Entrevista
«La natación en piscina cubierta no se recomienda en caso de asma»
"El paciente puede tener una exacerbación en caso de abandonar la medicación", recuerda el Dr. Joaquín Sastre Domínguez, jefe del Servicio de Alergología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, en Madrid
1. ¿Cuál es la prevalencia del asma en nuestro país? ¿Va en aumento su incidencia? ¿En menores también? ¿A qué puede deberse?
Según datos del año 2017, la prevalencia de asma en niños de cero a 14 años es del 4,5%, siendo más común en niños (5,4%) que en niñas (3,7%). En adultos, se estima que alrededor del 3-5% de la población padece asma. La región con más prevalencia de asma es Canarias. En las últimas décadas hay un ligero aumento en menores y es algo mayor en adolescentes. En general, en los países de Europa occidental esta tendencia también es similar.
2. ¿Qué pesa más en el desarrollo del asma: la vida sedentaria, tener mascota o la exposición al tabaquismo, por ejemplo?
La vida sedentaria no es un factor de riesgo para desarrollar asma. Sin embargo, la exposición al tabaquismo en niños sí es un factor de riesgo para desarrollar asma, mientras que en adultos es un factor que agrava el asma y lo hace más resistente a tratamientos. En cuanto a tener mascotas, en los primeros años de vida es casi un factor protector frente a desarrollar asma por sensibilización a mascotas, pero en edad más tardía sí es un factor de riesgo, sobre todo los gatos.
3. ¿Con qué síntomas se debería acudir al especialista?
«Pitos en el pecho», acompañados o no de tos, y sensación de falta de aire de forma recurrente son los síntomas más frecuentes de asma. Habitualmente, son atendidos en atención primaria por el médico de familia o por el pediatra, que decide su envío a un especialista.
4. ¿Qué prueba se utiliza para saber realmente si un paciente tiene asma?
Además de los síntomas, la prueba de espirometría es muy útil en muchos casos, así como la detección de alergia a diferentes alérgenos y la determinación de óxido nítrico exhalado. Sin embargo, en ocasiones hay que recurrir a pruebas más sofisticadas, como la de determinación de hiperreactividad bronquial con metacolina inhalada.
5. ¿Se puede prevenir el asma?
No es fácil, pero hay ciertas medidas que parecen que han demostrado cierta utilidad, como evitar la exposición prenatal y postnatal al humo del tabaco; la lactancia materna exclusiva durante al menos los seis primeros meses, ya que puede reducir el riesgo de sibilancias y asma en la infancia; evitar la exposición a contaminantes ambientales como dióxido de nitrógeno o partículas en suspensión, y el control de infecciones respiratorias en la infancia temprana, sobre todo las virales. Ahora se puede a ver con la vacunación frente al virus respiratorio sincitial.
6. ¿Es cierto que la mitad de los españoles no usan bien los inhaladores? Y de ser así, ¿a qué se debe?
Desgraciadamente, es así. Es importante que enseñemos bien a los pacientes cómo utilizar los distintos dispositivos existentes, y repasar la técnica con ellos cuando acuden a revisión, si es necesario. Y recordarles que se paren a pensar cómo hacerlo correctamente cuando lo utilizan.
7. ¿Cuál es el riesgo de abandonar la medicación por decisión propia sin respaldo médico?
El riesgo de abandono de la medicación antiasmática es que el paciente tenga una «exacerbación» de su asma más o menos grave y una necesidad de medicación más intensa y con más efectos secundarios, como, por ejemplo, el uso de corticoides por vía sistémica –oral o parenteral–.
8. ¿Es recomendable hacer deporte si se tiene asma? ¿Cuáles y en qué época del año?
Intentamos que todos los asmáticos hagan su deporte preferido con la medicación que necesiten, pero el ejercicio físico en sí no mejora ni empeora el asma. El único deporte, quizás, menos recomendado es la natación en piscina cubierta, por el efecto perjudicial del cloro ambiental que se genera.
9. No lo sabía. ¿Qué porcentaje de pacientes asmáticos se puede decir que están realmente controlados?
En los estudios que hemos realizado cerca del 50% no están bien controlados, aunque los métodos para medir este control tienen ciertas limitaciones. De cualquier forma, casi siempre se debe a la falta de adherencia al tratamiento y a la presencia de ansiedad.
10. ¿Se puede curar el asma? Y alguien que tiene asma, ¿puede dejar de tenerlo?
Algunos tipos de asma se pueden curar. Generalmente son algunos relacionados con la sensibilización a alérgenos, con su evitación total y, a veces, con el uso de inmunoterapia. En el caso del asma no atópico o intrínseco esto solo pasa en pocos casos y por evolución natural del asma con la edad.