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¿Cuál es la capital del veganismo, la ciudad prohibida para los amantes de la carne?
El movimiento ha adquirido mucha presencia en la sociedad los últimos años
El movimiento vegano llegó hace unos años y ha conseguido asentarse en prácticamente todas las sociedades del mundo. Los que optan por seguir este estilo de vida siguen unas directrices muy claras acerca de su alimentación y de la procedencia de la comida.
Según la Real Academia Española de la Lengua (RAE) este movimiento es una “actitud consistente en rechazar alimentos o artículos de consumo de origen animal”. Tanta es su importancia actualmente que han llegado a aparecer muchos productos en este sentido, incluso algunos que solo podrían ser animales como la miel.
Aunque en un inicio todo surgió a partir de la evolución del vegetarianismo, muchos adoptaron esta nueva línea más dura. Así, y junto a una critica al sector alimentario global, los individuos que profesan este estilo de vida cambian por completo sus costumbres alimentarias.
La repercusión es tal de este estilo de vida que en Suiza, por ejemplo, el 14% de toda la población se declara vegana. Este es el segundo país del mundo con más veganos y el primero en Europa.
El primero es la India y su porcentaje supone más del doble que en Suiza. Más del 30% de los indios profesa esta línea de alimentación en la que lo animal y procedente de estos se encuentra prohibido.
Tal es el punto de importancia en este país que existe una ciudad donde el veganismo se lleva al extremo. Para los amantes de los alimentos que no proceden de los animales, una urbe se ha convertido en el paraíso para los veganos.
La ciudad vegana
Benarés es una ciudad al este de la India, en el estado de Uttar Pradesh. Esta localidad se considera la capital espiritual del país, nación con gran tradición en este sentido. Todos los días, por ejemplo, miles de creyentes se bañan en el río Ganges para limpiar sus pecados.
Esta ciudad, además, es conocida por la famosa cremación de Benarés, donde piras funerarias arden durante el día y noche. Allí, cientos de cuerpos son cremados para que Shiva les de la salvación.
Aunque la tradición y espiritualidad sean el santo y seña de esta ciudad, desde 2019 otro motivo la ha situado en el mapa. Muchos de los habitantes de Benarés son devotos de Shiva, a quien consideran “vegetariano puro”.
Tal es el punto de creencia en esta ciudad que hay quien se niega a beber agua en una casa donde se coman productos animales. Incluso, en 2019, el gobierno prohibió la venta y el consumo de carne en aquellos lugares que se encuentren a menos de 250 metros de algún templo o lugar histórico.
Este movimiento tan singular es uno de los claros ejemplos de las directrices que siguen estos creyentes. Incluso, esto ha conseguido que la ciudad adquiera un nuevo tipo de turismo al margen del espiritual que ha hecho explotar, aún más, las visitas a la ciudad.
Además, ha aparecido un aumento exponencial de restaurantes veganos en los que algunos de los mejores cocineros del mundo trabajan. Tradición y creencias han propiciado que la ciudad se convierta en un paraíso para todos los vegetarianos y vegano.
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