Las monjas de Belorado ratifican su cisma «irrevocable»

Las clarisas de Belorado ratifican su ruptura «unánime e irrevocable» con la Iglesia católica. Así lo expresaron ayer a través de un comunicado que difundieron a través de Instagram en el que confirman lo que ya anunciaron el 13 de mayo: «Nos separamos libre y voluntariamente, con unanimidad y alegría de espíritu». Es más, sostienen que es «fruto de madura, meditada y consciente reflexión».

Este viernes se acababa la prórroga solicitado por la ex abadesa, sor Isabel de la Trinidad, y otras dos monjas para comparecer ante el Tribunal Eclesiástico de Burgos, donde estaban citadas con el fin de dar cuenta de un comportamiento que llevaría a la excomunión. Expirado el plazo y con esta declaración de intenciones, su expulsión de la Iglesia será realidad en breve. Habrá que esperar a que el lunes 24 de enero no comparezcan las otras siete religiosas citadas por el Tribunal para que el comisario pontificio y arzobispo de Burgos, Mario Iceta, confirme esa excomunión. Desde ese momento, según fuentes eclesiales, estas diez mujeres dejarían de ser consideradas monjas y, por tanto, no podrían habitar un convento católico. A partir de ahí, se tomarían las medidas legales para su expulsión del monasterio. Sí que se considerarían parte de la comunidad de clarisas católicas de Belorado tanto las cinco religiosas mayores de las que no se tiene noticia que hayan apoyado a la ex abadesa y sus compañeras, así como sor María Amparo, la religiosa que pidió salir del cenobio tras la irrupción del falso obispo Pablo de Rojas.

En paralelo a este nuevo desafío al Arzobispado de Burgos, las monjas de Belorado también han activado la vía civil. Mientras ellas daban a conocer su comunicado en redes, desde Santander el abogado Diego Sarabia, ofrecía al Arzobispado de Burgos «una solución pacífica y extrajudicial al conflicto». Sarabia leyó el comunicado en nombre de una «comisión negociadora», que está formada por el bufete de Santander Sarabia y Asociados, GTRS y el abogado Florentino Alaez. El abogado asegura que los bienes de las monjas «están siendo expoliados por el Arzobispado» y que las religiosas «se encuentran indefensas y sin ningún tipo de recursos». Desde el equipo de Mario Iceta, mantienen que la propietaria de los conventos es la Santa Sede, y el comisario es el único representante legal de sus propiedades.