Asamblea plenaria

«Los curas no debemos indicar el voto»

El secretario general de los obispos pide a los políticos que no usen a la Iglesia como «arma electoral»

Imagen de archivo del recién elegido como Secretario General de la Conferencia Episcopal, el obispo auxiliar de Toledo, César García Magán.
García Magán en la sala de prensa del Episcopado Jesus G. FeriaLa razon

Cuenta atrás para las elecciones municipales y autonómicas de mayo. Y para las generales de final de año. También en las sacristías, en los conventos… Y en la sede de la Conferencia Episcopal Española, que ayer cerró la Asamblea Plenaria de primavera que ha reunido a los obispos de nuestro país. Pero, ¿a quién votarán? «La Iglesia no tiene un partido político, no hay ningún partido de la Iglesia. Lo reitero, lo confirmo y lo reafirmo». Con esta severidad se manifestó ayer por la mañana el secretario general del Episcopado, César García Magán, ante una orientación de voto para los católicos al concluir la cumbre de los pastores.

«El laico tiene que hacer un juicio crítico y formado desde la conciencia cristiana para decidir a quién confía su voto», planteó el también obispo auxiliar de Toledo, que pareció defender un principio de no injerencia de los púlpitos sobre el cristiano de a pie:«Los obispos, los curas, no podemos ni debemos indicar el voto, porque sería clericalismo». A la par, instó a los creyentes a realizar un análisis de fondo de las diferentes propuestas «para no dejarse llevar por la propaganda».

De esta manera, García Magán se desmarcaba de las siglas de cualquier formación con un aviso a sus líderes: «Esperemos que nadie utilice a la Iglesia como una moneda de cambio o un arma arrojadiza en los debates y en la dialéctica previa a las elecciones». Prueba de este deseo de no ser atrapados por la maquinaria electoral fue su respuesta ante la inminente exhumación de los restos de Primo de Rivera del Valle de los Caídos, por la que fue preguntado: «No tenemos nada que decir porque los restos pertenecen a una familia y la familia decide dónde entierra a su difunto».

Como manual de consulta para los votantes, el portavoz de los obispos ofreció tanto la Doctrina Social de la Iglesia como el documento «El Dios fiel mantiene su alianza». Eso sí, el portavoz dio alguna pista a través de la toma de postura de los prelados en algunas de las cuestiones de actualidad que se abordaron en la Plenaria.

Así lo demuestra, por ejemplo, su apuesta por los Corredores de Hospitalidad para migrantes que ya están comenzando a dar sus primeros pasos entre Canarias y el resto de diócesis españoles. O su visión en materia educativa. Ahí el secretario general evidenció sus discrepancias con la Ley Celaá, aun cuando el Tribunal Constitucional ha respaldado la prohibición de concertar los centros que separan alumnos por sexos. «Las sentencias hay que acatarlas aunque uno no las comparta», subrayó el obispo, que reconoció «la eficacia pedagógica» de este modelo educativo que «debe ser apoyado».

En el marco de la Plenaria, ha visto la luz un documento en contra de la gestación subrogada, en el que, sin citar a Ana Obregón, definen esta práctica como “una nueva forma de explotación de la mujer, contraria a la dignidad de la persona humana, pues usa el cuerpo femenino, y toda su persona, reduciéndola a ser una incubadora humana”.

También se aprobó, tal y como desveló el nuncio Bernardito Auza el pasado lunes, una instrucción antiabusos, que busca ser «un nuevo ropaje jurídico» para aplicar la normativa promovida por el Papa en el día a día de diócesis y congregaciones. En tono pedagógico, el portavoz de los obispos apuntó que "desmenuzan" todas las leyes vaticanas antiabuso "para que sirva de ayuda a quienes tienen que aplicar la ley".