Mascotas

4 hábitos claves para prolongar la vida de tu perro, según un veterinario

No podemos evitar que envejezcan, pero sí influir en cómo lo hacen. Cuidar a un perro va mucho más allá de pasearlo y darle de comer: ciertos hábitos cotidianos pueden marcar la diferencia en cuánto tiempo -y con qué calidad- comparte la vida contigo

Hábitos claves para prolongar la vida de tu perro, según un veterinario
Hábitos claves para prolongar la vida de tu perro, según un veterinarioUnsplash

El lugar que ocupa un perro en casa hace tiempo que dejó de ser "el animal de compañía" para convertirse casi en un miembro más de la familia. Ese vínculo afecta al bienestar de todos: distintos estudios, como los del Human Animal Bond Research Institute, señalan que los niños que crecen con perros desarrollan mejores habilidades sociales y emocionales, y se mueven más al aire libre que quienes no conviven con mascotas.

Por eso, tarde o temprano, aparece una preocupación inevitable: cuánto va a vivir nuestro perro. Los veterinarios recuerdan que el tamaño y la raza pesan mucho en la esperanza de vida: los perros pequeños (chihuahua, yorkshire, maltés, shih tzu…) suelen rondar los 14–16 años, las razas medianas (golden retriever, bulldog francés, cocker spaniel…) se mueven en torno a los 10–12 años, y los grandes o gigantes (gran danés, san bernardo…) rara vez superan los 7–10 años.

En el caso de los mestizos, algunos trabajos apuntan a una ligera ventaja en longevidad frente a los de raza pura, aunque esa diferencia se reduce a medida que aumenta el tamaño. La genética influye -pueden acumular o evitar ciertas enfermedades hereditarias-, pero no lo decide todo: el día a día y los cuidados pesan mucho más de lo que pensamos.

Cuatro hábitos que pueden ayudar a tu perro a vivir más (y mejor)

1. Revisiones periódicas con el veterinario

No solo hay que acudir cuando algo va mal. Un chequeo anual -y, en perros mayores, acompañado de analíticas de sangre y orina- permite detectar a tiempo problemas de riñón, hígado, corazón, diabetes o artrosis, antes de que den síntomas claros. Tratar pronto suele traducirse en más años de vida y menos sufrimiento.

2. Control estricto del peso y de la alimentación

El sobrepeso no es un "detalle estético", puede recortar la vida de un perro más de dos años. Una dieta ajustada a su edad, tamaño y nivel de actividad, junto con paseos y ejercicio diario, protege articulaciones, corazón y metabolismo. El veterinario puede ayudarte a calcular raciones y elegir el alimento adecuado.

3. Vacunas al día y buena prevención de parásitos

Seguir el calendario de vacunación recomendado y usar productos frente a pulgas, garrapatas y parásitos internos (incluido el gusano del corazón en zonas de riesgo) reduce drásticamente la posibilidad de enfermedades graves o incluso mortales. Es una de las formas más sencillas y eficaces de ganar salud a largo plazo.

4. Cuidar la boca como si fuera "otro órgano" más

El sarro y la enfermedad periodontal no solo huelen mal: las bacterias de la boca pueden pasar a la sangre y afectar a corazón, riñones o hígado. Introducir desde joven la limpieza dental (cepillado, productos específicos, revisiones y limpiezas veterinarias cuando toque) es una inversión directa en años de vida.

Pensar en que nuestro perro algún día será mayor resulta duro, pero ser conscientes de su esperanza de vida y de sus necesidades específicas desde el primer momento ayuda a tomar mejores decisiones: elegir bien el tipo de perro que podemos cuidar, planificar sus revisiones, ajustar su alimentación y, en definitiva, acompañarlo de forma responsable en todas sus etapas, también en las últimas.