Opinión

La ley para los afectados por ELA urge más que la amnistía

Durante los aplazamientos han fallecido más de 2.000 afectados esperando que se hiciera efectiva la ley

Imagen de algunos de los afectados de ELA que acudieron al Congreso, como el exfutbolista Unzúe
Imagen de algunos de los afectados de ELA que acudieron al Congreso, como el exfutbolista UnzúeLa Razón

Aunque la mayoría de los pacientes sufren en primera persona el severo deterioro que se ha producido de la Sanidad pública durante el mandato del último Ejecutivo de izquierdas, los enfermos de Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) son, posiblemente, unos de los más afectados por la inacción gubernamental y la desidia del PSOE y Podemos en este área tan sensible del Estado de Bienestar.

Resulta que la ley destinada a proporcionarles una atención integral y que debía tramitarse en el Congreso decayó con el fin de la legislatura y la convocatoria de elecciones tras sufrir 41 aplazamientos en su tramitación en año y medio. Dicho letargo legislativo clama más al cielo, si cabe, al ser promovido por grupos políticos que respaldan a un Ejecutivo que ha abusado hasta la saciedad de la fórmula del decreto ley, pensada para situaciones de urgencia ante situaciones excepcionales, con el fin de regular temas de su mera conveniencia cuya celeridad no estaba justificada. El asunto no es baladí. Durante los aplazamientos han fallecido más de 2.000 afectados esperando que se hiciera efectiva la ley, según la confederación de entidades que les representa.

De todas las iniciativas que debe abordar el nuevo Ejecutivo si al final prospera la investidura de Pedro Sánchez, esta es, probablemente, la que más urge. Más, desde luego, que la ley de amnistía diseñada para perdonar a los secesionistas catalanes. Hace falta ya que se instaure el acceso prioritario de los enfermos a servicios multidisciplinares especializados, garantizar el acceso a fisioterapia domiciliaria y atención 24 horas, y agilizar el reconocimiento de incapacidad permanente y de discapacidad. Si hace falta dinero, que se quite de otros lados, pero que se legisle ya.