Retroceso

Mascarilla obligatoria en exteriores, una medida “inútil”

La estrategia del Gobierno para frenar la sexta ola no convence a nadie, ni a las comunidades ni a los expertos. «Es decepcionante»

Varias personas caminan por la calle con mascarilla por las calles de Valencia
Varias personas caminan por la calle con mascarilla por las calles de ValenciaBiel AliñoEFE

La primera fecha señalada de estas navidades, el día de Nochebuena, arranca con la obligatoriedad del uso de mascarilla en exteriores por decreto. La nueva normativa, aprobada en el Consejo de Ministros y posteriormente publicada en el BOE y que entra en vigor, hoy nos devuelve a la misma situación de hace seis meses, en junio, antes de que el Gobierno eliminara la medida aludiendo que ya no era eficaz y, además, redundaba en la fatiga pandémica de la población.

Como no podía ser de otro modo, la estupefacción y el desacuerdo de la comunidad científica no se han hecho esperar. Los expertos han «inundado» sus redes socialesy han ofrecido públicamente sus argumentos para demostrar que tratar de luchar contra la sexta ola de la pandemia con esta medida “placebo” es tan “naif” como incomprensible.

“Implantar la mascarilla en exteriores es inútil porque sabemos desde hace tiempo que tenemos un riesgo hasta 20 veces mayor de contagio en interiores”, explica Manuel Franco, portavoz la Sociedad Española de Salud Pública (Sespas), que recuerda que los brotes se producen en los lugares de trabajo, los bares, hoteles o las discotecas”. Pero no solo eso, el experto considera que, además, “es una medida contraproducente y mal tomada. Es perjudicial porque nos estamos yendo de foco y desanima, porque ahora la población ya sabe mucho”, añade.

Por su parte, el vicepresidente de la Sespas y profesor de la Universitat de València, Óscar Zurriaga, tachó de “decepcionante” la decisión del Gobierno, “cuando se ha demostrado que la mascarilla en exteriores nunca ha sido de especial eficacia”. “Esperaríamos que, en momentos de preocupación, hubiera un poco más de audacia en el sentido político de la palabra a la hora de implantar medidas que no tienen por qué ser igual para todo el país”, comentó, porque “en determinados territorios hacen falta medidas que no sean solo la mascarilla en exteriores”.

Además, tal y como explicó la vicesecretaria de Política Social del Partido Popular, Ana Pastor, “el Gobierno no tiene ningún informe que avale la utilidad y eficacia de esta medida”. De hecho, los expertos y técnicos de la Ponencia de Alertas y Planes de Preparación y Respuesta –incluido Fernando Simón– no han propuesto la vuelta de las mascarillas en exteriores como estrategia útil en ninguno de los últimos informes que se han presentado desde el cambio de tendencia epidemiológica en España a medidados de noviembre. “Es una operación de marketing que solo manda un mensaje de confusión y caos a los ciudadanos”, señaló la popular.

En realidad, el Gobierno ha justificado la aprobación de esta medida aludiendo a que lo habían pedido siete regiones (Andalucía, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Galicia, País Vasco, Castilla y León y Navarra), pero se trataba de una petición de “mínimos”, una decisión “simbólica” de utilidad limitada que de ningun modo es proporcionada a la situación crítica que se vive en España en estos momentos, con 17 territorios en riesgo muy alto de transmisión, y al menos 11 autonomías con sus UCI en el indicador de riesgo muy alto.

Por ello, los ejecutivos regionales han tenido que actuar por su cuenta. Tal y como se preveía habrá 17 navidades distintas: desde el toque de queda de Cataluña a la ausencia de medidas restrictivas de Madrid.

En Murcia, el Gobierno ha decidido este jueves cerrar la actividad no esencial a la 1 de la madrugada, como el ocio nocturno, limitar el número de comensales por mesa y cerrar las pistas de baile.

En Andalucía y hasta el 15 de enero, la Junta ha ordenado exigir el pasaporte covid a todos los establecimientos interiores de hostelería y ocio nocturno, además de en hospitales y residencias de ancianos. Aragón –que está impulsando un acuerdo entre las comunidades del norte peninsular para restricciones comunes– prohibirá el consumo en barra de los bares y restaurantes, reducirá los aforos y adelantará el horario de cierre en la hostelería y establecimientos de ocio a partir de la próxima semana.

El Tribunal Superior de Asturias (TSJA) autorizó ayer pedir pasaporte covid en los locales y actividades que se consideran de mayor riesgo. En Baleares se exigirá en los locales de restauración con aforo superior a las 50 personas. Y Canarias se centra en las restricciones de las reuniones familiares.

Mención aparte merece Cataluña, la región que ha llegado más lejos en la imposición de medidas restrictivas: toque de queda de 1 a 6 de la madrugada,limitar las reuniones a 10 personas, cerrar el ocio nocturno y reducir los aforos al 50 % en hostelería y al 70 % en comercio, cultura y gimnasios.

Jubilados como último recurso

El resto de medidas del Gobierno están centradas en el plan de vacunación y en descongestionar la atención primaria. Habrá un refuerzo de los dispositivos de atención con equipos de vacunación de las Fuerzas Armadas. Se aprobará también la contratación de personal sanitario jubilado y prejubilado y la habilitación de especialistas titulados de fuera de la UE.