Sucesos

El 90% de las desapariciones de menores son fugas de centros tutelados

El perfil ha cambiado y cada vez son más pequeños y hay más chicas. Desde SOS Desaparecidos alertan de que detrás de estas fugas «voluntarias» hay problemas de droga y prostitución

Menores desaparecidos.
Menores desaparecidos.Asociación sosdesaparecidos

«Es evidente que hay un problema muy grande y que cada vez es mayor pero parece que todo el mundo está mirando hacia otro lado y eso es peligroso: no debemos olvidar que estamos hablando de menores». La advertencia la lanza, muy preocupado, alguien que sabe mucho sobre desapariciones: Joaquín Amills, fundador de la asociación SOS Desaparecidos y se refiere a las desapariciones de menores.

No solo porque sean un problema en sí mismo sino porque detrás hay variables muy complejas donde se mezclan temas económicos de administraciones públicas con drogas y prostitución.

Según el Informe Anual de Personas Desaparecidas, cuya última actualización es todavía del año 2022, había 8.215 menores desaparecidos en España, aunque según el Centro Nacional de Desaparecidos (CND) –organismo dependiente del Ministerio del Interior–, solo el 2,1% de esas desapariciones corresponden al año 2022 y el resto son anteriores.

Menas o tutelados

La estadística oficial revela que en el año 2018, con la llegada masiva de menores extranjeros no acompañados (los llamados «menas»), fue cuando se produjo un claro incremento de desapariciones, pasando de los 971 denuncias de 2017 a las 3.703 en 2018. Al año siguiente se formalizaron 1.448 denuncias y desde entonces el dato ha ido bajando hasta las 171 de 2022.

Pero según Amills este descenso de la cifra tiene algo de «truco» ya que sostiene que desde Interior consideraron más apropiado separar a los «menas» del resto de menores. «Queda mejor decir que hay seis mil y pico alertas activadas y 8.000 ‘menas’ que decir que hay 15.000 menores que no saben donde están», denuncia el experto.

Si bien es cierto que la problemática es diferente en cada caso (los «menas» no están tutelados por las comunidades autónomas y, en teoría, pueden «fugarse» cuando quieran), en SOS Desaparecidos ponen el foco en los menores cuya custodia ha sido retirada a sus progenitores por diferentes motivos (o se han quedado huérfanos) pero todos están tutelados por la administración pública de cada gobierno regional.

Según el CND, la mayoría de los casos corresponden a menores de entre 15 y 17 años y están catalogadas como «desapariciones voluntarias». La tasa de hombres sigue siendo mayor, un 53%, frente al 47 de mujeres y la nacionalidad española es la predominante.

Y son esos «menores españoles» sobre los que la asociación quiere poner ahora la lupa. «Hay chavales que pueden fugarse 20 o 30 veces en un año. Muchas de esas denuncias sí se formalizan ante Policía o Guardia Civil pero luego no quieren darles difusión a través de canales como el nuestro, algo que no se entiende», denuncian desde la asociación.

Ellos creen que uno de los motivos por los que no quieren darles difusión es porque da «mala imagen» que una administración pública tenga tal descontrol sobre los niños que están a su cargo. «Hay muchas veces que ese menor ha sido retirado de la convivencia familiar porque, en teoría, unos profesionales han valorado que sus progenitores no tienen en estos momentos las capacidades necesarias para hacerse cargo de un menor y por eso les han quitado la custodia temporalmente. Y ellos ahora ven que el chico o la chica se va más de casa que antes; se fuga cada dos por tres del centro: es lógico que piensen que muy bien atendido tampoco es que esté ahora. Los centros no pueden ser cárceles pero se suponen que los quitan para protegerlos y resulta que ahora duermen a diario fuera de casa. Y no creo que lo fallen sean los trabajadores precisamente, quizás no tienen los medios necesarios», sostiene Amills.

Pero no solo eso. Desde SOS Desaparecidos denuncian que, cuando los padres se enteran de que su hijo/a está desaparecido y la administración ha interpuesto la correspondiente denuncia, desde el centro de tutela no quieren proporcionarles la denuncia para que ellos la difundan a través de redes sociales o canales como el de la asociación, que llega a millones de personas y facilitaría su hallazgo. «Son muy pocos los que nos pasan la imagen, dicen que no les dejan y es algo inaudito», añade el portavoz.

Más castigos

En la asociación creen que sería bueno difundirlo, no solo para el principal objetivo, que es encontrara al menor, sino también para que les sea más dificil «esconderlos» a los adultos que les dan cobijo. «Es evidente que cuando están fugados dos o tres semanas de casa, ninguno está debajo de un puente, hay adultos que les están dejando quedarse a dormir en su casa y eso debería estar más castigado». Y es que, debajo de estas fugas voluntarias aparentemente inocentes hay, en muchos casos, menores que se están prostituyendo y que en ocasiones lo hacen para poder pagarse el consumo de estupefacientes. «Lo vemos porque han aumentado mucho las chicas que se fugan. Hay algunas que hasta 20 y 30 veces al año: muchas tienen este problema y se van con hombres que les triplican la edad», señala Amills.

Muy pocas veces van a denunciar que ellas se prostituyen para que les recarguen el móvil, les hagan bizums para comprarse cosas... y en ocasiones lo hacen para adquirir porros y otras sustancias.

Por eso, Amills insiste: «Es un problema muy serio: son menores y están a cargo de una administración, que no se nos olvide».

Una de las soluciones que contempla el experto es la aplicación de medidas más punitivas para los adultos que les dan cobijo. «Si ampliáramos el abanico de lo que está tipificado como inducción al abandono de hogar y pudieran imputarles delitos como abuso, quizás se lo pensarían dos veces antes de dar alojamiento a una menor en su casa», apunta.

Además de cada vez más chicas, también son cada vez más jóvenes. La única buena noticia es que, según el CND, el 67% de las denuncias se cesan durante los primeros siete días. Eso sí, puede que a la semana siguiente, vuelvan a denunciar la desaparición del mismo menor.

El bulo de los retos virales

Ante el brutal ascenso de desapariciones de menores de los últimos meses se ha difundido en varias ocasiones que éstas respondían a un supuesto reto viral que consistía en permanecer desaparecido el mayor tiempo posible. Es más, aseguraban que si conseguían «publicidad» en medios de comunicación ganaban más «puntos» y cuantos más días estuviesen los padres sin saber nada, también estaba mejor puntuado. El supuesto reto viral se habría detectado en algunos países europeos; sin embargo, no hay constancia de que en España se haya producido. Lo niegan desde SOS Desaparecidos y también desde el organismo oficial, el Centro Nacional de Desaparecidos. Desde este último aseguran que se han diseñado campañas para concienciar a los menores de los riesgos de ausentarse del hogar.