Navidades seguras
Los test antiCovid no aseguran una cena sin riesgo
Los médicos no consideran fiable hacerse pruebas para ir “seguros” a las reuniones familiares
La necesidad de encontrarse en las fiestas navideñas con familiares y amigos tras duros meses de pandemia puede llevar a pensar que hacerse pruebas de coronavirus es la mejor manera de acudir seguros a los encuentros, sin embargo, los expertos avisan: el test más seguro es reunirse solo con convivientes. PCR, antígenos, serológicos... son varias las técnicas que hay disponibles para diagnosticar o saber si se ha estado en contacto con la infección, pero expertos como la portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc), María del Mar Tomás, afirman que “no hay ninguna técnica que sea cien por cien por segura”. En declaraciones a Efe explica que, además, depende de cómo, cuándo y en qué momento de la posible infección se hagan las pruebas. “Que te hagas un test te dará una probabilidad, pero depende de quién te lo hace, de cómo te lo hace, del test, del momento en el que te lo hagas”, redunda la experta. Por eso, como profesional, no aconseja hacerse pruebas con el objetivo de ir “seguros” a las comidas y cenas navideñas si no se tienen síntomas.
Para empezar, señala, lo más seguro es reunirse solo con convivientes, y, si no es posible y la reunión es con otras personas, hay que tomar todas las medidas de seguridad recomendadas, desde la higiene y la distancia de seguridad, hasta el uso de mascarillas y la ventilación o hacerlo en espacios abiertos. Tomás añade que la “única” forma de ir “seguro” a las reuniones de familias o amigos es tener el “mínimo contacto social” entre los cinco y siete días previos, es decir, hacer una cuarentena.
En el mismo sentido se pronuncia en declaraciones a Efe el portavoz Covid-19 de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), Lorenzo Armenteros, quien desaconseja el uso de los test como “mecanismo para asegurar una cena tranquila”, ya que lo realmente seguro es hacer el sacrificio y evitar el contacto con aquellos con los que no se conviva. El término conviviente, matiza Armenteros, se refiere a los que conviven en la misma casa, se puede ampliar de una forma más laxa pero, a su juicio, no sería lo conveniente porque revertiría un riesgo. “Por poner un ejemplo, alguien que va a ver a sus padres a diario pero tiene una vida aparte porque trabaja en una oficina con 40 personas, eso no es un conviviente aunque vaya a ver a diario a sus padres”, opina.
El más desaconsejable es, según los expertos, el test de anticuerpos que ha empezado a distribuirse de manera limitada y bajo prescripción médica en las farmacias, “porque no tiene una capacidad de fiabilidad diagnóstica importante”, dice el portavoz de la SEMG. Esta prueba a través de una muestra de sangre del dedo establece el estado inmunitario, pero no mide el virus en el momento ni las posibilidades de contagio: puede demostrar que se ha tenido contacto con el virus, pero dependiendo de los resultados puede ser necesaria una PCR complementaria. Además, “no da la garantía” de que una persona está enferma o no y, “desde luego”, no confirma “si estás libre o no de la covid: lo que puede provocar es una falsa sensación de seguridad”, insiste Armenteros.
De la misma opinión es la portavoz de la SEIMC respecto a estos test, que asegura “ahora mismo no tienen mucho valor en relación a una infección activa”. El Consejo General de Colegios Farmacéuticos afirmó hace días en un comunicado que estos test de autodiagnóstico permiten detectar la presencia de anticuerpos ante el SARS-CoV-2 pero no están recomendados en el caso de que exista sospecha de infección, es decir, no detectan la presencia del virus, sino la respuesta del organismo al mismo.
En el caso de los test rápidos de antígenos, que detectan proteínas del virus mediante un exudado nasofaríngeo en cerca de un cuarto de hora y son los que la Comunidad de Madrid quiere que se puedan realizar en las farmacias, “dan mayor fiabilidad y sensibilidad para identificar si alguien está enfermo”, según Armenteros. Tienen mayor fiabilidad en la primera semana de infección y principalmente cuando se tienen síntomas, añade la portavoz de la SEIMC, que, no obstante, indica que “no existe una evidencia científica clara de su valor en asintomáticos”. “Un resultado negativo no te garantiza cien por cien que no estés infectado y no contagies”, aclara la experta.
Son test que en general sirven en un contexto clínico epidemiológico concreto, porque con síntomas, tanto en Atención Primaria como en Urgencias “permiten gestionar bien la situación”, pero en el momento que no se tienen signos de infección “su interpretación en más complicada”.“Es un test más fiable pero estamos en lo mismo, si nos dice que no se tiene nada no se tiene, pero eso no quiere decir que en un periodo de días o de horas no se vaya a manifestar la infección”, apostilla Armenteros.
En cuanto a la PCR, sería para los expertos la prueba más fiable, pero es cara y se recomienda “exclusivamente” desde el sistema sanitario. Tiene una utilidad desde el punto de vista preventivo y clínico para ver la evolución de la patología y siempre en el marco de la atención a un paciente, precisa el portavoz de la SEMG. Con esta técnica se localiza y amplifica un fragmento de material genético, que en el caso del coronavirus es una molécula de ARN, cuya presencia revela la enfermedad en fase activa y es capaz de detectar cantidades ínfimas del virus para dar positivo, por lo que lo detecta en las primeras fases de la infección. El resultado tarda entre 24 y 48 horas.
Sobre este tema de los test de cara a Navidad, organizaciones como la de consumidores y usuarios (OCU) ha pedido al Ministerio de Sanidad que ante la creciente demanda de pruebas rápidas en clínicas, laboratorios y farmacias marque unas “directrices claras”.
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