Monkeypox

Sanidad prioriza a “grupos con prácticas sexuales de alto riesgo” en la vacunación frente a la viruela símica

La nueva estrategia pone foco en personas con alto intercambio de parejas sexuales, que acudan a lugares para practicar sexo en grupo, o que hayan presentado una infección de transmisión sexual en el último mes

Las ministra de Sanidad, Carolina Darias, durante la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros, este martes en el Palacio de la Moncloa.
Las ministra de Sanidad, Carolina Darias, durante la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros, este martes en el Palacio de la Moncloa.Alberto R. RoldánLa Razón

La nueva estrategia de vacunación frente al Monkeypox, aprobada ayer por la Comisión de Salud Pública contempla, para los mayores de 18 años, la administración intradérmica de una única dosis de un quinto (0,1 ml) de la cantidad que se venía poniendo hasta ahora (0,5ml) - excepto para las personas con inmunodepresión, mujeres embarazadas y niños, a quien se les seguirá administrando la dosis completa de modo subcutáneo y que recibirán el segundo pinchazo a los 28 días del primero para completar la pauta.

Dada la escasez de vacunas, y mientras se negocia la adquisición de un mayor número de dosis, a nuestro país- que ha notificado hoy 6.284 casos- han llegado algo más de 12.000, a las que se sumarán otras 5.000 antes de que finalice agosto, Sanidad ha considerado necesario revisar las recomendaciones emitidas inicialmente, tanto para la profilaxis preexposición como posexposición.

Grupos prioritarios

El plan de vacunación mantiene como prioritarios a personas que mantienen prácticas sexuales de alto riesgo, fundamentalmente pero no exclusivamente GBHSH (gays, bisexuales y hombres que tienen sexo con hombres) incluidas dentro de las indicaciones de la profilaxis preexposición al VIH (PrEP) o con infección por el VIH en seguimiento en las consultas hospitalarias.

Como novedad, esta actualización determina que se empiece a vacunar a quienes cumplan con alguno de los siguientes criterios: tener alto intercambio de parejas sexuales (10 o más en el último año o más de tres en los últimos 3 meses), acudir a lugares específicos para practicar sexo en grupo, o haber presentado infección de transmisión sexual en el último mes.

Además, priman las personas con riesgo ocupacional -como personal sanitario en consultas especializadas en atención de ITS/VIH que atienden a personas con prácticas de alto riesgo y personal de laboratorio que manejan muestras potencialmente contaminadas- o que se encarga de la desinfección de superficies en locales donde se mantienen relaciones sexuales de riesgo, siempre que no se pueda garantizar otros medios de protección.

Mientras, en posexposición, son prioritarioslos contactos estrechos de casos confirmados, sobre todo aquellos con alto riesgo de enfermedad grave (población infantil, las embarazadas y las personas con inmunodepresión), así como personal sanitario y de laboratorio con contacto con casos confirmados y que hayan tenido alguna incidencia en el uso de EPI.

Segundas dosis ¿para quién?

El documento establece que las segundas dosis se reserven para las personas con inmunodepresión, mujeres embarazadas y niños- a quien se les seguirá administrando la dosis completa de modo subcutáneo- y que recibirán el segundo pinchazo a los 28 días del primero para completar la pauta.

En las personas con antecedente de vacunación frente a la viruela “se puede valorar no administrar la segunda dosis”.

Si la vacuna se ha puesto tras el contacto de riesgo, se administrará una sola dosis en los primeros 4 días tras el primer contacto estrecho, aunque podrá ofrecerse hasta los 14 días. La segunda “solo se les ofrecerá si cumplen criterios para la vacunación preexposición” anteriormente descritas y “se seguirán las mismas recomendaciones establecidas para esta vacunación”.

Cómo se sacan las cinco dosis de cada vial

Los viales de vacuna están formulados como monodosis de 0,5 ml, de la que podrán extraerse un máximo de 5 dosis de 0,1 ml; si la última dosis extraída es menor de 0,1 ml, deberá desecharse y no se completará “en ningún caso con producto de otro vial”.

Una vez descongelados, los recipientes pueden mantenerse 2 meses entre 2 y 8 ºC (en nevera). Para minimizar la posible contaminación por microorganismos, una vez realizada la primera punción en el tapón, el vial deberá estar el menor tiempo posible a temperatura ambiente y un máximo de 8 horas en nevera. Si no se vacuna a personas consecutivamente, también deberá conservarse en nevera.

Según advierte el protocolo, “es importante que la administración por vía intradérmica se realice por personal de enfermería con experiencia o formación en esta técnica de administración”. El plan recomienda informar sobre la posibilidad de endurecimiento, eritema y/o cambio de color de la piel en el lugar de la inyección, efectos más frecuentes con la administración intradérmica que subcutánea.