Superar los cien años de edad solo es posible en muy pocos casos. Requiere de muchos factores y hábitos que se han llevado a lo largo de la vida para retrasar el envejecimiento, aunque en sí, es casi una "lotería". Vincent Dransfield, un anciano estadounidense, es una de esos afortunados. Ostenta el octavo lugar entre las personas más viejas y longevas del mundo, y con 100 años, vive solo y es buen conductor, pues asegura que puede conducir a diario. Así, muestra cuáles son los secretos para la longevidad y vivir más de 100 años.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la vejez es una etapa que conlleva un descenso gradual de las capacidades físicas y mentales. Es que nuestros huesos y músculos no perdonan, con el paso del tiempo, el sedentarismo o años de malos hábitos que acaban pasando factura. De todas formas, el envejecimiento es biológico, e inevitable, como resultado de daños moleculares y celulares que surgen a lo largo de los años.

Es un proceso continuo, multifacético e irreversible de múltiples transformaciones biopsicosociales a lo largo del curso vital. Normalmente suele suceder a partir de los 60 años, aunque depende de varios factores.

Retrasar el envejecimiento y vivir más de cien años: los secretos de Vincent Dransfield, el octavo hombre más mayor del mundo

Asimismo, la longevidad se atribuye a bajas tasas de mortalidad por enfermedades cardíacas. Vincent Dransfield, un residente de 110 años de Little Falls, Nueva Jersey, es un testimonio viviente de la longevidad y la vitalidad. Nacido el 28 de marzo de 1914, ocupa el octavo lugar entre los hombres más longevos del mundo, según el Gerontology Research Group. Es uno de los centenarios que existen en el mundo, y posee varios secretos para llevar una vida independiente y bastante notable de la que se siente orgulloso.

"Maneja completamente bien, mejor que algunas otras personas que veo", comenta su nieta Erica Lista a TODAY.com. Uno de esos secretos es dedicar tiempo a lo que amas. Durante más de ochenta años, se mantuvo activo en el departamento de bomberos voluntarios de Little Falls. Mantenerse activo, otro de sus secretos, pues asegura que siempre estaba en movimiento y evitaba el sedentarismo.

Por supuesto, también juega un papel la comida. Toma una taza de café todos los días, y ocasionalmente bebe cerveza. Asegura que disfrutar de lo que comemos es esencial para la longevidad, y hace hincapié en un alimento, la leche, que hace bien al cuerpo.

Además, dice que nunca es tarde para corregir un mal hábito. "Un día me dijo que iba a dejar de fumar", recuerda su nieta Erica. "Tiró los cigarrillos y eso fue todo. Nunca volvió a fumar". Por último, dice que es importante mantener una actitud positiva hacia la vida.