Embarazo

Así consigue el zika atravesar la placenta de la embarazada

El virus es capaz de infectar algunas células que conforman esta barrera y migrar con ellas hasta el cerebro en formación del feto

Ataca a células adultas. Otro estudio afirma que el virus afecta también a los cerebros más maduros
Ataca a células adultas. Otro estudio afirma que el virus afecta también a los cerebros más maduroslarazon

El virus es capaz de infectar algunas células que conforman esta barrera y migrar con ellas hasta el cerebro en formación del feto

Cuando el virus del Zika ataca a personas adultas produce, como mucho, un resfriado algo más fuerte, pero el problema puede ser mucho más grave si la persona que lo padece está embarazada. Y es que este virus tiene la capacidad de traspasar la barrera protectora de la madre, la placenta, para infectar al feto y atacar, directamente, las células que van formando su cerebro. Les puede producir microcefalia. Pero, ¿cómo consigue eludir esa frontera? Sencillo, mimetizándoses con las células que la conforman. Así lo afirma un grupo de investigadores de la Universidad de Yale que acaban de publicar un estudio en «JCI Insight». Y es que, hasta ahora, poco o nada se conocía sobre esta «intromisión» del virus en la formación del feto.

Los científicos se han centrado en analizar las células que conforman la placenta para averiguar qué papel juega cada una de ellas. Utilizaron tres cepas diferentes de zika e infectaron con ellas otras tantas células que conforman el tejido placentario. En concreto se utilizaron citotrofoblastos, fibroblastos y unas células que se conocen como Hofbauer. Todas ellas se extrajeron de placentas de gestaciones en curso.

Determinaron que tanto los fibroblastos, como las Hofbauer eran susceptibles de infectarse con el virus. «Estas células de la placenta podrían servir potencialmente como reservorio del zika para, así, poder reproducirse en el compartimento fetal», afirma Kellie Ann Jurado, uno de los principales investigadores del estudio. Pero no sólo eso, también han determinado que las Hofbauer son las que más ayudan a diseminar el virus por toda la placenta. Estas células van migrando y, con ello, transportan consigo la carga viral hasta el cerebro del feto.

Este hallazgo es muy relevante para los expertos porque no sólo les ayuda a comprender mejor el comportamiento del virus, sino que «nos permite comprender cómo circula el zika y expone rutas potenciales para su reproducción», añade Jurado. Es una nueva vía para intentar evitar que el virus que transmite el mosquito Aedes aegipty infecte a los bebés en su desarrollo.

Por el momento, se desconoce cuándo se incrementan las posibilidades de infección de los fetos, pero los médicos cada vez tienen más claro que «el segundo trimestre del embarazo es el momento más crítico», asevera Fernando de la Calle, de la Unidad de Enfermedades Tropicales del Hospital La Paz-Carlos III. También se cuestiona la posibilidad de que el riesgo de afectación del feto sea mayor si la madre está coinfectada con otro virus que transmite el mismo mosquito, el dengue.

Para seguir aumentando el conocimiento de este virus, otro grupo de científicos han publicado otro estudio en «Cell Stem» que concluye que el zika también puede afectar a las células cerebrales adultas. «Infectarse siendo adulto no es tan inocuo como se creía», afirma Jo-seph Gleeson, de la Universidad de Rockefeller. Y es que han comprobado que la infección puede producir la pérdida de ciertas células que son «vitales» para el aprendizaje y la memoria.