
Día Mundial de la Investigación en Cáncer
¿Qué gen cambió el rumbo del pronóstico de los pacientes con cáncer de pulmón y por qué?
En 2004 se descubrió el primer biomarcador. Hoy ya existen 9, gracias a los cuales entre el 40 y el 50% de los pacientes con cáncer de pulmón tienen tratamiento eficaz para ellos con una supervivencia que varía según cada caso

Casi 300.000 personas habrán recibido y recibirán a lo largo de este año el diagnóstico de un cáncer; unas 20.000, de pulmón, el tercer cáncer más frecuente y el más letal a día de hoy.
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Para una correcta práctica asistencial y un tratamiento personalizado, el uso de biomarcadores frente al cáncer de pulmón resulta crucial.
Una era, la molecular del cáncer de pulmón, que nació de forma inadvertida en 2004. Ese año cinco grupos de investigadores identificaron las mutaciones activadoras del receptor del factor de crecimiento epidérmico (EGFR) en el cáncer de pulmón no microcítico.
Se trata de una proteína que reside en el exterior de una célula y transmite una señal desde el exterior hacia el interior para que la célula se divida. Ahora bien, en algunas personas esta proteína está hiperactiva. Es decir, las señales se transmiten continuamente del exterior hacia el interior, lo que hace que la célula se divida sin cortapisas, provocando cáncer.
Este descubrimiento cambió el abordaje de este tumor mediante tratamientos dirigidos según los nuevos biomarcadores que se fueron descubriendo, y lo que dio paso a la medicina de precisión en la lucha contra este cáncer.
Así, las células de cáncer de pulmón con una mutación de EGFR a menudo responden bien al tratamiento con medicamentos que bloquean la acción de EGFR, fármacos orales con actividad inhibidor tirosin kinasa.
Pero pese a la revolución que supuso hoy, 20 años después, esta mutación sigue siendo una gran desconocida para la población general. "Es que no teníamos ni idea los pacientes del EGFR hace 20 años ni ahora. A mí me lo explicaron hace cuatro años. Recuerdo que yo pensé que en mi caso no iba a llegar ni a tomarme las torrijas ese año. Hoy los pacientes están igual. Cuando te dicen que tienes cáncer de pulmón se te hunde el mundo. Todos tenemos asociado el cáncer de pulmón con la muerte", afirma Ángeles Marín, vicepresidenta de la Asociación Española de Afectados de Cáncer de Pulmón (AECaP).
Los biomarcadores son "imprescindibles para nosotros, pero no lo sabemos. Si se supiera a lo mejor no sería tan tsunami (cuando te dan el diagnóstico). Conocer que existen estas mutaciones haría que fuese menos traumático el diagnóstico", añade Marín durante la jornada "EGFR: El gen que formó el rumbo. Pasado, presente y futuro del primer biomarcador en cáncer de pulmón", organizada por AstraZeneca en el marco del Día Mundial de la Investigación contra el Cáncer que se celebra hoy.
"Cuando se identificó estas mutaciones del EGFR pensamos que se había abierto una puerta" en la lucha contra el cáncer de pulmón, aunque "no sé si éramos conscientes" del todo del camino que se abría, recuerda el doctor Javier de Castro, vicepresidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y jefe de Sección del Servicio de Oncología del Hospital Universitario La Paz de Madrid.
Por aquel entonces vimos que "en algunos pacientes los inhibidores no funcionaban. En 2004 se confirmó. Es decir, se necesita investigación básica y también investigación basada en ensayos y también en pacientes", añade Castro.
"Este descubrimiento cambió el abordaje del cáncer de pulmón mediante tratamientos dirigidos, lo que se ha traducido en terapias más específicas. Además, supuso la detección de la primera alteración genética que causa el desarrollo y proliferación del tumor y fue un hito que nos dio visibilidad a los patólogos", explica la doctora Dolores Lozano, presidenta de la Sociedad Española de Anatomía Patológica (SEAP) y jefa de Anatomía Patológica de la Clínica Universidad de Navarra.
Un hito que no acabó ahí, como afirma la doctora Dolores Isla, presidenta de la Asociación para la Investigación del Cáncer de Pulmón e Mujeres (Icapem) y jefa del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Lozano Blesa de Zaragoza: "Por aquel entonces, conocíamos la diana EGFR pero no la mutación. Había pacientes con resultados espectaculares, nunca antes habíamos visto esto. Lo sentí como algo gordísimo. El principio de una nueva era, de una nueva situación pronóstica para algunos de nuestros pacientes bien seleccionados. Y España fue pionero en la determinación y uso de fármacos para que los pacientes de forma muy precoz se beneficiaran de tener esta alteración, los que la tenían.
