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Entrevista

«Los pies planos potencian y empeoran los juanetes»

"El uso de un calzado ancho que no comprima la punta del pie es la mejor profilaxis" recomiendan a la sección "10 preguntas" los doctores Eduard Rabat y Josep Torrent, jefe de Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología de pie y tobillo del Hospital Quirónsalud Barcelona y experto en cirugía mínimamente invasiva de la misma unidad, respectivamente

Dres. Eduard Rabat y Josep Torrent MIQUEL GONZÁLEZSHOOTING

1. ¿Por qué salen los juanetes?

Dr. Eduard Rabat (E. R.): Existe un componente hereditario muy claro. Muchas veces se salta una generación y el paciente te explica que los abuelos tenían el pie deformado. Después hay un factor sociosanitario donde influye el calzado, tipo de trabajo, etc.

2. ¿Qué porcentaje de población sufre juanetes? ¿A qué edad suelen salir?

E. R. : En Europa, la prevalencia de hallux valgus es del 18%. Existe el congénito, el juvenil y el que aparece en la edad adulta, que es el más frecuente.

3. ¿Los niños también?

E. R. : Son casos raros y se deben a malformaciones congénitas de los huesos del pie.

4. ¿Hay tipos de juanetes?

E. R. : Solo existe un tipo de juanetes. Lo que diferenciamos es la gravedad de la deformidad. El nombre científico del juanete es hallux valgus y comporta siempre una alteración mayor o menor de los ángulos entre el primer y segundo metatarsianos.

5. ¿Cuáles son los síntomas?

E. R. : El dolor en la eminencia medial al caminar o con el uso de calzado estrecho. En muchos casos el juanete no duele, pero provoca dolor en el resto del antepié, callosidades metatarsales, dedos en martillo, etc.

6. ¿Por qué es importante acudir cuanto antes al especialista?

Dr. Josep Torrent (J. T.): Puede ser importante tratar otras patologías asociadas que interfieren y empeoran las deformidades como el juanete. Una de las más típicas son los pies planos, que potencian y empeoran los juanetes al generar una presión excesiva sobre el primer metatarsiano y el primer dedo. Un tratamiento con plantillas para corregir un pie plano infantil puede ser muy útil en la prevención de los hallux valgus.

Asimismo, cuando el paciente empieza a experimentar los primeros síntomas, un buen tratamiento podológico a base de plantillas puede ser muy útil e incluso evitar ulteriores cirugías. Con lo que no estamos de acuerdo y, por tanto, no podemos recomendar es con el uso de aparatos más o menos sofisticados que se publicitan profusamente.

7. ¿Se puede hacer algo para convivir con ellos?

J. T. : El uso de un calzado ancho que no comprima la punta del pie es la mejor profilaxis. Asimismo, si existe un pie plano concomitante, las plantillas pueden ser de gran ayuda. A parte de todo esto, no existe ningún aparato ortopédico ni artilugio que sea útil para prevenir o curar los juanetes.

8. ¿En qué casos es necesario una cirugía?

J. T. : La cirugía se reserva para los juanetes que duelen o que provocan graves alteraciones en el resto del pie. La decisión de operarse de juanetes debe ser un acto fruto de la reflexión compartida con el traumatólogo. Deben valorarse varios factores como el dolor, las expectativas del paciente, la gravedad de la deformidad y, obviamente, también es importante el factor estético, pero no puede ser el único.

Diríamos que un pie operado debe quedar siempre bonito, por descontado, pero no debemos aceptar que alguien se opere solo porque no le gusta la forma de su dedo gordo; esto es muy peligroso y suele terminar mal. Factores como el dolor, la gravedad de las deformidades concomitantes como dedos en martillo, metatarsalgia, dificultad para calzarse, etc., deben ser los principales motivos para emprender una cirugía de juanetes.

9. Tras una cirugía, ¿puede salir un nuevo juanete en esa zona?

J. T.: Si la cirugía se practica correctamente no tiene por qué volver a salir. Nosotros somos partidarios acérrimos de la cirugía no invasiva, que nos ha dado resultados excelentes. La recuperación es muy rápida y el dolor prácticamente inexistente. Es verdad que la cirugía del pie tiene fama de ser muy dolorosa, de que los pacientes sufren muchísimo… Esto viene de muchos años atrás, cuando realmente el dolor era insoportable. Hace 30 años la cirugía era abierta, con tremendas incisiones y con unas anestesias muy precarias, pero hoy en día la cirugía no invasiva, la cirugía percutánea y la artroscopia nos permiten operar a los pacientes a través de pequeñas incisiones de medio centímetro. Con esto conseguimos minimizar lo que se conoce como daño quirúrgico, pero sin perder ni un ápice de eficacia.

El paciente tiene un dolor mínimo, en muchos casos inexistente, fácilmente controlable con fármacos suaves. Asimismo, la anestesia también ha evolucionado de forma extraordinaria. Estamos utilizando técnicas de bloqueo nervioso a nivel del tobillo con fármacos que tienen una duración de más de doce horas. Gracias a todo ello la recuperación se acelera. El paciente en un 90% de los casos puede marchar a su casa las pocas horas de la intervención y con un zapato especialmente diseñado para la cirugía del antepié permitimos caminar desde el primer momento.

Aun así, los primeros días recomendamos un poco de tranquilidad. Controlamos el proceso semanalmente, nos gusta cambiar los vendajes con frecuencia, lo cual redunda en un mayor confort para el paciente y a partir de los 3-4 días se permite reiniciar las actividades básicas del paciente, como salir a la calle, trabajar, siempre que no sea una actividad física, e incluso viajar si es necesario. Al mes, el paciente ya puede utilizar zapato deportivo cómodo o sandalias en función de la época del año, y recomendamos una buena fisioterapia. A partir de aquí la progresión suele ser constante hasta la total curación.

10. ¿Qué se puede hacer para reducir los riesgos de juanetes?

J. T. : El uso de calzado adecuado es la mejor prevención. Aun así, si la genética del paciente es positiva, poco se puede hacer para evitar su aparición.