Ciencia

Descubierta una nueva especie de planta fósil del Cretácico en Teruel

Las últimas investigaciones en paleobotánica de paleontólogos aragoneses han llevado al descubrimiento de una nueva especie de planta del Cretácico Inferior, con una antigüedad de entre unos 113 y 100 millones de años.

Las últimas investigaciones en paleobotánica lideradas por paleontólogos aragoneses han llevado al descubrimiento de una nueva especie de planta del Cretácico Inferior, con una antigüedad de entre unos 113 y 100 millones de años, la cuál ha sido bautizada con el nombre de Sapindopsis turolensis, ya que sus fósiles se encontraron en yacimientos situados en varias localidades de la provincia de Teruel.

Este hallazgo se enmarca en el estudio de los fósiles de dos especies de plantas angiospermas primitivas -plantas que ya desarrollaban flores-, una nueva y otra ya conocida previamente en los Estados Unidos, y acaba de ser publicado en el último número de la revista de investigación «Review of Palaeobotany and Palynology». Dicha publicación ha sido realizada por los investigadores: Luis Miguel Sender (Museo Paleontológico Egidio Feruglio, Patagonia Argentina), James A. Doyle (Universidad de Davis, California, Estados Unidos), Uxue Villanueva Amadoz (Universidad Nacional Autónoma de México), Denise Pons (Universidad de Paris 6), José Bienvenido Diez (Universidad de Vigo) y Javier Ferrer (Universidad de Zaragoza).

Este estudio se encuentra englobado en las investigaciones desarrolladas dentro del proyecto 'Dinosaurios del Jurásico Superior-Cretácico Inferior de Teruel, sus ecosistemas y sus implicaciones filogenéticas y paleobiogeográficas', liderado por investigadores de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis y en el que colaboran diversos investigadores, tanto españoles como extranjeros.

Dicho proyecto tiene por objetivos el análisis de los diversos grupos faunísticos y florísticos presentes en la provincia, así como el estudio de los datos aportados por ellos en cuanto a las relaciones paleoambientales y paleogeográficas existentes entre el archipiélago que constituía lo que actualmente es la Península Ibérica y otras áreas circundantes, durante el Jurásico Superior y el Cretácico Inferior (hace entre 145 y 100 millones de años).

A este respecto, el estudio publicado indica que la dispersión de estas plantas se habría producido a través de conexiones continentales entre lo que hoy en día es América del Norte y las islas que conformaban la actual Península Ibérica, pasando a través de Groenlandia, ya que durante el Cretácico inferior estas masas de tierra estaban separadas por sólo unos pocos cientos de kilómetros. Además, también cabe destacar que los fósiles encontrados representan la primera cita de este género de plantas cretácicas en Eurasia occidental.

Una de las especies descritas en este artículo, encontrada en la localidad turolense de Huesa del Común, solo se había hallado hasta el momento en la localidad de Quantico, en el estado de Virginia, en la costa Este de los Estados Unidos, en un yacimiento localizado en el interior de una base militar de los marines del ejército norteamericano, lo que indicaría que las condiciones ambientales en ambas zonas hace 100 millones de años eran semejantes.

La otra especie (Sapindopsis turolensis) es nueva para la ciencia, y sus hojas fosilizadas se han hallado en rocas pertenecientes a antiguos depósitos deltaicos situados en las localidades turolenses de Alcaine y Ariño. Las plantas fósiles estudiadas consisten en hojas de tamaño medio --de hasta 12 centímetros de longitud-- que presentan una morfología lobulada, con largos lóbulos laterales y un lóbulo simple o triple en su parte superior, dependiendo de la especie.

Los caracteres de estas hojas indican que serían representantes primitivos de la familia de las Platanáceas, que son plantas muy comunes en la actualidad -como el llamado plátano de sombra- que presentan hojas muy amplias, dentadas, con tres a cinco nervios principales y que pueden encontrase en parques y jardines, como árboles ornamentales, e incluso flanqueando las aceras de las calles de la mayoría de las ciudades españolas.

Los ejemplares se encuentran depositados en el Museo Aragonés de Paleontología, situado en las dependencias de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis de la capital turolense, y está previsto que sean mostrados al público junto con otros ejemplares espectaculares de plantas fósiles que se desarrollaron en la provincia durante el Cretácico Inferior.