De hecho, un 81,2% de los pacientes con cáncer de pulmón en estadios avanzados accede a biomarcadores en España, según refleja el primer ‘macro análisis’ que presentó en su día el Grupo Español de Cáncer de Pulmón (GECP) sobre la implantación de la Medicina Personalizada en España con datos de vida real. Y eso que hasta hace poco no existía un marco regulatorio y de que su incorporación en la cartera de servicios del SNS es reciente.
Luego han venido otros biomarcadores, "ahora tenemos 9", recuerda la doctora Isla. Es decir, supuso un antes y un después entonces y a partir de entonces.
El 15% de los pacientes con cáncer de pulmón no microcítico tienen esta mutación EGFR. Pero, ¿qué porcentaje de pacientes con cáncer de pulmón tienen mutaciones para los 9 biomarcadores existentes y que supone eso en datos de supervivencia? Según la doctora Isla, "el 40-50% de los pacientes con cáncer de pulmón tienen tratamiento eficaz para ellos".
El doctor De Castro coincide con ella: "Se benefician el 40-50%, pero no es un beneficio igual el de las 9 dianas". Es decir, gracias a los tratamientos desarrollados a partir de detectar estas 9 dianas "se aumenta la supervivencia de los pacientes, pero no con igual magnitud", añade.
Y es que el camino actual viene marcado por este y otros hitos. "Con el tiempo es cuando se ha visto claramente la importancia de los biomarcadores. Fue un hito y se ha ido complementando cuando hemos ido añadiendo más evidencia y hemos ido cambiando el devenir de la enfermedad", destaca Ana Peiró, directora médica de Oncología de AstraZeneca España. De ahí lo importante que es impulsar la investigación.
Ahora bien, aún queda un largo camino por recorrer. "Todavía tenemos pendiente implantar un cribado a nivel nacional para conseguir un diagnóstico precoz. Pero afortunadamente cada vez existe más información acerca de las mutaciones que se pueden usar como palanca para desarrollar tratamientos más personalizado", incide Marín.
El cribado, según la doctora Isla, "nos va a ayudar a identificar población de riesgo y una detección precoz con tratamiento es una de las muchas utilidades de la IA, que también va a servir para acelerar la investigación clínica y los ensayos y que esto nos lleve a tratamientos más deprisa. Ahora bien, se necesita que las autoridades sanitarias se pongan las pilas".
En este sentido, "hace más de una década que tenemos resultados positivos de que funcionan los cribados. En estos momentos no hay cribado, pero sí un estudio piloto: Cassandra", recuerda la presidenta de Icapem, para la cual en un futuro "el cribado evolucionará más hacia un cribado molecular y no solo el del pulmón, y me refiero a un futuro a medio-largo plazo, no tan lejos" en el tiempo.
Para concluir la jornada, los expertos hicieron una foto de cómo ven el futuro del cáncer de pulmón en 20 años. Así, el doctor De Castro, espera "en 20 años que el cáncer de pulmón tenga un diagnóstico de etapa temprana, no como hoy con 50-60% pacientes diagnosticados en etapas avanzadas"
Para entonces, "los medios de predicción no pueden ser los mismos hoy que hace 25 años. Hay que identificar pacientes que sin haber fumado pueden desarrollar un cáncer de pulmón porque tengan" esta mutación del EGFR, añade De Castro, quien ha anunciado que la SEOM va a presentar documento próximamente sobre medicina de precisión en España pq nos interesa que haya una igualdad en las CC AA. Nuestros políticos y gestores necesitan saber y conocer".
La doctora Isla estima que para entonces "habrá cribado. Y estamos en una medicina de superprecisión porque estamos avanzando en el estudio de bases biológicas de este tumor, buscando resistencias, con fármacos más complejos de nueva generación que logren resultados mejores mejor pronóstico, más curaciones y también una supervivencia más larga en aquellos pacientes a los que no se pueda curar".
A Peiró le gustaría ver cómo se hacer "realidad la medicina de precisión" y que "se trate al individuo por su propia enfermedad y no al cáncer de pulmón en general, con tratamientos adecuados para él".
Coincide con ella Lozano, la cual añade que espera que se rompan barreras: "En 20 años tenemos que saber cada resquicio de la célula de cáncer de pulmón".
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