Fármacos
Los pacientes con cáncer de pulmón logran un año más de vida gracias a una nueva combinación de fármacos
El SNS cubre ya el uso de amivantamab y lazertinib como tratamiento de primera línea para pacientes adultos con cáncer de pulmón no microcítico avanzado con mutaciones en el receptor del factor de crecimiento epidérmico
Casi 300.000 personas recibirán este año el diagnóstico de un cáncer. De pulmón, que es el tercero más frecuente y que sigue siendo a día de hoy el más letal, unas 20.000.
Pero no es lo mismo un tumor que otro. El cáncer de pulmón no microcítico (CPNM), que se caracteriza por crecer y diseminarse más lentamente que el de células pequeñas es el tipo más común de cáncer de pulmón, "el 85% aproximadamente de los casos y, según diferentes estudios, el 15% presenta una mutación en el receptor del factor de crecimiento epidérmico (EGFR)", explicó Jacobo Muñoz, director médico de Johnson & Johnson.
El cáncer de pulmón supone un gran reto. El diagnóstico tardío y la ineficacia a largo plazo de las terapias actuales explican que solo uno de cada cinco pacientes sobreviva más de cinco años. Y en concreto el CPNM es responsable del 85% de las muertes asociadas a este tipo de tumor.
Además, "el 38% de los pacientes con cáncer de pulmón, casi 4 de cada 10, no recibe una segunda línea de tratamiento", incide Muñoz.
Pues precisamente Johnson & Johnson ha anunciado que ya esta disponible en España, y cubierto por la Seguridad Social, la combinación de amivantamab y lazertinib para el tratamiento en primera línea de pacientes adultos con CPNM avanzado con mutaciones de tipo deleción en el exón 19 o de sustitución L858R en el exón 21 en el receptor del factor de crecimiento epidérmico.
Una buena noticia para los pacientes, ya que esta combinación produce un aumento en la supervivencia libre de progresión de 7,1 meses y una reducción del 30% en riesgo de progresión o muerte con respecto al tratamiento estándar (con osimertinib), a tenor del estudio en fase 3 "Mariposa", en el que han participado 74 pacientes reclutados en 16 centros españoles como los hospitales universitarios La Paz y La Coruña.
Además, la combinación de amivantamab más lazertinib ha demostrado una mejora clínica y estadísticamente significativa en la supervivencia global en comparación con el tratamiento estándar actual de monoterapia.
La mediana de supervivencia, si bien no se ha alcanzado todavía, se espera que sea al menos un año más larga con esta combinación de fármacos. Es decir, 4 años en total, cuando en estos pacientes la medida de supervivencia se sitúa entre los dos y los tres años.
"Y la tasa de respuesta de los pacientes, según el estudio 'Mariposa', está por encima del 80%", afirmó Muñoz.
"Identificar esta mutación EGFR nos permite bloquear la diana, y así bloquear el crecimiento del tumor. En la actualidad, el promedio de supervivencia de estos pacientes no va más allá de los 3 años. El ensayo 'Mariposa' ha demostrado que al usar esta combinación de fármacos estamos bloqueando EGFR y el principal escape que tiene este tumor. Y esto es clave y ha permitido que hayamos roto este techo de 3 años de supervivencia", destacó Javier de Castro, jefe de Sección de Oncología Médica del Hospital Universitario La Paz.
"Avanzar un año más de vida de promedio -incide- supone mucho para los pacientes, ya que muchos de ellos alcanzarán los 4 años y también habrá pacientes que logren continuar de forma crónica".
"Vivir con la enfermedad controlada es clave", recordó Rosario García Campelo, jefa de Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario de La Coruña.
Además, "nuestros fármacos suelen administrarse por vía intravenosa, pero que amivantamab permita también la opción subcutánea (lazertinib es un fármaco oral diario) significa eficiencia para el sistema sanitario y comodidad para el paciente, ya que va a tener que pasar menos tiempo en el hospital", incidió la doctora, que aseguró que "la eficacia es la misma tanto si se administra de un modo como de otro".
De modo que el lazertinib se toma de forma oral y diaria, y el "anticuerpo bioespecífico cada tres o cuatro semanas", añade De Castro. En ambos casos, y sin importar la forma de administración, no importa que se tome o se reciba con o sin alimentos.
En cuanto a los efectos secundarios, la doctora señaló "rash cutáneo, paroniquia (daño en las uñas), diarrea y edemas, reacciones todas ellas que se dan sobre todo en las primeras infusiones del tratamiento". Es decir, en los primeros ciclos.