Salud mental
Arthur Brooks, experto en felicidad de Harvard: “Seis pasos para mejorar tu estado de ánimo al empezar el día”
El profesor de la prestigiosa universidad reveló su protocolo diario para eliminar los afectos negativos basándose en la neurociencia

Madrugar para ir a trabajar no es plato de buen gusto para nadie. Hay gente que lo sufre más y empieza el día cuesta arriba y otros que simplemente lo asumen y lo viven con normalidad y sin demasiados problemas. En mayor o menor intensidad, todo el mundo tiene sentimientos. Como explica el prestigioso profesor de Harvard y experto en felicidad Arthur C. Brooks, las emociones existen para alertarnos sobre oportunidades y amenazas, y que partes del sistema límbico se especializan en producir cada tipo de notificación.
El especialista también afirma que la gente no busca cómo ser feliz, sino como dejar de ser infeliz ya que pregunta cómo resolver conflictos en sus relaciones, dejar un trabajo que odian o lidiar con la ansiedad y la tristeza. Los estados de ánimo, positivos y negativos, construyen el llamado afecto por los psicólogos. Estos varían a lo largo del día y dependen de la persona. En su columna en 'The Atlantic', Arthur Brooks confesó: "Mi mayor afecto negativo se produce en las primeras horas del día".
Debido a ello, explica que su reto personal de bienestar es gestionar esos fuertes e intensos afectos negativos por la mañana. "Lo logro con la ayuda de un protocolo diario de seis pasos, basado en la investigación en neurociencia y ciencias del comportamiento que me caracterizan", desvela el profesor. Es algo personal, pero cree que puede ayudar aunque sea en otro momento del día: "Si, como yo, te cuesta sentirte humano por la mañana, este protocolo probablemente te ayude. Si eres poeta, juez o simplemente quieres ser un animador, seguro que encuentras maneras de adaptar la rutina que, independientemente de la hora del día, te funcione".
Estos son los seis pasos para ser feliz desde por la mañana
Experimentar el 'brāhma muhūrta'
Esto consiste en levantarse a las 4:30 de la mañana algo que él hace. Señala a qué se refiere el término: "En la religión hindú significa el tiempo del creador y se refiere al período que comienza exactamente una hora y 36 minutos antes del amanecer". Es positivo por el siguiente motivo: "La evidencia experimental, no solo observacional o anecdótica, sugiere que levantarse antes del amanecer puede conducir a una mejor atención y memoria a lo largo del día". Puntualiza en este apartado: "La neurociencia moderna no ha encontrado evidencia de efectos positivos".
Hacer ejercicio
Él lo hace desde la madrugada, pero, como explica anteriormente, puede ser útil a cualquier hora: "Mi primera actividad, a partir de las 4:45 a. m., consiste en hacer ejercicio durante una hora". Aquí si se ha manifestado la neurociencia: "Numerosas investigaciones han demostrado que el ejercicio físico vigoroso mejora el estado de ánimo y disminuye los síntomas depresivos. Los neurocientíficos han propuesto numerosas hipótesis para explicar este hallazgo".
Lo ejemplifica: "Las personas deprimidas tienden a tener un volumen hipocampal menor que otras; el ejercicio intenso revierte este efecto". Su actividad consiste "normalmente" en 30 minutos de entrenamiento de resistencia intenso más 30 minutos de cardio de "zona 2". La primera parte es un levantamiento de pesas y la segunda un grado de esfuerzo que induce una respiración agitada, pero que permite hablar.
Ponerte metafísico
Todavía bien temprano, llega el siguiente paso: "Después de hacer ejercicio, me aseo y, a las 6:30 a. m., voy a misa católica todos los días con mi esposa. Esto dura unos 30 minutos". Cuando está fuera reza el rosario. También ofrece una alternativa para aquellos que no sean religiosos: "La meditación concentrada o la oración de algún tipo, ya sea formalmente religiosa o no, es un componente importante de este protocolo. Las investigaciones han demostrado que estas actividades son muy efectivas para la autogestión emocional".
Tomar café
Arthur Brooks señala que sus tres primeras horas son en ayunas y que luego llega lo que denomina "el grano milagroso", es decir, introducir cafeína en el cuerpo. "El café es fundamental para mi gestión de los afectos negativos, y no soy el único: millones de personas hacen lo mismo, y por buenas razones neurocientíficas" desvela. Algunas de ellas son que impide que los receptores A2A del cerebro detecten la adenosina, un neuromodulador que reduce la energía y promueve la somnolencia. De hecho, la cafeína no te energiza; más bien, evita que te sientas aletargado.

Explica el motivo de esperar tanto para tomar el café: "Retrasar mi consumo reduce el bajón de cafeína que sufro a primera hora de la tarde si lo he tomado muchas horas antes. También prefiero no tener ningún estimulante en el organismo durante la oración".
Tiempo de triptófano
El profesor explica en que consiste este apartado: "Con mi café tomo mi primera comida, que consiste en una gran dosis de proteína en forma de yogur griego sin azúcar, proteína de suero, frutos secos y bayas". Da todo tipo de detalles: "Intento consumir entre 150 y 200 gramos (aproximadamente entre 5 y 7 onzas) de proteína al día para combatir la sarcopenia y mantener una masa muscular saludable, algo vital después de los 60 años, así que esta primera comida me encamina hacia ese objetivo".
"Los investigadores han demostrado que las proteínas ricas en un aminoácido esencial llamado triptófano aumentan la actividad de la serotonina en el cerebro", explica, lo que en otras palabras significa que tomar ese tipo de alimentos aumenta la felicidad.
Entrar en ritmo
Aunque parezca sorprendente, lo último que hace es trabajar. Desvela cómo es día a día: "Me concentro sobre las 7:30. Cuando estoy en casa, dedico mis mañanas a la actividad creativa. Casi no atiendo reuniones ni llamadas antes del mediodía para poder disponer de varias horas ininterrumpidas para escribir, preparar conferencias, desarrollar nuevas ideas y leer investigaciones de otros". Concluye este último paso subrayando la importancia del ritmo: "El estado psicológico intensamente gratificante de absorción y concentración".
Cada persona debe hace su experimento
"Sé un científico loco trabajando en tu propio experimento", finaliza respecto a la rutina. Arthur Brooks se refiere a la siguiente con esta afirmación: "Tus desafíos pueden ser diferentes a los míos, así como lo que mejor te funcione. Pero si tu perfil afectivo es similar, podrías usar este protocolo como punto de partida. Luego, puedes variar cuidadosamente cada elemento, llevando un registro minucioso de los resultados".