Irak

Objetivo: caza al terrorista

El canal XTRM estrena hoy «Strike Back», otra serie que se apunta a la tendencia de «thrillers» políticos como «Homeland» y «Spooks»

Imagen de los protagonistas de «Strike Back»
Imagen de los protagonistas de «Strike Back»larazon

Los atentados del 11-S no solo cambiaron la realidad geopolítica; también supusieron un punto de inflexión en la ficción estadounidense, que empezó a pergeñar lo que ya es una realidad: la producción de series bélicas, de acción y «thrillers» que tienen como epicentro narrativo las consecuencias posteriores a la matanza perpetrada, tanto para los responsables de la seguridad estadounisense como para los potenciales terroristas.

«Strike Back» –la serie que hoy estrena XTRM a las 22:45 con un episodio doble– responde punto por punto a esta tendencia. «The Wall Street Journal» saludó la primera temporada como «una ficción cargada de suspense, poderosa, con acción a flor de piel». La coproducción britanica-estadounidense no ha dejado indiferente por la intensidad de su argumento.

Los protagonistas son dos agentes especiales, Michael Stonebridge y Damien Scott, unos tipos duros para tiempos correosos en la que los enemigos son tan difíciles de identificar como letales en su proceder. Carente de escrúpulos propios de los manuales del buen soldado emplean toda serie de artimañas para tratar de tú a tú a los terroristas de todo el mundo que tienen entre ceja y ceja sacudir la seguridad internacional. En su primera temporada, la que hoy se estrena en España, el objetivo es encontrar a Latif, uno de los terroristas más peligrosos. Emprenden un viaje a los infiernos que les llevará a Darfur, Kosovo y Chechenia. En las tramas paralelas se abordarán temas tabú en este tipo de producciones como la trata de blancas, el tráfico de arma y de órganos. ¿Es una serie incómoda? Sí, porque muestra el otro lado de los conflictos bélicos con múltiples frentes de guerra en los que se saltan las reglas del juego una y mil veces.

Héroes oscuros

El protagonista es el líder de un batallón que, en 2003, antes de que la guerra contra Irak se declarase abiertamente, se pensó más de una vez matar a bocajarro a un niño terrorista suicida. Esa decisión marcó y marca su estado anímico y sitúa en el foco a el nuevo arquetipo de héroe de ficción de este tipo de series: un protagonista con un lado oscuro que no sale idemne de la guerra.

Ése es el punto de partida de estas producciones: ver cómo sus personajes se mueven, no siempre con fortuna entre las sinuosas líneas del bien y del mal. La producción israelí «Hatufim», también conocida como «Prisioneros de guerra» fue el embrión con el que se gestó la celebrada «Homeland». «Hatufim» tiene como protagonistas a tres familias israelíes que tienen a sus parientes secuestrados en el Líbano. Cuando se produce un intercambio de presos, los soldados vuelve a su hábitat natural sin curar sus heridas psicológicas que les convierten en potenciales enemigos de su Gobierno. Una serie británica, «Spooks», también abunda en las operaciones del grupo de inteligencia MI5 enfangado en operaciones sucias contra el terrorismo internacional y las falsas identidades.

En el origen de la eclosión de estas series está «24». En 2001, cuando la serie protagonizada por Kiefer Sutherland, estaba a punto de estrenarse, se pospuso su emisión por los atentados de las Torres Gemelas. ¿La razón? La FOX , por sugerencia de la Casa Blanca, quería blindar a los espectadores, y no dar pistas a los potenciales terroristas, de una ficción que tenía como protagonista a un agente de la unidad antiterrorista y sus estratagemas para neutralizar a los radicales.