que se perpetúe en el tiempo, a la vista de la negra evolución económica de nuestro país. En el plan presupuestario enviado a la Unión Europea por el Ejecutivo español, el porcentaje se mantendrá en el 6,7% el próximo ejercicio. Es cierto que el PIB será mayor, pero también lo serán los costes de personal, los gastos corrientes de los centros de salud y hospitales, y el precio de los fármacos disruptivos que están a punto de llegar. Llama la atención que esta insuficiencia presupuestaria pase desapercibida para los supuestos defensores de la sanidad pública, los sindicatos de clase y todos los actores y actrices a los que tanto les gusta manifestarse en Madrid contra Isabel Díaz Ayuso cada vez que hay elecciones. De momento, el silencio de todos ellos es absoluto. Tanto como su docilidad hacia el Gobierno.