Salud

Revelan un nuevo factor de riesgo que "predice" el cáncer de próstata años antes de que se desarrolle

"Investigaciones como ésta son fundamentales para evitar muertes", declaran voces expertas sobre los hallazgos presentados en el Congreso Europeo sobre Obesidad

El tumor más frecuente en hombres: cómo detectar los síntomas del cáncer de próstata
El tumor más frecuente en hombres: cómo detectar los síntomas del cáncer de próstataFreepik

El cáncer de próstata es el tumor más común entre los hombres. Se estima que uno de cada ocho varones será diagnosticado con esta enfermedad, apareciendo la mayoría de ellos en varones de edad avanzada, siendo el 90% de los pacientes mayores de 65 años y la edad media de diagnóstico de 75 años. En concreto, en España es la tercera causa de muerte por cáncer en hombres, por detrás del cáncer de pulmón y de colon. Y aunque la mayoría de los pacientes con cáncer de próstata se diagnosticarán en estadios iniciales, un número no desdeñable de pacientes (en torno al 10%) son diagnosticados de metástasis, lo que convierte la enfermedad en crónica.

Sin embargo, un importante estudio presentado en el Congreso Europeo sobre Obesidad celebrado en Dublín, ha descubierto un nuevo factor de riesgo que "predice" qué jóvenes tendrán "muchas más probabilidades" de morir de cáncer de próstata cuando sean adultos. Para llegar a sus conclusiones, los investigadores suecos realizaron un seguimiento que incluyó a 258.000 hombres a lo largo de su vida adulta, durante una media de 43 años. ¿El hallazgo? El aumento de peso incrementa el riesgo de desarrollar cáncer de próstata, y de que éste sea agresivo.

Según las conclusiones de la investigación, los hombres jóvenes que engordan dos kilos antes de cumplir los 30 corren un gran riesgo de morir de cáncer de próstata más adelante. Es más: el aumento de peso a finales de la adolescencia y durante la veintena resultó ser el principal factor desencadenante del cáncer de próstata, a pesar de que la enfermedad no suele desarrollarse hasta pasados los 50 años.

En concreto, engordar dos kilos entre los 17 y los 29 años -o 1 kg al año- aumenta en un 13% el riesgo de ser diagnosticado de cáncer de próstata agresivo. También aumenta en un 27% el riesgo de morir de cáncer de próstata, en comparación con los hombres cuyo peso se mantiene estable. Pero los hombres que aumentaron de peso lentamente a lo largo de su vida, engordando alrededor de 0,5 kg al año, presentaron un riesgo similar.

Sin embargo, los investigadores señalaron que la edad adulta temprana parece ser el periodo clave de peligro, ya que los participantes, por término medio, engordaron tres veces más entre los 17 y los 29 años que entre los 45 y los 60 años.

Así, el estudio señala que el exceso de grasa corporal puede impulsar el crecimiento de tumores de próstata agresivos que se propagan con rapidez. Marisa da Silva, autora principal del estudio, de la Universidad de Lund, afirmó: "Evitar un aumento brusco de peso en los hombres jóvenes es imprescindible para prevenir el cáncer de próstata".

"No sabemos si es el aumento de peso en sí o la larga duración del sobrepeso lo que explica la relación que observamos", afirma Da Silva. "Investigaciones anteriores han relacionado las concentraciones elevadas del factor de crecimiento similar a la insulina-1 (IGF-1), una hormona que interviene en el crecimiento y el desarrollo celular, con un mayor riesgo de cáncer de próstata. Los niveles de esta hormona se elevan en las personas con obesidad y un aumento pronunciado de peso puede alimentar esta elevación y el desarrollo del cáncer".

Durante el periodo del estudio, de los 258.000 hombres que participaron, 23.348 fueron diagnosticados de cáncer de próstata, a una edad media de 70 años, y 4.790 murieron a causa de la enfermedad.

"Este estudio muestra el terrible impacto que el aumento de peso en los primeros años de la edad adulta puede tener en los hombres en etapas posteriores de la vida, aumentando significativamente el riesgo de cáncer de próstata mortal. Investigaciones como ésta son fundamentales para evitar muertes", declaró Katharine Jenner, directora de la Obesity Health Alliance, a The Times.

"El desarrollo de la obesidad podría evitarse. Sin embargo, los jóvenes viven en un entorno alimentario que no funciona. Son bombardeados 24 horas al día, 7 días a la semana, con una avalancha de publicidad de comida basura y ofertas especiales, lo que hace que comer sano sea más difícil y poco apetecible", añade.

"Incluso actividades destinadas a promover la salud, como el deporte, han sido secuestradas por anuncios de alimentos y bebidas poco saludables. Este Gobierno debe imponer restricciones planificadas a la publicidad y las promociones de comida basura". Un problema que LA RAZÓN ya ha cubierto en el siguiente artículo: Publicidad y obesidad infantil, una relación cada vez más peligrosa.

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