
Incendios
Cómo reaccionar ante un incendio forestal: consejos que te pueden salvar la vida
Un compendio de recomendaciones prácticas, basadas en guías de emergencias y en pautas de protección civil, para saber qué hacer antes, durante y después de un fuego en el monte o en áreas periurbanas

Ante la ola de incendios que en las últimas semanas afecta a distintas zonas de España, las autoridades recuerdan que la preparación y la reacción rápida pueden marcar la diferencia entre la seguridad y el riesgo. A continuación, un compendio de recomendaciones prácticas, basadas en guías de emergencias y en pautas de protección civil, para saber qué hacer antes, durante y después de un fuego en el monte o en áreas periurbanas.
Antes del fuego: prepara tu casa y un “bolso de salida”
No esperes a que suene una orden de evacuación para organizarte. El primer paso es tener un plan de escape familiar con rutas alternativas y un punto de encuentro fuera de la zona de riesgo; practícalo para que todos lo conozcan. También conviene preparar un “kit de emergencia” con documentos personales, medicación, agua, algo de comida no perecedera, linterna, batería externa y ropa de abrigo; deja el vehículo listo con el depósito razonablemente lleno por si hay que salir deprisa. Estas medidas reducen la improvisación y facilitan una salida ordenada en caso de peligro.
En el entorno de la vivienda, limita la presencia de materiales combustibles próximos a la casa: apila leña, cubiertas de combustible y recipientes inflamables a distancia, limpia hojarasca y mantén accesibles mangueras y extintores si los tienes. Cuando haya previsión de riesgo extremo, sigue las recomendaciones locales sobre actividades prohibidas en el campo (barbacoas, quemas, uso de máquinas que produzcan chispas).
Si el incendio se acerca: actúa con calma pero sin dilaciones
Si las autoridades ordenan la evacuación, sal inmediatamente: dejarlo para después puede dejarte atrapado por el fuego o por el colapso de las vías de evacuación. Incluso si no hay orden formal, valora marcharte antes si tu entorno parece inseguro; muchas guías aconsejan no esperar a la orden oficial si la situación empeora. Al evacuar, sigue las rutas señaladas, evita carreteras secundarias estrechas y no te detengas a recoger objetos innecesarios que retrasen la salida.
Si circulas en coche en una zona afectada, cierra ventanas y ventilaciones, coloca la calefacción en recirculación y conduce hacia una ruta despejada en sentido contrario al frente de llamas; si llegas a un punto en el que no puedes avanzar, aparca en un lugar despejado, mantén el motor en marcha y espera instrucciones de rescate. Estas acciones reducen la entrada de humo y mejoran la probabilidad de encontrar una salida segura o ser localizado por los servicios de emergencia.
Si quedas atrapado al aire libre o no puedes evacuar
Si te sorprende el fuego fuera de un refugio seguro, busca una zona despejada (playa, explanada, zona sin vegetación) y, si es posible, cúbrete en un pozo de agua o río. Si no hay agua, plántate en un área de rocas o tierra removida, tumba rostro abajo y cúbrete con tierra; respira lo más cerca posible del suelo para evitar el humo más caliente. Evita usar telas húmedas sobre la boca si el vapor caliente está presente, porque el aire húmedo puede dañar más las vías respiratorias; sigue las instrucciones específicas de los servicios de emergencia si puedes comunicarte con ellos.
Protégete del humo: no subestimes sus efectos
El humo de un incendio puede ser tan peligroso como las llamas por la carga de partículas y gases irritantes. Si estás en un lugar seguro pero con humo, mantén ventanas y puertas cerradas, apaga sistemas de ventilación que tomen aire del exterior y procura que las personas con problemas respiratorios eviten la exposición. Usa mascarillas homologadas si se las recomiendan las autoridades sanitarias, y sigue las indicaciones de los servicios de salud locales.
Después del paso del fuego: extrema las precauciones al volver
No regreses al domicilio hasta que los servicios competentes declaren segura la zona. A la vuelta, evita suelos y estructuras que puedan ocultar brasas o estar aún calientes (huecos con ceniza, troncos humeantes, postes eléctricos caídos). Evita utilizar fogones o llamas abiertas hasta comprobar instalaciones y si observas cables caídos o daños estructurales, aléjate y avisa a emergencias.
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