Premios A TU SALUD
Mutuas de accidentes de trabajo: una historia de éxito de 125 años
Premio Especial por su 125 aniversario
La Ley de Accidentes de Trabajo de 1900, conocida como Ley Dato, estableció la responsabilidad objetiva de los empresarios frente a un accidente de trabajo. Con este motivo, en aquel momento nacieron las primeras mutuas de accidentes de trabajo como asociaciones privadas de empresarios para proteger a los trabajadores frente al accidente laboral, una tarea de la que ahora se cumplen 125 años caracterizados por el éxito, lo que ha sido reconocida con el Premio Especial del suplemento A TU SALUD.
«El aseguramiento del accidente de trabajo fue el primer seguro social en nuestro país, de tal forma que los empresarios que se asociaron para constituir las mutuas fueron los pioneros de la protección social, germen de lo que en los años 60 del pasado siglo se estructuró como sistema de Seguridad Social, y pilar fundamental de la protección social en España», asegura Juan Roca, presidente de la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT), quien hace hincapié en que «en estos 125 años, las mutuas han velado por la seguridad y salud de los trabajadores, comprometidas con la competitividad de las empresas, con la máxima vocación de servicio y leal colaboración con la Seguridad Social, siendo el paradigma de la colaboración público-privada en España. Una historia de éxito de 125 años».
Prevenir accidentes y enfermedades
Las hoy mutuas colaboradoras con la Seguridad Social se han encargado desde su nacimiento de prevenir los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales, de curar a los trabajadores cuando se ha materializado un accidente o una enfermedad profesional y de abonar una prestación económica durante el periodo que no han podido trabajar o, incluso, si la incapacidad resulta definitiva, una indemnización o subsidio periódico. Asimismo, vienen realizando actuaciones de rehabilitación y reinserción laboral.
Pese a la importante labor que las mutuas desempeñaron en la implantación de una cultura preventiva en las empresas, «fue en el año 2015, como consecuencia de la publicación de la conocida como ''Ley de Mutuas'', cuando se prohibió a estas actuar como servicios de prevención ajenos, imponiéndoles la obligación de desinvertir en sus sociedades de prevención, permitiendo, a partir de esta fecha, que las mutuas continuasen realizando actividades preventivas exclusivamente “con cargo a las cotizaciones sociales”. Curiosa forma de agradecer a unas instituciones como las mutuas su dedicación durante 115 años a la seguridad y salud de los trabajadores en las empresas», lamenta Roca.
En 1997, con la aprobación del Reglamento de los Servicios de Prevención, a las mutuas se las consideró como el vehículo idóneo para integrar la cultura preventiva en las empresas. Y fue también a mediados de los años 90 del pasado siglo cuando se encargó a las mutuas la colaboración en la gestión para el pago de la prestación económica de incapacidad temporal por contingencias comunes. En relación con esta prestación, «las mutuas siguen solicitando poder prestar una asistencia sanitaria integral, pudiendo dar altas médicas en los procesos de baja laboral por contingencias comunes diagnosticadas como procesos traumatológicos, ya que, con la implementación de esta medida, se podría recuperar la salud de los trabajadores que las padecen en un tiempo notablemente inferior y obtener un ahorro económico para el sistema de Seguridad Social y para las empresas», argumento Roca.
Colaboración con la Seguridad Social
En los últimos 25 años se han otorgado por ley otras prestaciones públicas para que las mutuas colaboraran en su gestión con la Seguridad Social: en 2007 la prestación por riesgo durante el embarazo y por riesgo durante la lactancia; en 2010 nació la prestación económica por cese de actividad de los trabajadores por cuenta propia o autónomos; en 2011 las mutuas asumieron la gestión económica de la prestación para el cuidado de menores afectados por cáncer u otra enfermedad grave... «La pandemia en 2020, el volcán de La Palma en 2021, la DANA de 2024... Estos desastres han sido afrontados desde las mutuas tanto a nivel sanitario como en la gestión de millones de prestaciones, con el esfuerzo y sacrificio de nuestros profesionales», defiende Roca, quien insiste en que «desde su nacimiento, las mutuas han estado al servicio de los trabajadores y de las empresas, y desde mediados de los años 60, comprometidas con la sostenibilidad del sistema de la Seguridad Social. La financiación de las prestaciones en cuya gestión colaboran las mutuas es pública, pero no debe olvidarse que casi en un 90% se abonan con cargo exclusivo a las cotizaciones de empresas y el restante con cargo a los trabajadores».
Las mutuas son asociaciones privadas de empresarios. «Esto no debe olvidarse, y si las prestaciones son públicas, la organización y el régimen interno de las mutuas debe ser privado. Su condición privada no debe desnaturalizarse. Si las empresas tienen la responsabilidad también deben tener el gobierno. No puede ser de otra manera», reclama Roca. Y los datos lo avalan, pues a cierre de 2024, las mutuas tienen asociadas voluntariamente a más de 1.420.000 empresas, disponen de 22 hospitales,1.093 centros asistenciales por toda España y dan trabajo a 21.700 profesionales, más de 11.000 de carácter sanitario.