Playa
Por qué se dan los cortes de digestión y cómo evitarlos: en ocasiones pueden ser mortales
La sabiduría popular es mucho más sabia de lo que se piensa, y muchos consejos parentales tienen razón a la hora de evitar riesgos para los bañistas
Aquella advertencia de los padres y madres que siempre odiábamos de pequeños de "espera un rato antes de bañarte" al acabar de comer le ha salvado la vida a más de una y de dos personas.
Aunque no mucha gente lo sepa y no es lo más común, hay ciertas situaciones en las que un corte de digestión puede resultar mortal. Sin ir más lejos, en agosto de 2021 un hombre de 33 años murió en el río Júcar (Valencia) porque le dio un corte de digestión mientras de bañaba en el agua.
Además, uno de los consejos más repetidos por los padres siempre era el de introducirse poco a poco en el agua y no de golpe, o remojarse antes bien la nuca y las muñecas. Y es que hay mucha más ciencia de la que podría pensarse detrás de esta sabiduría popular.
¿Por qué se producen los cortes de digestión?
El grave problema para la salud que se conoce vulgarmente como "corte de digestión" se produce por una reacción del cuerpo provocada por un cambio brusco de temperatura, también llamado "síncope de hidrocución o de inmersión".
Después de ingerir, especialmente si la comida ha sido copiosa, la temperatura corporal aumenta y la sangre se concentra en el estómago. El cuerpo, que es sabio, envía un mayor riego allí donde hace falta, pero nosotros, si no tenemos cuidado, podemos correr riesgos innecesarios.
Este síncope o corte de digestión afecta a funciones vitales tan imprescindibles como el pulso y la respiración, y puede acabar en una parada cardiorrespiratoria. Siempre supone un riesgo para la salud, pero aún más si ocurre dentro del agua.
Si se sufre un corte de digestión mientras se está tomando un baño en un río, piscina o playa, la persona afectada puede ahogarse y morir en cuestión de segundos, ya que se pierde la conciencia al momento.
Los primeros síntomas que se pueden notar antes de llegar a la parada respiratoria suelen ser: bajada brusca de la presión arterial, mareos, malestar general, náuseas, debilidad y pérdida del conocimiento.
Cinco consejos para evitar un corte de digestión
Las formas de salvarse de sufrir un síncope por inmersión son bastante sencillas y, en su mayoría, siguen una lógica intuitiva y de sentido común. La sabiduría popular y los consejos tradicionales que han pasado de generación en generación tienen mucha más razón que lo que queríamos creer de niños.
Estas son cinco advertencias sencillas para evitar el riesgo mortal por corte de digestión:
- Evitar las zambullidas bruscas en el agua, especialmente después de las comidas, de sesiones de ejercicio intenso o de una exposición prolongada al sol.
- Meterse en el agua de forma gradual o mojarse algunas partes del cuerpo para acostumbrarse a la temperatura poco a poco y así evitar el contraste. Además, se debe tratar de no prolongar el baño durante más de 15 minutos seguidos.
- No hacer ejercicio intenso en las horas centrales del día, que son las de más calor. En caso de practicarlo, hacerlo siempre en zonas vigiladas y donde haya alguien que pueda actuar en caso de accidente.
- Evitar las comidas copiosas y pesadas, tratar de comer alimentos más ligeros y saludables, así como los que tengan un alto contenido en agua.
- Tener mucho cuidado con el alcohol y los tratamientos farmacológicos. Su ingesta excesiva siempre es peligrosa, pero mas aún si se encuentra uno cerca o dentro del mar o una piscina.
¿Cómo actuar frente a un síncope por inmersión?
Si una persona se introduce en el agua y comienza a sentirse mal o notar alguno de los síntomas mencionados, debe salir inmediatamente a tierra de nuevo. Siempre se aconseja bañarse acompañado, especialmente si es en la orilla del mar.
En caso de que se comience a sentir sensación de frío, náuseas, zumbido de oídos o cansancio repentino, picor, sensación de calor en el estómago y los muslos , temblores e incluso dolor de cabeza, se debe intentar llegar a la orilla o la escalera de la piscina lo antes posible, y siempre pedir ayuda a quien se encuentre cerca.
Después de estar fuera de peligro por ahogamiento en el agua y una vez en tierra firme, se debe permanecer en reposo y, si la situación no mejora y los síntomas continúan, se debe avisar inmediatamente a un socorrista o a un acompañante para que llame al 112.
A pesar de que la tensión o presión sanguínea durante este síncope sea baja, se recomienda tumbarse con las piernas en alto para que el flujo sanguíneo siga fluyendo hacia el cerebro. También se aconseja taparse con una toalla o alguna clase de abrigo y no provocar otros cambios de temperatura bruscos que empeoren la situación.
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