
Movilidad
Alerta en la vía: la Guardia Civil interviene tras encontrar kilos de tornillos en la carretera
Con más de siete kilos de clavos y tornillos recogidos en la vía, las autoridades buscan esclarecer si se trata de un acto intencionado y evitar que más vehículos sufran daños

Conducir conlleva riesgos. Desde fallos mecánicos hasta imprevistos meteorológicos, cualquier incidente en la carretera puede derivar en un accidente. Uno de los peligros más comunes y, a menudo, infravalorados es el pinchazo de una rueda, un problema que no solo afecta al control del vehículo, sino que también supone una pérdida de tiempo y recursos para los conductores.
En la mayoría de los casos, un pinchazo puede ser causado por el desgaste natural del neumático o por un objeto punzante que se encuentra en la carretera. Sin embargo, en la BU-800, una pequeña carretera cercana a Burgos, los pinchazos se han convertido en una auténtica pesadilla del día a día. La situación ha encendido las alarmas entre los vecinos y ha obligado a la Guardia Civil a iniciar una investigación para descubrir la causa de estos incidentes repetidos.
Esta es la carretera donde los coches pinchan con más frecuencia
Desde hace meses, la Guardia Civil ha recibido múltiples avisos de conductores afectados por pinchazos en la BU-800, una vía que conecta las localidades de Cardeñajimeno, Cardeñadijo y Carcedo de Burgos. La recurrencia de estos incidentes ha hecho que los propios vecinos la bauticen como la "carretera de los pinchazos".
El problema ha alcanzado tal magnitud que muchos conductores han optado por evitar esta carretera y buscar rutas alternativas, a pesar de que esto suponga aumentar el tiempo de sus desplazamientos. El temor a sufrir un pinchazo no solo se debe al daño que este pueda causar al vehículo, sino también al peligro de tener que detenerse en una vía donde la visibilidad y la seguridad no están garantizadas.
Ante la gravedad de la situación, la Guardia Civil ha puesto en marcha una investigación para determinar si los numerosos pinchazos registrados en la BU-800 son el resultado de un acto intencionado. Hasta la fecha, las autoridades han recogido entre seis y siete kilos de clavos y tornillos esparcidos a lo largo de la calzada y los arcenes, lo que refuerza la hipótesis de que alguien podría estar colocando estos objetos de manera deliberada.
Aunque las autoridades han mantenido cierto hermetismo sobre el avance de las investigaciones, han asegurado que la investigación avanza en la dirección correcta. La posibilidad de que se trate de un acto premeditado ha generado indignación entre los vecinos, quienes exigen respuestas y soluciones para evitar más incidentes en la zona.
El punto más conflictivo: el acceso a Burgos
Según los testimonios de los afectados, el tramo más problemático de la BU-800 se encuentra en el puente de acceso a Burgos, que conecta la A-1 con la BU-11. Es en este punto donde se han registrado la mayoría de los pinchazos, otra prueba que podría sugerir que los objetos punzantes han sido colocados estratégicamente para causar el mayor daño posible a los vehículos que circulan por la zona.
El peligro no solo radica en los daños que los tornillos y clavos pueden causar a los neumáticos, sino en el riesgo adicional que supone que los conductores tengan que detenerse en un lugar inadecuado. Salir del coche para cambiar una rueda o evaluar los daños en un área con tráfico constante puede aumentar el riesgo de atropello o de sufrir un accidente mayor.
✕
Accede a tu cuenta para comentar