Opinión

El Papa breve

Su sucesor dijo que la brevedad de su pontificado era proporcional a la importancia de su legado

Treinta y tres días después de sentarse en la silla de San Pedro, moría el Papa Juan Pablo I
Treinta y tres días después de sentarse en la silla de San Pedro, moría el Papa Juan Pablo IlarazonLa Razón

Albino Luciani, Patriarca de Venecia, fue elegido papa el 26 de agosto de 1978 y falleció víctima de un infarto de miocardio el 28 de septiembre del mismo año. Su pontificado, uno de los más breves en la historia de la Iglesia, duró sólo treinta y tres días. Puede aplicársele, pues, el texto del libro bíblico de la Sabiduría (4, 13) «consummatus in brevi explevit tempora multa» que la versión española de la Biblia de Jerusalén traduce: «Alcanzando en breve la perfección llenó largos años»; respuesta sapiencial al problema planteado por la muerte prematura del justo.

La sorpresa de su muerte repentina y el desastre informativo con el que las autoridades vaticanas cubrieron tan insólito acontecimiento (principalmente no autorizar su autopsia) dieron lugar a una serie de truculentas suposiciones sobre un posible asesinato en el que habrían participado la masonería y algunos prelados aterrorizados por las reformas radicales que Juan Pablo I planeaba en las finanzas vaticanas. Hoy nadie cree en esta macabra reconstrucción de la realidad.

En vísperas de su beatificación (será el quinto papa del siglo XX elevado al honor de los altares, después de Pío X, Juan XXIII, Pablo VI y Juan Pablo II) se ha recordado que su sucesor polaco dijo que la brevedad meteórica de su pontificado era inversamente proporcional a la importancia de su legado.

Humildad

Se ha subrayado que inauguró un estilo más pastoral en el ejercicio del papado y en este sentido se le puede considerar como un precursor de Francisco.

Cuando fue nombrado obispo escogió como lema la palabra «Humildad» y, como ha recordado el secretario de Estado cardenal Parolin, cuando se le preguntaba al Patriarca Luciani cuál era la principal cualidad del pastor respondía: «La primera la humildad, la segunda la humildad, la tercera la humildad y la cuarta también la humildad». Y este fue la principal característica de su pontificado.