Riesgos

¿Qué factores desencadenan la artritis?

El tabaco, el alcohol, el estrés y la obesidad influyen en el desarrollo de esta enfermedad que no es cosa de mayores

La artritis acelera la pérdida de masa muscular, por eso es importante hacer ejercicio físico pese a lo que la gente cree
La artritis acelera la pérdida de masa muscular, por eso es importante hacer ejercicio físico pese a lo que la gente creeDREAMSTIMELA RAZÓN

La artritis reumatoide no es algo de personas mayores. Pese a los mitos que rodean esta enfermedad, esta patología puede presentarse a cualquier edad. Así, según la Encuesta ConArtritis, el 46,8% de los pacientes tenía entre 25 y 44 años en el momento del diagnóstico, y casi el 25% entre 45 y 54 años.

Fatiga, rigidez, intenso dolor e inflamación en las articulaciones acompañan a esta patología que dificulta los movimientos y el desarrollo de ciertas actividades. Esto no solo limita físicamente, sino que también acaba deteriorando la calidad de vida del paciente, de las 420.000 personas que sufren esta enfermedad en nuestro país, una cifra a la que se suman cada año 20.000 nuevos casos aproximadamente.

Ante esta realidad la prevención es crucial, pero ¿puede realmente evitar y controlarse? La realidad es que no existe evidencia científica acerca de una causa o un motivo concreto de esta enfermedad. Pero sí se sabe que la inflamación de las articulaciones está originada por el propio sistema inmune, cuyo comportamiento se ve alterado por la interacción de varios factores.

«Obviamente el componente genético no es modificable, pero sí podemos actuar sobre otros factores de riesgo que sí dependen en mayor o menor medida directamente de nosotros y de nuestro comportamiento», asegura el doctor Juan José Lerma, jefe del Servicio de Reumatología del Hospital Quirónsalud Valencia y Centro Médico Quirónsalud Mercado de Colón.

El doctor se refiere al tabaco, la obesidad, las alteraciones en la microbiota, las infecciones y el estrés. Así, «si deseas prevenir la artritis, debes intentar reducir el número de cigarrillos que fumas al día y con el tiempo plantear su abandono. Reducir el consumo de alcohol, el sobrepeso y plantearnos un control más efectivo del estrés diario son otras medidas recomendables y con soporte científico», recomienda.

«Mantener una dieta equilibrada y lo más enriquecida con nutrientes –prosigue el especialista– también nos ayuda a mantener una flora intestinal lo más saludable posible, lo que contribuye a la mejoría de nuestros procesos inflamatorios».

También es importante seguir una buena higiene dental, ya que se ha asociado la periodontitis crónica con el desarrollo de esta enfermedad, y es que ambas son enfermedades inflamatorias crónicas que comparten vías y mecanismos inflamatorios e inmunoreguladores.

La artritis reumatoide también acelera la pérdida de masa muscular. Por esta razón, y como medida no preventiva, pero si para mantener la enfermedad a raya, es importante hacer ejercicio físico por mucho que un porcentaje importante de pacientes tiende a evitarlo por miedo a que la actividad aumente su dolor. Los estudios indican que el ejercicio no empeora los síntomas y si la artritis es ya muy severa siempre se puede optar por hacer ejercicios de bajo impacto, como nadar o caminar.

«Los beneficios del ejercicio son indirectos, pero significativos a largo plazo», asegura el jefe del citado Servicio de Reumatología.

«La actividad física aeróbica y anaeróbica regular ayuda a controlar el peso, fortalece mecánicamente los huesos y las articulaciones, mejora factores de riesgo cardiovascular, reduce el estrés y mantiene el sistema inmunitario más saludable y fuerte», incide el doctor Lerma.

Estas medidas ayudan a, si no evitar, posponer el desarrollo de esta patología que no tiene cura, pero sí tratamiento. Su diagnóstico precoz es fundamental para detener la progresión y reducir daños articulares.

Para el doctor Lerma es imprescindible definir con precisión la causa última de la artritis y en función de ello poder establecer el tratamiento más preciso y efectivo al respecto.

En este sentido, las últimas dos décadas han supuesto un cambio en su abordaje. Entre los tratamientos más destacados se encuentra un grupo específico denominados agentes biológicos o terapias dirigidas, también conocidos como modificadores de la respuesta biológica.

«Son una nueva clase de medicamentos antirreumáticos, capaces de frenar la evolución de la enfermedad, actuando contra vías inmunológicas específicas y selectivas de inflamación y se han convertido en la actualidad en la terapia más novedosa y efectiva dentro del arsenal terapéutico de este tipo de patologías autoinmunes», detalla el doctor Lerma.

«El futuro, muy posiblemente, vendrá determinado por el desarrollo y potenciación de la medicina personalizada donde, a través de un análisis de sangre, seamos capaces de saber concretamente qué vía celular está alterada en el paciente y, en función de ello, establecer de forma individual un tratamiento específico y personalizado», añade el doctor, no sin antes insistir en la importancia del diagnóstico precoz: «Los síntomas característicos son el hinchazón de la articulación, un dolor severo, constante y continuo y una rigidez sobre todo tras levantarse por la mañana y después de periodos prolongados de estar sentado».

Casi el 75% de los pacientes son mujeres

Las mujeres son más propensas que los hombres a desarrollar artritis. De hecho, «hay estudios que demuestran que alrededor del 75% de los pacientes diagnosticados son mujeres, encontrándose gran parte de ellas, en edad fértil», afirma el doctor. En España, aproximadamente dos de cada tres personas con artritis reumatoide (66%) son mujeres, según la encuesta ConArtritis.

Así, aunque 51 años es la edad media de la paciente con artritis, lo cierto es que casi el 50% está en edad fértil en el momento del diagnóstico. Se atribuye dicha situación «al efecto estimulador de los estrógenos en el sistema inmune y a los cambios hormonales que sufre la mujer a lo largo de su vida», explica.