Alerta alimentaria
Un agricultor español estalla ante un concentrado de tomate importado de Egipto que contiene pesticidas peligrosos
Este incidente ha generado gran preocupación en las redes sociales
Un agricultor español estalla de indignación ante la alerta notificada por las autoridades de España, relacionada con la importación de concentrado de tomate procedente de Egipto. El concentrado de tomate en cuestión ha sido encontrado con residuos de tres pesticidas no autorizados: Clorpirifós, Clorfenapir y Diflubenzuron. Este incidente ha generado gran preocupación y una rápida difusión en las redes sociales, con un vídeo del agricultor, Juanvi Palleter, indignado que acumula casi 50 mil reproducciones en Twitter.
El control fronterizo que llevó al descubrimiento de los pesticidas se realizó el pasado 15 de septiembre, y el envío fue liberado para su distribución antes de disponer de los resultados de la analítica. Las autoridades notificaron los resultados de la analítica al Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos (RASFF) el 10 de octubre, lo que sugiere que el producto contaminado podría haber llegado a los consumidores.
El RASFF ha calificado este incidente como "potencialmente grave" debido a la presencia de los pesticidas no autorizados en el concentrado de tomate importado. El Clorpirifós se encontraba en una proporción de 0,044 mg/kg, cuando su Límite Máximo de Residuos (LMR) está establecido en 0,01 mg/kg. El Clorfenapir se detectó en una proporción de 0,18 mg/kg, con un LMR igualmente establecido en 0,01 mg/kg. Por su parte, el Diflubenzuron se encontró en una cantidad de 0,1 mg/kg, con un LMR similar al de los otros pesticidas, de 0,01 mg/kg.
La presencia de Clorpirifós es particularmente preocupante, ya que la Comisión Europea prohibió su uso debido a su peligrosidad en diciembre de 2019. Además, investigadores de la Universidad de Buenos Aires y la Universidad Nacional de Comahue han vinculado la exposición a bajas dosis de Clorpirifós con el cáncer de mama.
Tras la reducción de los LMR para el Clorpirifós por parte de la Comisión Europea, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente de España aprobó la retirada de los formulados a base de Clorpirifós en diversos cultivos, incluyendo el tomate.
El Clorfenapir, por otro lado, se considera probablemente carcinógeno en seres humanos y puede causar irritaciones dérmicas persistentes, así como problemas respiratorios crónicos. En animales, se han observado daños en órganos como la próstata, el útero, el hígado y el riñón.
El Diflubenzuron, aunque actúa como un insecticida de acción retardada, se enfoca en la inhibición de la síntesis de la quitina en los insectos, lo que resulta letal para ellos. La quitina es un componente clave en el exoesqueleto de los insectos y desempeña un papel importante en su protección contra agentes externos.
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