Hasta 11 maneras distintas de vacunar del neumococo en España

Los distintos matices con los que las comunidades autónomas aplican las directrices de vacunación hacen que, en España, existan hasta 11 calendarios de vacunación del neumococo distintos. No es el único ejemplo: también hay cuatro maneras distintas de inmunizar frente al meningococo.

Así lo señaló ayer Federico Martinón, jefe del Servicio de Pediatría del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela con motivo del V Simposio sobre vacunas organizado por Pfizer y la Asociación Nacional de Informadores de la Salud. «Solo hay un criterio válido científicamente, que define el tipo de vacuna que se debe aplicar y en el momento que se debe poner; por ello, los matices que se establecen a partir de ahí no responden a criterio clínico alguno y lo único que se consigue es crear confusión e inequidad», explicó. El experto abogó por que se siga un criterio único y se unifiquen los calendarios de vacunación en España. “Los países más avanzados se distinguen por tener los mejores y más completos calendarios de vacunación”.

3 dosis para los menores de 5 años

Por otro lado, en la misma jornada, el vicepresidente senior y director médico mundial de vacunas de Pfizer, Luis Jodar, anunció que «en abril o mayo» se darán a conocer los datos de efectividad de la vacuna de Pfizer-BioNTech en menores de entre 6 meses y 4 años y que, posteriormente, la empresa «aplicará» a la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) – y, posteriormente, a la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) – para su autorización. Así, para estos niños, el régimen será de 3 dosis, no solo eficaces contra Ómicron, sino también contra las nuevas variantes.

También resaltó la «necesidad» de una dosis de refuerzo en los niños de entre 5 y 11 años. «La indicación pediátrica en esta franja de edad es de dos dosis administradas con tres semanas de diferencia, pero, contra Ómicron – e incluso contra Delta – se ha visto que, a partir de cierto tiempo, la inmunidad comienza a decrecer», alertó el experto, que señaló que la protección disminuye «no tanto contra la enfermedad severa, sino contra la sintomática». «Por ello, creemos que una tercera dosis en la población de 5 a 11 años, especialmente contra Ómicron o frente a nuevas variantes, va a ser necesaria», anunció.

Aumentar la vacunación en profesionales sanitarios y de residencias

Por otro lado, los expertos quisieron resaltar la importancia de la vacunación como una estrategia eficaz de salud pública para prevenir enfermedades infecciosas. De hecho, su uso ha reducido significativamente la carga de enfermedades prevenibles por vacunación en los últimos 40 años y evita entre 4 y 5 millones de muertes cada año en el mundo.

Sin embargo, a pesar de los indudables beneficios que proporcionan las vacunas y de que España ha liderado durante la pandemia las coberturas vacunales mundiales frente a la covid, los especialistas advirtieron de la necesidad de una concienciación mayor en lo relativo a la vacunación de los profesionales que atienden a pacientes adultos.

Las menores coberturas vacunales en el adulto «son un fracaso de todos, también de los profesionales sanitarios que atienden a esta población», señaló Martinon que destacó que «las vacunas no son una cosa de niños, y esta es una lección importante que debemos llevar a la práctica, poniendo el mismo esfuerzo en completar y cumplir el calendario vacunal del adulto, el adolescente o la embarazada que el de los niños».

En la misma línea, Ángel Gil profesor de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Rey Juan Carlos, de Madrid, ha comentado que, aunque la inmunización infantil está bien establecida en todo el mundo, la vacunación de los mayores sigue siendo un desafío para la salud pública. “La susceptibilidad a las enfermedades infecciosas aumenta con la edad por los cambios que se producen en el sistema inmunitario a causa del envejecimiento (inmunosenescencia). Esto lleva a las personas de más edad a tener un mayor riesgo y gravedad ante las enfermedades infecciosas. Por ejemplo, patologías como la gripe y la neumonía a menudo se asocian con complicaciones graves y se clasifican como la sexta causa principal de muerte entre los adultos mayores de 65 años en los países desarrollados”, ha indicado.