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Controversia

Preocupación por los cambios en la política de vacunas de Estados Unidos

Los expertos consideran que los ceses realizados en el Comité Asesor de Prácticas de Inmunización son un gran paso atrás que traerá consigo consecuencias a nivel global

Vacunas Estados Unidos DREAMSTIMELA RAZÓN

Las vacunas suponen uno de los grandes avances de la Medicina, salvando millones de vidas. Además, ha erradicado enfermedades como la viruela y convertido en anecdóticas, en casi todo el mundo, la polio, el sarampión o la rubeola.

Pero existe una honda preocupación entre los expertos de Salud Pública de todo el mundo por los cambios en el Comité Asesor de Prácticas de Inmunización (ACIP en sus siglas en inglés). A principios de junio, Robert Kennedy Jr., secretario de Salud de los Estados Unidos, despidió a la mayoría de miembros de este organismo –creado hace más de 60 años– y los sustituyó por ocho personas sin experiencia en el ámbito de las vacunas, excepto en un caso. Muchos de ellos, de hecho, son conocidos por su postura antivacunas y por su crítica tanto a su seguridad como a las medidas tomadas durante el confinamiento.

«Es un gran paso atrás», ha declarado en la prestigiosa revista «Science» Paul Offit, vacunólogo en el Hospital Infantil de Filadelfia. En su opinión, «el principal impacto será que tanto la comunidad médica como la científica no confiará en las recomendaciones del ACIP».

«Lo vemos con mucha preocupación, porque el ACIP es un faro en el que se mira todo el mundo. Es un lugar de referencia e información fiable y avanzada y la pérdida de nuestro punto de referencia nos deja muy tocados en cuanto a información: sus análisis eran fundamentales», recalca Jaime Pérez, presidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV).

Pérdida de confianza

Eduardo Satué, presidente de la Sociedad Española de Salud Pública (Sespas), recuerda que los motivos para sustituir a los miembros del comité, según Kennedy, «es que tienen conflictos de interés. Pero no lo ha demostrado. Y los sustitutos han sido nombrados a dedo, lo que genera cierta inseguridad en los procedimientos”.

En Estados Unidos, el calendario vacunal es único y está apoyado y firmado por diferentes instituciones, como la Academia Americana de Pediatría, la Academia Americana de Medicina de Familia y otras sociedades científicas. «Estamos pendientes de los pasos que van a dar», anuncia Pérez.

El panorama, además, se ve ensombrecido por los diferentes brotes de sarampión y gripe aviar que hay en Estados Unidos en la actualidad. Para el presidente de la AEV «que el principal organismo de Salud Pública vaya a comenzar a dar información contraria a las vacunas, va a tener una repercusión clara en cuanto a que muchas de las personas que confían en las vacunas pueden llegar a desconfiar. Sinceramente creo que los brotes pueden pasar a ser una circulación continuada del sarampión y otras enfermedades transmisibles, porque es probable que las coberturas vacunales bajen». Satué, coincide en que la pérdida de confianza de la ciudadanía puede ser un gran problema «y jugar con esa credibilidad podría hacer daño a la población en Estados Unidos».

La voluntad de ambas partes es cerrar el pacto y terminar con esta anomalíaDREAMSTIMELA RAZÓN

Puede pensarse que el problema se circunscribe de manera exclusiva a Estados Unidos. Pero no hay barreras en un mundo globalizado. Pérez recuerda que viajamos «mucho. Y si un brote no se controla en una parte del mundo, es más fácil que no lo esté en otro. Es cierto que los más perjudicados van a ser los estadounidenses, pero puede pasar que influya en la opinión pública y bajen las coberturas en otros lugares, como en Europa».

Como recalca Pérez, «todas estas cuestiones son políticas y se deben a las promesas incumplidas de Robert Kennedy Jr., que aseguró, cuando llegó al cargo, que iba a respetar la ACIP y los programas vacunales. De hecho, renunció a su trayectoria antivacunas y aseguró que no iba a comportarse de la manera en la que lo está haciendo ahora. El zorro puede decir que es bueno pero, cuando puede, al final, mata gallinas».

Futuro de las vacunas

En su opinión, «aunque suene duro, experiencias de este tipo nos sirven para escarmentar. Por ejemplo, la vacuna de la tosferina se eliminó en un momento dado del calendario vacunal de Suecia y, al cabo de muy poco tiempo, se vio un enorme aumento de casos. Eso lleva a confirmar que las enfermedades no están eliminadas porque sí, sino porque seguimos vacunándonos. Y, si vemos experiencias negativas en Estados Unidos, les valdrá a ellos mismo para reaccionar. Y a nosotros a darnos cuenta de que no podemos caer en la complacencia y que la confianza en las vacunas y en las autoridades de la Salud Pública es fundamental, porque es lo que nos salva de las 18 enfermedades infecciosas que tenemos en el calendario vacunal».

Para Pérez, el panorama «es magnífico. Soy muy positivo, porque no ha habido nunca tantas vacunas en desarrollo, con tecnología cada vez más segura y eficaz y con menos efectos adversos. Pero tenemos muchas enfermedades infecciosas que todavía no podemos prevenir, especialmente en adultos. Y cada vez vemos más datos de patologías que no se atribuían a enfermedades infecciosas y que, ahora, comprobamos que sí que están vinculadas. Por lo que prevenirlas continúa siendo una cuestión clave para la cantidad y la calidad de vida de las personas».

Satué, por su parte, considera también preocupante que varios de los nuevos miembros del comité estén en contra de la investigación de nuevas vacunas que usan la tecnología de ARN mensajero. «Pero el resto del mundo seguirá investigando, es una línea prometedora y espero que veamos más vacunas de este tipo», añade.

«Veremos a ver cuál es el desempeño del comité y qué decisiones toman sus miembros –prosigue Satué– y si se basan en estudios: la Ciencia no es dogmática, se basa en pruebas, comprobaciones de seguridad y datos. El problema es que las decisiones se tomen desde el punto de vista ideologizado y no en la evidencia, como sucede cuando se vinculan falsamente las vacunas y el autismo, que es un problema y que debe investigarse. Pero aquí se está utilizando de manera torticera para desacreditar una de las mejores herramientas que tiene la Medicina».

Pérez añade otro elemento clave: la confianza en las vacunas ha descendido en los últimos cinco años. En su opinión, la bajada se debe a las expectativas puestas en la de la Covid-19, «que no cumplieron totalmente. Básicamente, porque mandamos el mensaje erróneo de que la Covid-19 iba a desaparecer y no lo ha hecho. Y esto ha provocado que haya gente que desconfíe, pero afortunadamente la pandemia y la situación ha desaparecido. Y lo ha hecho gracias a la vacunación».

Los expertos de Salud Pública de todo el mundo aguardan ahora expectantes a la próxima reunión del ACIP, prevista para el miércoles 25 de junio. Para Pérez, será difícil que eliminen vacunas que ya están en el calendario. «Pero sí creo que van a retrasar la incorporación de nuevas vacunas. Estados Unidos va a dejar de ser punta de lanza en este área», lamenta.