Vivienda

Una cuidadora okupa la vivienda de su empleador tras su muerte y realquila las habitaciones: “Al menos gana 700€ al mes”

Los sobrinos, legítimos herederos de Lucas, reclaman el piso y ella alega que eran pareja para evitar el desalojo: "La justicia es muy lenta"

Lucas, en la que era su casa
Lucas, en la que era su casaEspejo Público

Los okupas no tienen piedad y aprovechan cualquier momento para asentarse en las viviendas ajenas sin importarles las consecuencias que tiene para los propietarios. El sufrimiento es económico por no poder disfrutar de su inmueble, sino también psicológico por no saber cuándo podrán recuperarlo. En España, los casos tardan meses en resolverse salvo que haya actuación inmediata y los propietarios reclaman un cambio que aumente su seguridad jurídica.

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Los casos se repiten diariamente y cada vez son más inverosímiles. En busca de esa seguridad jurídica, el PP ha llevado al Senado una reforma del Código Penal para que los propietarios de las viviendas okupadas puedan cortar los suministros. Mientras tanto, Espejo Público ha revelado un estremecedor caso de okupación en un piso: Lucas, jubilado de 82 años, falleció el pasado mes de mayo y, como denuncian sus sobrinos y legítimos herederos, su cuidadora okupó su vivienda.

De cuidadora a okupa

Ana, como se llama la okupa, cambió la cerradura, que se muestra magullada, tras la muerte de Lucas. "No se quiere ir y ya lleva seis meses", explica su sobrina muy dolida. Nunca pudieron disfrutar de la casa que les corresponde por herencia: "Desde el día uno que no nos deja entrar", afirma su sobrino. Lucas no tenía hijos y Ana ha intentado aprovechar la situación para asentarse en una vivienda ajena sin ni siquiera pagar un euro a los propietarios.

La okupa alega ser su novia

La familia denuncia que para hacer más real su historia, ella se presentó en el hospital alegando ser su novia: "La Policía viene diciendo que ella es su pareja", asegura la sobrina. Sin embargo, la situación es completamente diferente ya que ella está casada: "Tiene marido y está ahí dentro", añade. Ellos incluso muestran el testamento, pero no pueden recuperar la casa. Incluso han accedido a negociar y a pagar una cantidad, pero lo rechaza. Le ofrecieron pagarle el último mes de cuidados de Lucas, no pagado porque ya se convirtió en okupa, pero su respuesta es clara: "Dice que le ingresemos el dinero en el banco, pero que no se va".

Realquila las habitaciones del piso okupado

"Sabemos que ella vivía en un piso de alquiler o que era suyo, pero ya se ha traído al marido y lo tiene dentro", denuncia, explicando que se lo ha dicho una persona que le alquilaba una habitación. La denuncia no avanza: "Está en recurso porque lo hacemos por lo penal y como ella alega, sin presentar documentación, que era su novia, el juez dice que es civil y lo hemos recurrido". "La justicia va muy lenta", denuncia.

Narra cómo era todo antes de que Lucas falleciera: "Ella vivía aquí de lunes a viernes y el fin de semana se iba al piso donde vivía el marido". La sobrina detalla el dinero que se saca mensualmente con el realquiler: "Si tiene dos habitaciones libres, mínimo se saca 700 euros". La situación es surrealista: "Los inquilinos no saben que alquilan un piso okupado porque en todo momento dice que ese hombre era alquilado".

Los sobrinos, que veían el piso como un desahogo en su cercana jubilación, ahora les está causando unos problemas que ajustan todavía más su situación económica. No es una vivienda con grandes lujos, simplemente un piso con tres habitaciones ubicado dentro de un bloque. Valoran poner una nueva denuncia por lo civil para intentar recuperar lo que les pertenece por testamento y no han podido disfrutar ni un solo segundo.