Religión

Cónclave de los obispos para «limar asperezas» del plan antiabusos

La Plenaria del Episcopado se reúne tras su giro proactivo sobre la pederastia

HUELVA, 13/04/2022.- El obispo de Huelva, Monseñor Santiago Gómez Sierra, la pasada Semana Santa
HUELVA, 13/04/2022.- El obispo de Huelva, Monseñor Santiago Gómez Sierra, la pasada Semana SantaJulián PérezAgencia EFE

Los obispos españoles se reúnen desde hoy y hasta el viernes en una Asamblea Plenaria de puesta a punto, después de unos meses convulsos por la crisis de los abusos sexuales y el giro proactivo adoptado respecto a la anterior reunión de noviembre del máximo organismo colegial que reúne a todos los pastores del país. La cúpula del Episcopado rendirá cuentas sobre la auditoría externa encargada al bufete Cremades&Calvo Sotelo, así como sobre el papel que adoptarán en la comisión encargada por el Gobierno y liderada por el Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo.

Todos los obispos han sido informados de las líneas generales de esta hoja de ruta. Sin embargo, es ahora cuando podrán tomar la palabra para conocer detalles, matizar y «limar asperezas», que no para «enmendar la plana», exponen fuentes episcopales a este diario. Y no solo porque el plan cuente ya hasta con aval del Papa, tras la reunión que mantuvo con el presidente Juan José Omella, el vicepresidente Carlos Osoro y el secretario general Luis Argüello. La hoja de ruta antiabusos se aprobó en la Comisión Ejecutiva, formada por nueve obispos encargados de los asuntos ordinarios y de urgencia como este. Además, ya tuvo un primer chequeo en la Comisión Permanente, donde están representados una treintena de mitrados: los «barones» regionales y los responsables de los departamentos temáticos. En ninguno de los dos foros se escucharon voces «opositoras», aprecia un obispo con silla en ambos organismos.

Tomar las riendas de la crisis

Hay quien ha vaticinado una batalla campal de guante blanco en esta Plenaria, un extremo que desmienten desde la Conferencia Episcopal a LA RAZÓN. Tampoco se esperan resistencias significativas, pero sí explicaciones sobre la elección de Cremades y las garantías de su independencia. Otros obispos consultados comentan que sus preguntas se centrarán en la discreción y urgencia con la que se afrontó la cuestión y las competencias asumidas por la Ejecutiva para afrontarlo. «Había que tomar las riendas de la crisis sin más demoras. Llegamos tarde, pero no podíamos esperar más para actuar», expone otro pastor impulsor de este giro proactivo, que confirma que se venía trabajando en este plan desde hace tiempo y desvela que la auditoría ya estaba sobre la mesa antes de que Moncloa lanzara su órdago Gabilondo.

Secretismo

Este mismo prelado admite que habrá alguna voz que continúe minusvalorando la crisis de la pederastia. Sin embargo, insiste en que el sentimiento «inmensamente mayoritario» es de respaldo. En esta misma línea, habla de posturas «aisladas» las de aquellos que pudieran negarse a abrir los archivos para colaborar con el informe histórico. «Lamentablemente el secretismo era tal con el tema, que no vamos a poder encontrar muchos registros al respecto», lamenta un eclesiástico que ya ha peinado la documentación reservada en su diócesis del último siglo.

En cualquier caso, los obispos esperan que esta Plenaria marque un antes y un después, especialmente ante la opinión pública. Con la auditoría en marcha, el diálogo abierto con las víctimas y definidos los límites de la colaboración con el Gobierno, confían en que se rebaje la presión mediática para poder «marcar el paso» con otras cuestiones donde la Iglesia busca poner el foco: la crisis económica, la secularización y aterrizar las reformas del Papa.