Salud

Hacer la compra y otras actividades que pueden reducir el riesgo de cáncer hasta un 32%

¿Le cuesta hacer ejercicio? Un estudio analiza a más de 20.000 personas inactivas y revela que realizamos tareas vigorosas sin percatarnos que reducen las probabilidades de desarrollar enfermedades oncológicas

Mujer e hija compra supermercado
Jugar con los hijos enérgicamente también cuenta como "ejercicio de intensidad" según los investigadoresFreepik

Que llevar una vida activa reduce las probabilidades de contraer enfermedades crónicas es un hecho. Lo que los investigadores científico-médicos tratan de descubrir ahora es cuánto es suficiente y hasta qué punto llega la efectividad.

En este sentido, una nueva y prometedora investigación sugiere que solo unos minutos de actividad vigorosa al día pueden bastar para reducir el riesgo general de cáncer hasta en un 18% y el de los tipos de cáncer relacionados con la actividad física en un impresionante 32%. No es la primera vez que se apunta al ejercicio de intensidad como el más prometedor para mantener alejadas enfermedades como el alzhéimer o el hígado graso.

El nuevo estudio apunta que realizar sólo unos minutos de actividad física intensa podría alcanzar este porcentaje de reducción del riesgo de cáncer y qué ejercicios que realizamos de manera diaria, como hacer y cargar la compra, se ajustan a este baremo.

Para alcanzar sus conclusiones el trabajo, los investigadores de Centro Charles Perkins de la Universidad de Sídney (Australia) siguieron la actividad diaria de más de 22. 000 personas que no realizan habitualmente ejercicio físico y las controló durante casi siete años.

Durante el experimento, trataron de hacer algo así como "aplicar los principios del entrenamiento físico a la vida cotidiana". Por ello acuñaron el término actividad física vigorosa intermitente o VILPA (por sus siglas en inglés) para describir los breves periodos de actividad que realizamos con entusiasmo cada día. Se trata de actividades que duran alrededor de un minuto cada una, como algunas tareas domésticas enérgicas.

Emmanuel Stamatakis, catedrático de la Universidad de Sídney y autor principal del estudio, señala que, aunque se sabe que los adultos que no hacen ejercicio tienen un mayor riesgo de desarrollar ciertas clases de cáncer (entre ellas, mama, endometrio o colon), los investigadores no habían medido antes el impacto de formas menos estructuradas de ejercicio intenso.

"Sabemos que la mayoría de las personas de mediana edad no hacen ejercicio con regularidad, lo que las expone a un mayor riesgo de cáncer, pero hasta la llegada de la tecnología portátil, como los rastreadores de actividad, no hemos podido estudiar el impacto de las breves ráfagas de actividad física incidental que se realizan en la vida cotidiana", explica.

Resultados: entre 3,5 y 4,5 minutos diarios de tareas domésticas

En una muestra de estudio de 22.398 personas con una edad media de 62 años que no hacían ejercicio en su tiempo libre y que solo daban uno o ningún paseo lúdico a la semana. Excluyeron del estudio a quienes habían padecido cáncer anteriormente y observaron su actividad mediante dispositivos para llevar en la muñeca que miden el movimiento.

¿Los resultados? Durante el estudio se hallaron 2.356 nuevos casos de cáncer, de los cuales 1.084 estaban relacionados con la actividad física. Se determinó que un mínimo de unos 3,5 minutos diarios de VILPA estaba asociado con una reducción de hasta el 18% en la incidencia de cáncer global (en comparación con la ausencia de VILPA).

Por otro lado, 4,5 minutos diarios se vincularon con una reducción de hasta el 32% en la incidencia de cáncer relacionado con la actividad física. En el estudio se incluyeron 13 tipos de cáncer asociados a la actividad física: hígado, pulmón, riñón, cardias gástrico (un tipo de cáncer de estómago), endometrio, leucemia mieloide, mieloma, adenocarcinoma colorrectal, de cabeza y cuello, vejiga, mama y esófago (cáncer de esófago).

Los mayores beneficios en la reducción del riesgo de cáncer se observaron en las personas que realizaban pequeñas cantidades de VILPA en comparación con las que no realizaban ninguna; sin embargo, los beneficios crecieron con niveles más altos de VILPA diaria, en particular para los cánceres relacionados con la actividad física.

¿Qué actividades cuentan para reducir el riesgo de cáncer?

Los participantes realizaron la mayor parte de la VILPA (el 92%) se realizó en sesiones de hasta 1 minuto. Los investigadores incluyeron actividades como caminar con intensidad (correr hacia el lugar de trabajo o hacia la parada del transporte público), cargar una compra pesada del supermercado, subir las escaleras, jugar con los hijos a una intensidad alta o realizar tareas de limpia enérgicas, como limpiar los cristales.

Los investigadores utilizaron datos del Biobanco del Reino Unido, un gran repositorio de información sobre medio millón de personas, pero sólo incluyeron a los que se identificaron como "no ejercitantes", es decir, los que declararon no hacer ejercicio en su tiempo libre ni pasear con regularidad. Los resultados se han publicado en la prestigiosa revista JAMA Oncology.

Por lo menos 150 minutos semanales

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), actualmente debemos realizar al menos 150 minutos semanales de actividad de intensidad moderada o al menos 75 minutos semanales de actividad de intensidad vigorosa. La actividad física podría estar asociada a un menor riesgo de cáncer porque el ejercicio limita la inflamación y ayuda a prevenir la obesidad, entre otras razones.

"Tenemos que seguir investigando este vínculo mediante ensayos sólidos, pero parece que la VILPA (actividad física vigorosa intermitente en el estilo de vida) puede ser una prometedora recomendación sin coste para reducir el riesgo de cáncer en personas a las que el ejercicio estructurado les resulte difícil o poco atractivo", asegura Stamatakis.

"Apenas estamos empezando a vislumbrar el potencial de la tecnología 'weareble' para hacer un seguimiento de la actividad física y comprender cómo afectan a nuestra salud a largo plazo aspectos inexplorados de nuestras vidas; el impacto potencial en la prevención del cáncer y en otros muchos resultados sanitarios es enorme", concluye. Uno de los últimos ejemplos más importantes fue descubrir que los relojes inteligentes predicen el párkinson años antes de los primeros síntomas.