La receta del Papa contra la pobreza: más empleos

Poco más de dos horas permaneció el Papa en Asís, en un viaje exprés que tenía como eje poner en valor la Jornada Mundial de los Pobres convocada para este domingo y que él instituyó hace cinco años. Francisco se adelantó a esta celebración con una ‘cumbre’ que mantuvo en la basílica de Santa María de los Ángeles en la que participaron 550 personas en situación exclusión llegadas de toda Europa.

Ante ellos, el Papa ejerció de su abanderado reivindicando para ellos voz en medio de una sociedad que les descarta. «¡Es la hora de que se les devuelva a los pobres su palabra», expuso Francisco tras escuchar el testimonio de varios hombres y mujeres en situación de vulnerabilidad, entre ellos, el español Sebastián del Valle, que ha abandonado la indigencia tras ser rescatado por Cáritas.

Jorge Mario Bergoglio no se detuvo en una denuncia de la realidad que viven los que él denomina como «descartados», sino que planteó medidas directas para aplicar por parte de los poderes públicos y privados: creación de empleo, el fin de la esclavitud infantil y el cese de la violencia contra la mujer. «Es hora de arremangarnos para restaurar la dignidad mediante la creación de puestos de trabajo», subrayó el pontífice que clamó contra «el escándalo» del hambre infantil. Tampoco dudó en visibilizar la humillación de la trata: «Es hora de que la violencia contra la mujer cese y sea respetada y no tratada como moneda de cambio».