Psiquiatría
Marian Rojas Estapé: “Muchas crisis de pareja son por intoxicación de cortisol”
La psiquiatra que sienta a España en el diván asegura que “hay que respetar los tiempos de nuestro cerebro” y advierte de que somos el primer país en consumo de psicotrópicos en Europa
De niña le interesaba más el cómo se sentían las personas que los electrocardiogramas bursátiles. “Encuentra tu persona vitamina” y “Cómo hacer que te pasen cosas buenas” (Espasa) están entre los libros más leídos.
Dice que cada día le pasan “cosas” porque supo activar un día el sistema reticular y que nunca acaba de aprender. Sus charlas son difundidas por las redes una y otra vez. Ha logrado empatizar, conectar y divulgar las pautas para salir del “sótano” de las emociones. Y quien está cerca de ella, sana.
¿Qué siente cuando sabe que sus dos libros son de los más vendidos?
Me siento impresionada y, a veces, también sorprendida. Llevo años intentando divulgar de forma sencilla sobre temas que interesan a todos y me alegra saber que, de cierta manera, estoy acercando a diferentes públicos temas relacionados con salud mental, inflamación, estrés, y asuntos que interesan a todos para mejorar su salud física y psicológica.
Dice que hay muchas personas que van por la vida “inflamadas”. ¿Cómo lo detecta?
Esa inflamación la podemos detectar desde un punto físico o psicológico. Desde un punto de vista físico es cuando hay dolencias a muchos niveles: estómago, articulaciones, piel, problemas en la digestión, hinchazones. Y, a nivel psicológico, hay un punto de irritabilidad que se asocia con que el cuerpo no responde bien, que el cuerpo está alterado y el estado de ánimo se encuentra más vulnerable, más ansioso, más en tensión, más triste o agotado.
¿Y cómo se les ayuda?
Lo primero es que hay que comprender y entender eso que cada uno está viviendo. Entenderlo y saber si llevamos meses o años en esta situación de alerta permanente que nos lleva a un estado de intoxicación de cortisol que tiene una influencia en nuestro organismo. Tenemos que ser sinceros con nosotros mismos, generar un espacio de introspección, de freno, desactivar un poco las redes sociales y analizar cómo está siendo nuestra vida y cómo cuidamos nuestra salud física y psicológica.
¿Muchas de las parejas que se rompen son más una mala elección o crisis personales de una de las dos partes?
Es una gran pregunta. Muchas crisis de pareja son a causa de una intoxicación de cortisol, de un estado de alerta permanente que ha mantenido una de las dos personas que impide que la relación funcione bien porque hay tensión, hay enfado, hay irritabilidad y hay malestar. En otras ocasiones uno eligió mal; se dejó llevar por un impulso, por patrones repetidos que no son sanos, por una herida que acarrea desde la infancia y, esas decisiones no son tan meditadas y racionales como deberían serlo.
Se ha creído en muchas ocasiones que todo depende del corazón, pero sabemos que con el amor no basta. Hace falta que uno tenga claro lo que necesita en la vida, que sepa sanar sus heridas y tenga claro sus patrones afectivos para poder elegir de la mejor manera posible. Porque así, cuando llegan los problemas, porque llegarán, uno puede decidir mejor.
La pandemia ha modificado nuestra manera de pensar, de sentir y de relacionarnos. ¿Somos más egoístas?
Hemos vivido dos años en estado de alerta y hemos recibido información relacionada con la muerte, con la enfermedad, con la vacunación, con sintomatología... Hemos vivido dos años intoxicados de cortisol y había una prohibición de todo lo que nos ayuda. Se prohibieron los abrazos, las relaciones humanas, mirarnos a los ojos, empatizar, los besos, la cercanía con las personas mayores... El ser humano está diseñado para vivir de forma social, relacionarse, formar parte de un grupo, tocar y tocarse; vivir un acercamiento por parte de las personas y, la pandemia, eso nos los quitó. Por su puesto que eso ha afectado.
Luego, la introducción de la pantalla de forma masiva nos ha salvado de muchos aspectos, pero ha deteriorado nuestra capacidad de concentrarnos, de prestar atención... Vivimos demasiado inmersos en el mundo digital que nos impide conectar de forma sana con el mundo real.
¿La gratitud cura?
Diría que la gratitud es un bálsamo sencillo para el organismo que ayuda a que nos sintamos mejor. El agradecimiento y la gratitud es la memoria del corazón. Recordamos lo bueno y, cuando nuestro cerebro rememora situaciones en las que disfrutamos, esa gratitud hay modificaciones a nivel neuronal que generan estados de bienestar en el organismo.
Dice que allá donde va, le “pasan cosas”. ¿Cuénteme alguna?
Me pasan muchísimas cosas la verdad. Una anécdota divertida que me pasó un día fue, cruzando la Castellana, mal cruzando, porque estaba la comitiva del presidente de EE UU y la policía no permitía pasar, pero yo tenía una reunión y llegaba tarde, y crucé un poco a lo loco en medio de la Castellana y un policía de los que estaba allí gritó: Marian Rojas, y me giré y pensé: ¡Dios mío, me van a poner una multa! Y, le dije: perdone, perdone, que tengo prisa. Y me dijo: “Es usted mi persona vitamina”. El policía era un encanto, de hecho, la guardo como anécdota y me hice luego una foto con él.
