Centro pionero

Los «milagros» de Socorro y su equipo

La Unidad de Rehabilitación Postcovid del Benito Menni de Valladolid, la primera de España, destaca por la atención multidisciplinar para sus pacientes

Sala de Rehabilitación del centro hospitalario Benito Menni de Valladolid
Sala de Rehabilitación del centro hospitalario Benito Menni de ValladolidBenito Menni

Casi tetrapléjicos, con alucinaciones y sin poder hablar prácticamente. Así llegan a las manos de Socorro Martínez Ríos, la Jefa de la primera Unidad de Rehabilitación Postcovid de España en el Hospital Benito Menni de Valladolid, pacientes que sufren las secuelas del coronavirus y que tras salir de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) necesitan recuperarse para poder hacer vida normal.

Es el caso de Juan Carlos Pérez Catalina, el paciente número 1 de la Unidad, que recuerda a LA RAZÓN, como se contagió en el Estadio Santiago Bernabéu el 24 de febrero, en el partido de Champions de uno de los equipos de sus amores, el Real Madrid -el otro es el Real Valladolid-, y el Manchester City, «que encima perdimos», lamenta. En este sentido, destaca que tras varios días con fiebre decidió ir a Urgencias donde le diagnosticaron una fuerte gastroenteritis, para después tener que volver al Hospital Río Hortega de Valladolid tras caerse en su casa.

Pérez Catalina explica que permaneció durante casi un mes en la UCI, en donde casi no recuerda nada, solo «a su grupo de amigos animándolo para ir a ver otro partido de fútbol», una alucinación muy típica de los pacientes de covid-19. Este «superviviente» de 66 años, como él mismo se denomina, tras su estancia en la UCI llegó al Benito Menni postrado en una silla de ruedas sin ningún tipo de movimiento, sin poder ir al baño por sí solo, sin ganas de nada y con una úlcera en la zona del glúteo, que era lo que peor llevaba.

En este momento lo valoró Socorro y su equipo, que «desde el primer día me trataron de una forma maravillosa, y poco a poco hicieron que pudiera recobrar con mucho esfuerzo las ganas por seguir adelante»

Juan Carlos Pérez Catalina recuerda, con una lágrima cayéndole por la mejilla, los momentos de dificultad vividos, entre los que destaca esas videollamadas con su familia, a la que no veía desde hace bastante tiempo, pero que le daban ese aliento necesario para seguir adelante.

En la misma línea, Francisco Meléndez Moya, de 78 años, afirma que tras 68 días pasados en la UCI llegó al Benito Menni tumbado en una camilla sin poder moverse, «con pañal, que es lo que peor llevaba», y recuperando muy poco a poco las ganas de vivir, que había perdido en el hospital, pero que «tras pensar en mi mujer, mis hijas y mis familiares» se convenció de que no era el momento de rendirse.

Este paciente del Benito Menni, que estuvo tres meses y medio en el centro vallisoletano, indica que durante la enfermedad, en la que recibió tratamientos especiales y los médicos pidieron permiso a su familia para llevar a cabo con él novedosas pruebas, porque no daban mucho por él, realizó numerosos viajes, todos imaginarios, así como conducir un coche Seat 133 que nunca tuvo

Varias escalas

Meléndez Moya asegura que su experiencia en el Benito Menni ha sido «maravillosa» y recuerda como muy especial el momento en el que «cogí un andador, lo que me dio mucha independencia». Y poco a poco y con mucha ayuda de Socorro y de su equipo pudo abandonar el centro hospitalario vallisoletano con casi total independencia. Hace todos los días las tablas de ejercicios que le mandaron, que le permiten ver, poco a poco, mejoras.

Juan Carlos Pérez Catalina y Francisco Meléndez Moya son dos de los 124 casos que ya ha acogido la pionera Unidad de Rehabilitación Postcovid del Benito Menni.

Al respecto, Socorro Martínez Ríos destaca el acierto de poner en marcha la Unidad sobre una enfermedad que «desconocíamos y de que teníamos que ir aprendiendo día a día», pero que «ha sido clave para que los pacientes que han vencido a la Covid-19 superen las secuelas y recuperen la vida que llevaban antes de la pandemia».

Y es que, asegura que desde «el primer momento veíamos que estas personas no podían recibir una atención de recuperación habitual, porque cada una necesitaba un tipo de atención especializada».

Asimismo, declara que «pensábamos que eran pacientes con una debilidad muscular por haber estado mucho tiempo en la UCI, pero una vez les explorábamos nos dábamos cuenta de que venían casi tetrapléjios, con una voz mucho más débil, con dificultades para beber, y con alucinaciones», lo que nos motivo a llevar a cabo un tratamiento especial y a la creación de la Unidad.

Socorro Martínez Ríos recuerda que han vivido momentos muy complicados y duros, sobre «todo cuando teníamos que preparar a un paciente psicológicamente para anunciarle que un familiar había fallecido».

Como momentos más positivos, destaca cuando les veían salir de sus habitaciones y podían andar, «es una satisfacción tal, que no se puede explicar».

La Jefa de Servicio de la Unidad de Rehabilitación del Hospital Benito Menni de Valladolid también afirma que «nadie está libre» de padecer esta enfermedad. Ya que aunque la mayoría de los pacientes eran hombres de entre 50 y 60 años, el más joven que ha pasado por sus manos tenía 35 años y la mayor 93.

En este sentido, Socorro Martínez Ríos recuerda a un joven de 39 años que es disc jockey, y que por la covid-19 había sufrido varios ictus.

En cuanto al tratamiento que llevan a cabo en la Unidad, explica que los 124 pacientes han sido tratados por un equipo multidisciplinar de logopedas, terapeutas ocupacionales, neuropsicólogos y fisioterapeutas –encargados de la rehabilitación motora y respiratoria–, que poco a poco han ido conociendo las secuelas, y que con un aprendizaje diario y muchas horas de trabajo han podido ayudar a estas personas.

Asimismo, informa de que ya han dado de alta a unos cien personas que se van recuperados al 95 por ciento, pero garantiza que si «en sus casas hacen los deberes que les ponemos», recuperarán la movilidad al 100 por 100.

Socorro Martínez Ríos señala, al respecto, que no estén recuperados totalmente para dar el alta, porque «entendemos que llevan mucho tiempo sin ver a sus familias, y que estar al lado de los suyos les ayuda mucho en todo este proceso».

Por último, la Jefa de la Unidad de Rehabilitación del Benito Menni, también subraya que el 96 por ciento de los pacientes que han tratado sufren alucinaciones, lo que «nos ha demostrado que este virus afecta y mucho al sistema neurológico, incluso con trastornos cognitivos», así como jóvenes deportistas «tenían bastantes dificultades para recuperarse del todo».