Entrevista

Gabrielle Berbigier: «Un buen entorno laboral hace posible una mejor innovación farmacéutica»

Entrevsita a Gabrielle Berbigier, directora de Recursos Humanos de Novartis Europa

Gabrielle Berbigier
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Brasileña de nacimiento, Gabrielle Berbigier se considera una ciudadana del mundo, ferviente convencida de que el talento personal es el recurso más valioso de una compañía. Y así lo defiende desde hace tres años a través de la dirección de Recursos Humanos de Novartis en Europa, aunque su vinculación profesional con la farmacéutica suiza se remonta a 2009.

¿Cómo definiría la cultura de recursos humanos de Novartis en España?

Tenemos una filosofía basada en cuatro pilares: inspiradora, curiosa, sin jerarquías e íntegra. Todo ello desde la particularidad de cada país, que se respeta mucho. Apostamos por una transformación que nos ha permitido evolucionar mucho en términos de empoderamiento de los equipos, defendiendo conceptos como el de la cultura de seguridad psicológica donde cada uno trae lo mejor de sí mismo, no solo su figura más profesional, sino en la que cabe toda su personalidad como potenciadora del talento.

Solo en España son más de 2.100 profesionales de 50 nacionalidades... ¿Cómo logra que funcione ese engranaje?

Esas cifras reflejan que España se ha tornado en un país muy atractivo laboralmente, lo que ayuda a potenciar esa diversidad, y creo que habla mucho de la gran competencia de los profesionales que se encuentran aquí. Esta diversidad es muy enriquecedora cuando nos basamos en menos niveles jerárquicos y buscamos fomentar la creatividad, la flexibilidad y la eficiencia de los equipos.

¿Qué seña de identidad cree que diferencia a los trabajadores españoles?

Quizá la dinámica y la creatividad. Además, destacaría la energía positiva y la calidad de las relaciones personales.

¿Qué tienen de especial los recursos humanos del sector farmacéutico?

Algo que lo hace único es el propósito, porque trabajamos en una industria que puede cambiar la vida de las personas. Recibir esa gratificación es muy especial y la motivación de intentar traer un tratamiento innovador es muy potente. No es un sector encorsetado, sino que resulta abierto, cercano e informal, con un ambiente en el que los profesionales se sienten muy cómodos.

¿Profesionales con una mayor satisfacción personal y laboral harán posible una innovación farmacéutica mejor?

Totalmente. Cuando estás en un ambiente donde sientes que puedes dejar un legado y crees intensamente en esos valores la dedicación resulta mucho más motivadora. Aquí todos intentan dar su mejor versión. Invertimos mucho en herramientas para saber cómo se sienten los profesionales y que compartan sus emociones. Un trabajo puede dañar la salud y todo eso repercute a largo plazo en los pacientes.

La innovación forma parte de Novartis. ¿Cómo se plasma eso en lo laboral?

La flexibilidad siempre fue en nuestros genes, buscando el equilibrio familiar y laboral. Otro gran cambio es apostar por ambientes físicos abiertos, que fomentan las relaciones interpersonales, así como la política del equipo «unboss», que pasa por empoderar a los profesionales y que aprendan de sus errores, con líderes que dejan hacer.

El 54% de la plantilla de Novartis es femenina. ¿Qué impacto tiene eso?

Estamos por encima de la media de mujeres en la industria farmacéutica en España y en nuestro comité de dirección aquí hay un 67% de féminas. Apostamos por la diversidad en general y la combinación de perfiles.

¿Qué ha cambiado la pandemia?

Ha acelerado el modelo híbrido entre presencialismo y teletrabajo, pero nos ha enseñado la importancia del contacto humano y cómo eso marca la diferencia en los equipos. El equilibro entre ambos resulta fundamental, pero la clave del éxito está en la flexibilidad. Esto no volverá atrás.