Si supiéramos cuál es la herida de nuestra infancia, ¿qué hacemos con ella? ¿Y si no sabemos cómo repararla?
Las heridas de la infancia son claves. A veces hay que detectarlas, a veces hay que abrirlas, hay que curarlas, hay que sanarlas y otras veces hay que dejarlas estar; no siempre hay que abrirlo todo. No siempre hay que echarlo de golpe todo. Nuestro cerebro, nuestro organismo, nuestro mundo emocional tiene sus tiempos y a veces hay que respetarlos. Y, si no sabemos cómo repararla, hay que tener identificada y ver si esa herida nos está generando patrones, distorsión de comportamientos, si nos lleva a conductas adictivas, a relaciones tóxicas, a problemas afectivos... Y si no vemos que somos capaces de identificarlos o de sanarlos, pedir ayuda.
Muchos miran al poder de la mente de Rafa Nadal. ¿Se puede entrenar la mente?
Rafa Nadal es un ejemplo, a nivel de mente, ha aprendido a enfocar su atención, tener una constancia, perseverancia y voluntad fuera de lo común. Claro que se puede entrenar la atención, sobre todo. Se puede entrenar en qué me fijo, cómo percibo el día, cómo interpreto las cosas, cambiar la forma en la que nos hablamos, cambiar la forma en la que tratamos los problemas y, darnos cuenta que muchos de los problemas son oportunidades de crecimiento.
¿Hay muchas emociones dañadas por la necesidad de validación exterior?
Muchas personas que tienen un vacío afectivo en la infancia, o que han recibido un afecto dañado, a lo largo de su vida necesitarán esa gratificación, esa validación por parte de otros porque hay una inseguridad: uno no se cree lo que hace, tiene el síndrome del impostor, uno viene con una autoestima baja, o con una voz interior que lo machaca. Hay vidas que necesitan estar validadas constantemente porque, si no, no se siente a gusto.
¿Cuándo debemos detectar que estamos cayendo al “sótano” emocional?
En esos momentos de la vida en el que, de repente, te dejas de cuidar, dejas de arreglarte, la idea de desaparecer te parece atractiva, necesitas aislarte, te enganchas horas y horas en el teléfono viendo pornografía, videojuegos, vídeos de forma aleatoria en YouTube, series y no hay nada que te ilusione. Las vías de escape rápidas son cuando te metes en temas de drogas y alcohol, donde no hay nada que te levante de la cama y del sofá. Cuando ves y te das cuenta que no tienes motivos por los que levantarte cada mañana, o que te das cuenta de que te sientes extremadamente solo o que no le importas a nadie. En esos casos, hay que hacer un freno; y pedir ayuda no está de más.
¿La mente está programa para ganar? Es decir; nos genera ansiedad, autosabotajes, por ejemplo, para sacarnos inconscientemente de algún lugar en el que realmente no queremos estar...
La mente tiene diferentes programas: el programa de ambición, de supervivencia, de crecimiento. Pero, hay gente que, como viene dañada, prefiere no ganar, no ser el centro de atención y prefiere estar mucho más dañada, más en silencio. Entonces, no todas las personas tienen programado lo mismo, dependemos mucho de la educación y de las circunstancias.
El Sistema Reticular: ¿Es casi como la magia? ¿Son energías?
Es un conjunto de neuronas del tallo encefálico que tiene diferentes emociones: sueño, vigilia, atención... Y es un gran filtrador de todo lo que nos llega. Nos llegan miles de estímulos y, el sistema reticular lo que hace es filtrar de todo lo que nos llega, y seleccionarlo, prestar especial atención a aquello que nos interesa.
¿Qué siente cuando no puede ayudar a todos? Le habrán pedido muchas veces ayuda, consulta, y no puede llegar a todo...
Ha sido probablemente uno de los temas más complicados de mis últimos años. Yo era incapaz de decir que no hasta hace un par de años y he tenido que aprender a trabajar la culpa, la sensación de emails que me llegan desgarradores, llamadas, peticiones en ferias del libro y no llego. Me encantaría poder ayudar a más, pero, por la forma en la que trabajo, necesito tiempo, también repararme yo porque me paso el día escuchando dramas y, antes, llegaba hasta el extremo, no ponía jamás un freno. Pero, desde que tengo ya cuatro niños me doy cuenta de que, si yo no me cuido, la que va a terminarse rompiendo soy yo. He tenido que protegerme un poco, pero me ha costado mucho tomar ésta decisión.
¿Qué es lo que más preocupa ahora a los psiquiatras?
La alta demanda que existe, por el auge de los intentos de suicidio y por el tema de la juventud, nos preocupa la cantidad de problemas que estamos viendo en los jóvenes.
¿España debería sentarse en el diván?
Es el primer país en consumo de psicotrópicos en Europa, esto nos tendría que hacer replantearnos qué está sucediendo.
¿Su padre le ha sentado alguna vez a usted?
Casi todas las semanas me subo a su despacho, me siento con él unos minutos y hacemos una catarsis. Me viene muy bien, me reparo, nos damos un abrazo y sigo adelante.
¿Qué está investigando ahora?
Estoy investigando mucho sobre el tema hormonal a niveles más profundos y un tema de la inflamación y cómo influye el estrés y la alimentación en ésta y cómo bajar los procesos de neuroinflamación en la gente para que las funciones cognitivas y el estado de ánimo estén mejor.
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