Nuevo ministro
Francisco deja la liturgia de la Iglesia en manos del inglés Arthur Roche
En una opción continuista, el Papa opta por promocionar como prefecto de los sacramentos al segundo de a bordo del jubilado cardenal Sarah
La Iglesia ya tiene nuevo ‘ministro’ para la liturgia. Francisco daba a conocer hoy que ha elegido como prefecto de la Congregación para el Culto Divino y las Disciplina de los Sacramentos al británico Arthur Roche. Con este nombramiento, el Papa acaba con las especulaciones sobre cuál sería el futuro del departamento después de que su anterior responsable, el cardenal guineano Robert Sarah, ejerciera una cierta oposición interna a su pontificado.
A pesar de que no son pocos los que había solicitado su cese, Francisco no dio el paso para dejar de contar con él hasta el pasado mes de febrero, cuando aceptó su renuncia por jubilación presentada siete meses antes. A partir de ahí, el Papa encargó al obispo italiano Claudio Maniago un informe que radiografiara el ministerio vaticano antes de designar a un nuevo prefecto.
Finalmente, Jorge Mario Bergoglio no ha optado por un giro copernicano como en otros dicasterios, sino que opta por una línea continuista, apostando por promocionar al segundo de a bordo de Sarah. Al parecer, si bien la relación con el purpurado africano no era todo lo fluida que se esperara, sí era así con el hombre que ahora se convierte en el inglés con mayor peso en la Curia.
De la misma manera, ha ascendido como subsecretario del departamento al vallisoletano Aurelio García Marcías, que hasta ahora era jefe de la oficina de la Congregación. En cambio, sí resulta significativo que entre Roche y García Macías haya incluido al franciscano italiano Vittorio Francesco Viola, como secretario de la Congregación, un religioso joven que hasta ayer era obispo de la ciudad piamontesa de Tortona.
Roche, de 71 años, es secretario de la Congregación desde 2012, responsabilidad que asumió por decisión de Benedicto XVI. Formado en el Colegio de San Albán en Valladolid -centro de formación de los sacerdotes ingleses-, allí estudió teología como centro adscrito a la Universidad Pontificia Comillas. Entre otras responsabilidades, en Inglaterra ha sido secretario general de la Conferencia Episcopal, además de presidente de la Comisión Internacional para la Liturgia en Lengua Inglesa.
Entre los desafíos del nuevo ministro, se encuentra el aterrizar el deseo del Papa de que las misas y demás celebraciones se adapten a la realidad local, es decir, que se inculturen, sin que esto suponga romper en exceso con la tradición, algo que temen los conservadores que tachan de ‘folclóricas’ las intenciones del Pontífice argentino. Francisco se remite al Vaticano II para buscar hacer más cercana la liturgia facilitando que se traduzca a todas las lenguas posibles, una propuesta que choca con la línea que buscó marcar Sarah que sugería retomar algunos ritos preconciliares.
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