Jardinería
Adiós a las flores marchitas: el truco para mantenerlas vivas durante más tiempo
Conviene recordar que esta acción no sustituye otros cuidados básicos, como evitar exponer las flores a la luz solar directa o a ambientes calurosos
Disfrutar de un ramo de flores frescas en el hogar es uno de esos pequeños placeres de la vida. Su presencia transforma cualquier rincón, aportando color, fragancia y una energía especial, aunque la alegría suele durar poco: a los pocos días, las flores tienden a marchitarse, dejando un aspecto mustio que no tardamos en reemplazar. Frente a este problema doméstico tan habitual, un método sencillo y económico se ha popularizado en los últimos tiempos, prometiendo prolongar la frescura de las flores más allá de lo que marca la costumbre.
El secreto, que ha dado la vuelta a las redes sociales, tiene un protagonista insospechado: una simple moneda dentro del florero. Aunque a primera vista pueda parecer un gesto inútil, lo cierto es que este remedio tiene base científica. El cobre presente en muchas monedas, especialmente las de antiguas aleaciones, actúa como un potente antimicrobiano. Al sumergirse en el agua, ayuda a combatir la proliferación de bacterias y hongos que aceleran la descomposición de los tallos florales. Por tanto, con este truco se logra un efecto doble: se retrasa el marchitamiento y el agua de la maceta se mantiene mucho más limpia y sin malos olores.
El proceso es tan sencillo como efectivo. Lo primero es elegir una moneda que contenga cobre (las más antiguas suelen ser las mejores) y colocarla en el fondo del recipiente antes de añadir el agua. Conviene usar agua limpia y fresca, y cortar los tallos en diagonal para favorecer una mejor absorción. Cada dos o tres días es recomendable cambiar el agua, enjuagar la moneda y eliminar cualquier hoja que haya quedado sumergida para mantener el entorno lo más aséptico posible.
Conviene recordar que este truco no sustituye a otros cuidados básicos: no hay que exponer las flores a la luz solar directa, ni a ambientes calurosos o corrientes de aire. Si se siguen estos consejos, las flores lucirán radiantes durante más tiempo, permitiendo disfrutar de su belleza natural varios días adicionales respecto a lo habitual.
Lo mejor de todo es que se trata de una solución totalmente ecológica y libre de productos químicos. Basta una moneda que probablemente ya tenemos por casa y un poco de constancia en el mantenimiento para conseguir que los ramos luzcan frescos y coloridos mucho más allá de lo esperado.