Tucibí o “cocaína rosa”: la droga que triunfa en las fiestas ilegales durante el toque de queda

Las fiestas ilegales que se producen más allá del toque de queda impuesto por la pandemia de coronavirus están despertando el interés por el Tucibi, también conocida como ‘cocaína rosa’. Se trata de una droga anfetamínica muy adictiva, que altera los procesos perceptivos y cognoscitivos, dando lugar a alucinaciones, entre otros síntomas.

El Tucibi se parece mucho a la cocaína, y aunque se la conoce como “la cocaína rosada” no tiene nada que ver con esta droga, informa en centro de rehabilitación CCAdicciones. Esta droga sintética se creó en 1974 en un laboratorio de Estados Unidos y aunque tardó muchos años en llegar a nuestro país, se ha puesto de moda en los últimos tiempos. Conocida también como Venus, Eros, Nexus o Polvo Rosa, pertenece a la familia de las anfetaminas y suelen referirse a ella como “la droga de la alta sociedad” por su elevado coste.

¿Qué es el Tucibi?

El Tucibi se presenta en forma de polvo y se toma por vía intranasal u oral y tiene un característico color rosado, es por eso que la gente la llama también “la cocaína rosa”, aunque nada tiene que ver con esta droga. Debe su nombre a la pronunciación de su denominación en inglés: 2CB.

Se trata de una droga de muy rápida absorción, que tarda tan solo unos quince o veinte minutos en hacer efecto. La duración media de sus efectos varía entre las 4 y 8 horas. Una vez instalada en el cerebro, libera grandes dosis de dopamina, noradrenalina y adrenalina. Produce, principalmente, una alteración de todos los sentidos y cambia la percepción del mundo con alucinaciones visuales y del pensamiento.

Efectos que produce

Los efectos que produce esta droga sintética son muy similares a los que producen otras drogas como el LSD o el éxtasis. Dichos síntomas son de carácter psicodélico, y entre los más comunes se encuentran: alucinaciones visuales y auditivas, distorsión de la percepción de la realidad, estimulación mental, reducción de la fatiga, cambio en el estado anímico y alteración en la percepción del tiempo.

Pero los expertos advierten de que sus efectos adversos a largo plazo son muy peligrosos y pueden llegar a ser devastadores. Algunos de ellos son: ansiedad, depresión, desorientación, psicosis, paros cardiovasculares, anginas de pecho, infartos, arritmias y problemas en el aparato respiratorio.