Entrevista

«La terapia focal en cáncer de próstata reduce la incontinencia y la disfunción»

Ha liderado esta semana en Madrid "The Focal", una cita científica internacional

Dr. Bernardino Miñana
Dr. Bernardino MiñanaJUAN JOSÉ RICON / CUNLA RAZÓN

El doctor Bernardino Miñana está considerado uno de los máximos exponentes de la Urología. Codirector del Área de Cáncer de Próstata del Cancer Center Clínica Universidad de Navarra y director del Centro de Próstata de la Clínica Universidad de Navarra, ha liderado esta semana la reunión internacional The Focal, una cita científica pionera centrada en el potencial de la terapia focal.

¿Qué supone el encuentro The Focal y qué cifras manejan?

Será la primera reunión científica monográfica sobre terapia focal del cáncer de próstata que se celebra en España. Es un evento de carácter internacional al que han acudido más de un centenar de especialistas, entre los que se incluyen algunos de los mayores expertos, tanto del país como del resto del mundo.

¿Qué es la terapia focal?

Consiste en tratar sólo el cáncer de próstata visible en la resonancia magnética preservando el resto de tejido sano minimizando así los efectos adversos. El objetivo es lograr curar el tumor o modificar su historia natural preservando tanto la potencia sexual como la continencia urinaria, dos facultades que podrían comprometerse en los tratamientos de toda la glándula. Para ello, se accede al tumor a través de la piel del periné o a través del recto.

¿Cualquiera podría someterse a ella o hay que cumplir ciertos requisitos?

Sólo resulta apropiada para aquellos pacientes con lesiones visibles en la resonancia en los que una biopsia de fusión confirma que corresponden a un tumor, pero el resto de la próstata está libre de enfermedad.

¿Qué ventajas aporta?

El objetivo de la terapia focal es evitar o minimizar los efectos adversos, especialmente la incontinencia urinaria y la disfunción eréctil. Se trata de un tratamiento aplicado en una sola sesión, eficiente, con una estancia hospitalaria corta y con una recuperación más rápida, de alrededor de una semana.

¿De qué manera se está innovando en este tipo de terapia?

Los avances en este campo se dirigen a lograr una mayor precisión diagnóstica para seleccionar al paciente más adecuado. Además, se dirigen hacia una mejora en la eficiencia del proceso, gracias a la inteligencia artificial y a la incorporación de nuevas fuentes de energía que permiten adaptarlas a cada paciente concreto.

Esta cita coincide con el 50 aniversario del Departamento de Urología de la Clínica Universidad de Navarra. ¿Cómo ha evolucionado el abordaje del cáncer de próstata en estas décadas?

En la CUN siempre hemos intentado estar en la vanguardia médica, científica y de los cuidados, también en el ámbito de la Urología. En diferentes momentos de nuestra historia, que compartimos con otros especialistas y con toda la sociedad, se pasó de la cirugía abierta, por lo general menos precisa, a la cirugía robótica, en la que fuimos pioneros. Hoy estamos volcados en seguir innovando y avanzando en el diagnóstico y el tratamiento de precisión de este tumor, con la ilusión de compartir cada adelanto con otros urólogos de España y del mundo. Ahora mismo contamos con una de las series de pacientes tratados con terapia focal más amplia y de mayor seguimiento del mundo.

¿Cuál es el gran hito que destacaría en Urología?

En general, el avance más destacado en la Urología es el desarrollo de la cirugía mínimamente invasiva. En este logro, se incluye la cirugía robótica, el perfeccionamiento de la Endourología y de los accesos percutáneos, y la terapia focal. Todos estos pasos hacia adelante están orientados a permitir tratamientos con mínimas heridas, menores efectos adversos y una rápida recuperación.

¿Qué es lo que está por llegar en el área de la terapia focal?

El futuro va a estar muy influenciado por los avances y la incorporación rutinaria de la IA al proceso diagnóstico y terapéutico. La IA nos ayudará a seleccionar mejor a los pacientes para cada técnica, a planificar los tratamientos con mayor precisión y a identificar por adelantado a los hombres con mayor riesgo de desarrollar un tumor en la zona no tratada. Junto a los avances en la cirugía robótica, estoy convencido de que dentro de 20 años estaremos ablacionando o extirpando la próstata con mínimas secuelas a buena parte de los varones de 50 años con riesgo de desarrollar un tumor en el futuro.