Memoria Histórica
José Antonio Primo de Rivera será exhumado el lunes del Valle de los Caídos
El destino de los restos será el madrileño cementerio de San Isidro
Los restos mortales de José Antonio Primo de Rivera serán exhumados el próximo lunes del Valle de los Caídos. Es una decisión tomada hace solo unos días por los miembros de su familia, que en las últimas semanas habían discutido si permanecía en una cripta de Cuelgamuros o era inhumado fuera, como así sucederá, en el madrileño cementerio de San Isidro, según ha sabido LA RAZÓN.
La operación se llevará a cabo en la mañana del lunes, coincidiendo con la fecha del nacimiento del fundador de la Falange y el recinto del Valle de los Caídos cerrado al público. Todo en la más absoluta intimidad, como ha sido el deseo expresado siempre por la familia.
El pasado mes de octubre, los Primo de Rivera solicitaron la exhumación de los restos mortales de José Antonio para proceder al entierro “en el lugar que su familia ha decidido”, según un comunicado remitido a los medios, adelantándose a la intención del Gobierno de que se llevara a cabo el traslado según la normativa de la recién aprobada Ley de Memoria Democrática, que le permitía seguir en Cuelgamuros, aunque no en un "lugar preeminente".
Como víctima de la Guerra Civil, la Ley de Memoria Democrática (LMD) contempla esta opción. Ya en 2011, la «Comisión de Expertos» creada por José Luis Rodríguez Zapatero determinó que para «dignificar» y «democratizar» la basílica católica había que sacar el cadáver de Franco de su tumba –cosa que se hizo el 24 de octubre de 2019– y «reubicar» dentro del templo los restos mortales de José Antonio.
Con la exhumación, los Primo de Rivera quieren cumplir “la voluntad manifestada en su testamento” por José Antonio Primo de Rivera, en cuya cláusula primera establece: “Deseo ser enterrado conforme al rito de la Religión Católica, Apostólica, Romana que profeso, en tierra bendita y bajo el amparo de la Santa Cruz.” Dado que el artículo 54.3 de la citada Ley de Memoria Democrática establece que “las criptas adyacentes a la Basílica y los enterramientos existentes en la misma tienen el carácter de cementerio civil”, la familia “se considera obligada a cumplir la voluntad de nuestro tío y llevar a cabo la exhumación y correspondiente inhumación de sus restos mortales en un cementerio sagrado de acuerdo con el rito católico”.
El lugar elegido sería el Sacramental de San Isidro, el camposanto más antiguo de Madrid, en una sepultura junto a Pilar Primo de Rivera, hermana del líder falangista, y otros miembros de la familia.
Hasta este momento, todo ha seguido el plan previsto. El Ayuntamiento de San Lorenzo de El Escorial concedió el pasado 23 de febrero la licencia urbanística para la retirada de la losa de granito y la reposición por seis baldosas de mármol Negro Marquina –con un presupuesto de 8.630 euros– junto al Altar Mayor; la Guardia Civil se ha reunido para preparar el dispositivo de seguridad; han visitado el lugar técnicos de Patrimonio Nacional y también personal de la funeraria encargada del proceso. Todo en paralelo a las grandes medidas de protección dispuestas desde hace meses en el complejo ante las obras previstas para las exhumaciones que han pedido 106 familias, a las que se opone la Asociación para la Defensa del Valle de los Caídos (ADVC), que representa los intereses de otras 218 que piden «respeto» para el «descanso» de los suyos.
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