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Astronomía

Una estrella «prehistórica»

Un proyecto con participación española descubre una estrella muy pobre en metales, una de las más antiguas de la Vía Láctea

Imagen artística de las primeras supernovas de la Vía Láctea. La estrella Pristine 221.8781+9.7844 se formó a partir del material eyectado por estas primeras supernovas. Crédito: Gabriel Pérez, SMM (IAC)
Imagen artística de las primeras supernovas de la Vía Láctea. La estrella Pristine 221.8781+9.7844 se formó a partir del material eyectado por estas primeras supernovas. Crédito: Gabriel Pérez, SMM (IAC)larazon

Un equipo internacional de astrónomos en el que participa el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) ha descubierto una estrella muy pobre en metales, lo que supone que es una de las más antiguas de las que se tiene noticia en la Vía Láctea y, por tanto, un testigo inigualable de cómo fueron los primeros momentos del universo.

El nuevo objeto ha recibido el nombre de Pristine 221.8781+9.7844, y es muy anterior a la formación del Sol. La composición química de su atmósfera, muy pobre en metales, ha revelado que es uno de los más antiguos de cuantos existen en nuestra galaxia.

«Justo después del Big Bang, el Universo estaba lleno de hidrógeno, helio y un poco de litio. Aún no existían elementos más pesados porque estos se sintetizan en el interior de las estrellas. Esta estrella va a ayudarnos a comprender mejor ciertos aspectos del origen de la Vía Láctea y de cómo se formaron las primeras estrellas”, constata David Aguado, uno de los científicos del IAC que ha participado en la investigación.

Los científicos han estudiado la estrella a través del instrumento ISIS, en el Telescopio William Herschel, y con el instrumento IDS, en el Telescopio Isaac Newton, ambos del Isaac Newton Group of Telescopes (ING), instalados en el Observatorio del Roque de los Muchachos (Garafía, La Palma). “Las imágenes espectroscópicas de resolución intermedia, obtenidas en los telescopios INT y WHT en La Palma, nos han permitido comprobar el bajo contenido en carbono, que en este tipo de estrellas suele ser muy abundante”, explica Carlos Allende, otro de los investigadores de este proyecto.

El estudio de estas estrellas antiguas, como las que se recogen y analizan en el proyecto Pristine, que lideran desde el Instituto Leibniz de Astrofísica de Postdam y desde la Universidad de Estrasburgo, ayuda a aprender más sobre cómo era el Universo en su juventud, justo después del Big Bang. Para llevar a cabo este reconocimiento de estrellas supervivientes de las primeras etapas del Universo con atmósferas prístinas, el equipo utiliza un filtro de color especial instalado en el Canada-France-Hawaii Telescope (CFHT), instalado en la cumbre Mauna Kea (Hawaii), explica el Instituto de Astrofísica de Canarias en un comunicado.