Estreno

Secuestra, que algo queda

Secuestra, que algo queda
Secuestra, que algo quedalarazon

«¿Quién mató a Bambi?» es un título extraño, sí, pero resume perfectamente la propuesta de la película: una comedia disparatada con pequeñas dosis de violencia. Santi Amodeo («El factor Pilgrim», «Astronautas», «Cabeza de perro») es un admirador de los hermanos Coen y reivindica la década de los noventa y algunas de sus más populares películas, como «Un pez llamado Wanda», ambas referencias fundamentales para esta cinta. «No creo que sea una película macabra; la veo más lúdica que otra cosa. Aunque sí es cierto que tiene sus puntos violentos, como el cine de los Coen. Es un tipo de cine que me gusta, con un estilo irreverente. También admiro el humor inglés, capaz de colocar al espectador en un punto incómodo», explica el realizador.

Ansia de masas

Dos jóvenes, encarnados por Quim Gutiérrez y Julián Villagrán, tienen que conseguir llevar a casa sano y salvo a su jefe y al suegro de uno de ellos tras sufrir un desmayo en su despacho. Su plan se verá interceptado por el intento de secuestro de este empresario por un grupo liderado por Ernesto Alterio, que busca acabar con sus problemas financieros por la vía rápida. «La base de esta comedia es el enredo. Estos personajes cuando tienen que tomar una decisión siempre es la equivocada, lo que genera múltiples situaciones de humor, pero, también, cierta incomodidad», añade Amodeo, que completó el elenco con Clara Lago y Úrsula Corberó. «Creo que es un casting muy potente y son muy buenos actores». Quizá por ello les dio libertad: aunque la comedia sea uno de los géneros que necesita mayor precisión, Amodeo apostó por dejar que, en algunos casos, los diálogos fluyeran. «Todos cambiaron un poco el guión, que era sólo un punto de partida», añade. Con este proyecto, quiere acceder al gran público tras varias producciones de carácter más minoritario. «No creo que haya habido un cambio radical en mi carrera; mi primera película también fue una comedia. No es algo impostado. Deseaba pegar un salto para aspirar a algo más de público. El cine de autor está menguando tanto que si antes al menos hablábamos de 100.000 personas, ahora son 10.000. Mi próxima película también es una comedia, aunque en inglés. No tiene un carácter tan comercial, pero, al ser en inglés, puede llegar a más público», asegura. Y, aunque lo más importante sea la taquilla, los premios también importan, y el equipo de la película reivindicó una mayor presencia de las comedias en los Goya. «Siempre se considera que la verdad sólo se puede contar en tono serio. En todo caso, la finalidad no son los Goya», zanja Amodeo.