Tragedia en el mar

Llegan al puerto de Terranova los tres supervivientes del Villa de Pitanxo

Se trata de Juan Enrique Padín, el patrón del buque; su sobrino, Eduardo Rial; y Samuel Kwesi Koufi, natural de Ghana

El barco gallego Playa de Menduíña 2 que transporta los tres supervivientes y los cuerpos de siete pescadores recuperados del naufragio del pesquero español Villa de Pitanxo ha llegado este sábado a las 07.10 hora local (10.40 GMT) al puerto de San Juan de Terranova (Canadá).

Se trata del patrón Juan Enrique Padín Costas, su sobrino Eduardo Rial Padín y el marinero ghanés Samuel Kwesi Koufie, así como siete de los cuerpos recuperados. Los otros dos cadáveres llegaron el viernes en el barco canadiense Nexus.

La llegada a puerto del ‘Playa Menduiña 2′, que inicialmente estaba prevista para el viernes, se retrasó por las condiciones meteorológicas adversas de la zona, con rachas de viento huracanados de hasta 120 kilómetros por hora así como lluvias intensas.

Como sucedió ayer con los cuerpos de los dos pescadores transportados por el Nexus, se prevé que los cadáveres de los siete tripulantes del Villa de Pitanxo sean trasladados al hospital Health Sciences Centre de San Juan de Terranova para que los forenses de la provincia procedan a su identificación. Además se prevé que los tres supervivientes reciban atención médica para tratar los síntomas de hipotermia que sufren.

Doce marineros permanecen desaparecidos por este naufragio que se produjo a primera horas del martes, cuando el Villa de Pitanxo faenaba en aguas del Gran Banco de Terranova, a unos 460 kilómetros al este de San Juan.

Los familiares de los tripulantes del arrastrero gallego han anunciado que saldrán a la calle este domingo, en Marín (Pontevedra), donde tiene su sede el armador, el Grupo Nores, parareivindicar que continúe la búsqueda de los 12 marineros que siguen desaparecidos.

Los promotores, que han hecho un cartel anunciador con la foto del barco de 50 metros de eslora y un crespón negro, incluyen el mensaje de que continúe esa labor de rastreo, que duró 36 horas, “por parte de España y Canadá”.