Sanidad fabrica sanitarios gratis para otros países

La falta de profesionales se ha convertido en uno de los grandes males de la Sanidad española. Un mal que viene de lejos, pero que ha eclosionado a raíz de la pandemia, y su solución no pasa por medidas efectistas e improvisadas, por meros parches, sino por verdaderas decisiones de calado que afectan a la propia estructura del sistema sanitario. ¿Por qué existe este déficit de médicos o enfermeras en nuestro país? Salvo casos excepcionales en algunas especialidades, en donde la mala planificación es manifiesta, la razón de esta falta no es consecuencia de una insuficiente convocatoria de plazas, sino de los propios males que aquejan a la Sanidad.

Los salarios son tan bajos, la sobrecarga laboral tan creciente, y la falta de incentivos profesionales por culpa de leyes anacrónicas resultan tan evidentes, que abundan los trabajadores que emigran a otras latitudes en busca del reconocimiento y las retribuciones que aquí se les niegan. La conclusión es que España se gasta ingentes cantidades en formar a sus sanitarios de las que se benefician luego otros países, atrayendo el talento con sueldos más altos.

El Ministerio de Sanidad no parece entender que el deterioro laboral es el verdadero causante de ese déficit y ha optado a cambio por financiar la creación de nuevas plazas. De hecho, prevé crear 677 de grado en Medicina. Se trata, apunta, «de subvencionar la formación de más titulados en las universidades públicas españolas con el fin de paliar el déficit de profesionales sanitarios en los próximos años». Sanidad destaca el aumento del 38% de plazas de formación sanitaria especializada en los últimos cinco años. Como las condiciones laborales no han mejorado, es probable de muchos de los formados también se acaben yendo a otros países.