La bebida más popular entre los jóvenes que tiene efectos dañinos para la salud (no es alcohol)

Las bebidas energéticas se han vuelto la bebida habitual de muchos jóvenes, especialmente durante la temporada de exámenes. Muchos estudiantes recurren a ellas con la esperanza de ganar un extra de energía y no dormirse durante las largas noches de estudio. Sin embargo, aunque estas bebidas prometen mejorar el rendimiento, los efectos negativos que conllevan son significativamente mayores que cualquier beneficio temporal que puedan ofrecer.

Las bebidas energéticas no tienen alcohol pero contienen altos niveles de cafeína y azúcar, junto con otros estimulantes como la taurina y el guaraná. El consumo excesivo de cafeína puede provocar una serie de problemas de salud, incluyendo insomnio, nerviosismo, palpitaciones, y en algunos casos, incluso arritmias cardíacas. El alto contenido de azúcar puede contribuir a problemas metabólicos como la obesidad y la diabetes tipo 2.

Además, el consumo regular de bebidas energéticas puede llevar a una dependencia, donde los jóvenes sienten que no pueden rendir sin ellas. Esto puede afectar negativamente a su salud mental y a su capacidad para concentrarse de manera natural. A largo plazo, el abuso de estas bebidas puede dañar el sistema cardiovascular y aumentar el riesgo de hipertensión y enfermedades cardíacas.

En España, según la encuesta ESTUDES, cuatro de cada diez estudiantes de entre 14 y 18 años consumen bebidas energéticas, y más de la mitad de los que han consumido alguna vez reportaron problemas de salud relacionados con su consumo.

¿Por qué son tan peligrosas?

Las principales y más graves consecuencias del consumo de bebidas energéticas están relacionadas con los siguientes factores:

• Azúcar: estas bebidas contienen el equivalente a 20 cucharadas de azúcar, lo que puede llevar a la obesidad, diabetes tipo 2, caries y otros problemas de salud relacionados con el exceso de azúcar.

• Altas dosis de cafeína: la ingesta de grandes cantidades de cafeína puede causar trastornos del sueño, alteraciones en la presión arterial, palpitaciones, náuseas, vómitos e incluso convulsiones. Además, aumenta el riesgo de diversas complicaciones cardiovasculares, incluso en personas sanas. La FDA (Food and Drug Administration) reconoce los riesgos del alto consumo de cafeína y limita su contenido en refrescos a 71 miligramos por cada 354 mililitros. Sin embargo, no existen límites para la cafeína en las bebidas energéticas, las cuales pueden contener fácilmente entre 200 y 300 miligramos, o más, por envase. De hecho, una investigación realizada por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) desveló que el contenido de una lata de estos refrescos contiene tanta cafeína como cuatro tazas de café.

¿Qué ocurre en tu cuerpo cuando tomas Red Bull?

Beber una lata de Red Bull o cualquier otra bebida energética desencadena una serie de efectos en el cuerpo que pueden durar más de una semana, según datos de la Administración Federal de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos y el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido.

• Los primeros 10 minutos: la cafeína entra en el torrente sanguíneo, provocando un aumento en la presión sanguínea y el ritmo cardíaco.
• 15-45 minutos: se alcanza el pico de cafeína en la sangre, lo que te hace sentir más alerta y concentrado debido a los efectos estimulantes de la cafeína y la taurina.
• 30-50 minutos: el cuerpo absorbe toda la cafeína ingerida y el hígado libera más azúcar en la sangre.
• 1 hora: comienza el bajón de azúcar y los efectos de la cafeína disminuyen, lo que provoca cansancio y una caída en los niveles de energía.
• 5-6 horas: la cantidad de cafeína en la sangre se reduce al 50%. En las mujeres que toman píldoras anticonceptivas, este proceso tarda el doble de tiempo.
• 12 horas: la mayoría de las personas eliminan por completo la cafeína del cuerpo, aunque el periodo exacto varía según factores como la edad y la actividad física.
• 12-24 horas: si consumes cafeína habitualmente, puedes experimentar síntomas de abstinencia entre 12 y 24 horas después del consumo, incluyendo dolor de cabeza, irritabilidad y estreñimiento.

Bebidas energéticas mezcladas con alcohol

Mezclar bebidas energéticas con alcohol se ha convertido en una moda preocupante que conlleva riesgos significativos para la salud. Esta combinación es peligrosa por varias razones:

• Enmascaramiento de los efectos del alcohol: las bebidas energéticas contienen altos niveles de cafeína, que es un estimulante, mientras que el alcohol es un depresor del sistema nervioso central. La cafeína puede enmascarar los efectos sedantes del alcohol, haciendo que las personas se sientan menos ebrias de lo que realmente están. Esto puede llevar a consumir más alcohol del que el cuerpo puede manejar de manera segura, aumentando el riesgo de intoxicación etílica severa.
• Mayor riesgo de accidentes y lesiones: la falsa sensación de sobriedad puede llevar a decisiones peligrosas, como conducir bajo los efectos del alcohol, participar en comportamientos de riesgo y sufrir accidentes o lesiones. La cafeína no reduce la concentración de alcohol en sangre ni sus efectos sobre la coordinación y el juicio.
• Sobrecarga del sistema cardiovascular: tanto la cafeína como el alcohol tienen efectos opuestos en el sistema cardiovascular. La cafeína aumenta la presión arterial y la frecuencia cardíaca, mientras que el alcohol inicialmente puede causar una dilatación de los vasos sanguíneos, seguida de un aumento de la presión arterial. Esta combinación puede poner una carga excesiva en el corazón y los vasos sanguíneos, aumentando el riesgo de problemas cardiovasculares como arritmias, hipertensión y, en casos extremos, ataques cardíacos.
• Deshidratación: el alcohol es un diurético, lo que significa que aumenta la producción de orina y puede llevar a la deshidratación. Las bebidas energéticas también pueden contribuir a la deshidratación debido a su contenido de cafeína. La deshidratación puede causar una serie de problemas de salud, incluyendo dolores de cabeza, mareos y, en casos graves, desmayos y daño renal.
• Desarrollo de adicciones: la combinación regular de bebidas energéticas y alcohol puede fomentar el desarrollo de una adicción tanto a la cafeína como al alcohol. Los jóvenes que mezclan estos productos pueden volverse dependientes de la sensación de euforia y energía que proporciona la mezcla, lo que puede llevar a un consumo excesivo y regular de ambas sustancias.
• Impacto en la salud mental: el consumo excesivo de cafeína y alcohol puede tener efectos negativos en la salud mental, incluyendo ansiedad, depresión y trastornos del sueño. La cafeína puede agravar la ansiedad y el nerviosismo, mientras que el consumo excesivo de alcohol está asociado con una mayor incidencia de depresión y otros problemas de salud mental.

Aunque mezclar bebidas energéticas con alcohol pueda parecer una forma de prolongar la energía y la diversión en fiestas y eventos sociales, los riesgos asociados superan con creces cualquier beneficio percibido. Es crucial que los jóvenes sean conscientes de estos peligros y opten por alternativas más seguras para disfrutar de su tiempo libre.